«La CEOE critica que se den cuatro días de permiso por defunción de un familiar [de primer grado]».»[José de la] Cavada [Pepe para los amigos], responsable de relaciones laborales, dice que «los viajes no se hacen en diligencia». «Propone penalizar a los trabajadores con más de cuatro bajas laborales en el mismo año»[1]. Son algunos […]
«La CEOE critica que se den cuatro días de permiso por defunción de un familiar [de primer grado]».»[José de la] Cavada [Pepe para los amigos], responsable de relaciones laborales, dice que «los viajes no se hacen en diligencia». «Propone penalizar a los trabajadores con más de cuatro bajas laborales en el mismo año»[1]. Son algunos de los titulares de estos días pasados. El asunto:
El responsable -que sigue siendo responsable a fecha de hoy, viernes 21 de junio- de relaciones laborales de la CEOE, José de la Cavada, ha criticado los cuatro días de permiso que el muy maltratado y marginado Estatuto de los Trabajadores otorga por defunción de un familiar de primer grado cuando es necesario pernoctar para asistir a su funeral. ¿Por qué las críticas? Tomen nota, el argumento no tiene desperdicio:
«Porque los viajes no se hacen en diligencia». Efectivamente: no se hacen en diligencia. Se coge el AVE por la mañana; se asiste al entierro del hijo, de la compañera o de la madre; se llora un poco, sin pasarse; se coge el AVE de vuelta y a currar. La producción es la producción y lo demás son lloriqueos estúpidos. Con un día ya es suficiente. Sobra incluso si el horario del trabajo es nocturno.
Don De la Cavada sostuvo su sesudo argumento y tan necesaria reclamación durante la clausura de la presentación del II Informe Adecco sobre absentismo. Allí aseguró, sin cortarse un pelo, que el Estatuto de los Trabajadores «se hizo pensando que los viajes se hacen en diligencia, pues se dan cuatro días para un permiso por defunción que, evidentemente con los vehículos que hay ahora, se trata de horas de desplazamiento, o a veces de una hora». Le rieron la ocurrencia. ¡Qué risa doña Cristina! Para el gran humanista responsable de la CEOE, se conciben los permisos y licencias «con una mentalidad que no es conforme con el desarrollo que existe hoy en día con los desplazamientos por autovía o tren». Y el desarrollo es el desarrollo.
Añadió algo más: una parte de la legislación laboral «es copia de la legislación del franquismo», superprotectora de los trabajadores según Don De la Cavada que de eso sabe un montón. Para combatir el absentismo laboral hay que dar más leña al mono y a los vagos y maleantes, y deben conjugarse los derechos obreros «con un sometimiento reglado a procedimientos de la empresa, ya que hay que lograr que el absentismo no tenga justificación a la que acogerse». Ni una justificación. Eso sí, el «absentismo», según cálculos empresariales, supone un coste de 7.250 millones de euros para las empresas, un 0,7% del PIB. ¡Y eso no puede ser, no puede ser! Por eso don De la Cavada ha propuesto que se penalice a las personas que tienen cuatro bajas en un mismo año durante los primeros 15 días de ausencia. ¡Hay que ser europeos! Eso ya «¡se hace en otros países del entorno español». ¡Narices, ya basta! ¡Stop a la pereza! Aunque de hecho, y según el informe de la propia Adecco, la tasa de absentismo en España se redujo medio punto en 2012 en el sector privado, hasta el 4,3%.
¡No es suficiente, nunca es suficiente! ¡Hasta el absentismo cero-patatero!
Y tras el poli malo vino el poli bueno y comprensivo.
Don Joan o Juan Rosell ha desautorizado las declaraciones de don José. «La CEOE no respalda lo que ha dicho ese directivo y su presidente tampoco» [2]. ¿Por qué? Porque a don JR no le «parece el momento más adecuado» para «empezar a detallar y empezar a decir qué es lo correcto o no correcto en el Estatuto de los Trabajadores». Por eso, no por otras razones.
¿Estudia la CEOE cesar a Don De la Cavada? Rosell afirmó que «no está estudiando» nada. Nada de nada. El estudio no es lo suyo, nunca ha sido lo suyo.
¿Y qué es lo suyo entonces? Lo siguiente, para que quede claro la senda realmente cultivada y la docilidad y antihumanidad de los «expertos» españoles:
«Un grupo de expertos pide más facilidad para rebajar los salarios. Es una de las propuestas que un grupo de 13 economistas, aglutinados por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea, una organización respaldada por grandes empresas)», así titula Manuel V. Gómez su información del viernes 21 de junio [3].
La devaluación salarial tiene que proseguir, es un camino sin fin. Para eso hay que facilitar los descuelgues de convenios en las pequeñas y medianas empresas, dónde sea. El contrato único con indemnización por despido creciente en función de la antigüedad «para reducir la alta tasa de temporalidad» debe instaurarse (es necesario, eso sí, conservar dos modalidades más: interinidad y formación). Para evitar las críticas de inconstitucionalidad, hay que cubrirse las espaldas, proponen que la indemnización por despido creciente tenga una doble escala según la rescisión sea procedente e improcedente. La apuesta de la contrarreforma laboral del PP se quedó corta. ¡Más, siempre más! ¡Hasta el infinito reaccionario y más allá!
También defienden una reforma de las políticas de empleo que vincule más la percepción de prestaciones a la búsqueda de empleo y una mayor participación de agencias privadas «en la intermediación entre ofertas y demandas de empleo». A quien no le guste, que no cobre subsidios. Y punto y corto.
¿Está claro qué sendero abona la muy humanista patronal española? ¿Alguien puede pensar realmente en algún camino de pactos, negociaciones y acuerdos con organizaciones de tan enorme generosidad social? ¿Qué se puede hacer con estas gentes y sus expertos serviles?
Notas:
[1] http://economia.elpais.com/economia/2013/06/17/actualidad/1371479141_249571.html y http://www.ideal.es/granada/rc/20130617/economia/ceoe-critica-cuatro-dias-201306171636.html
[2] http://www.expansion.com/2013/06/19/economia/1371631020.html
[3] http://economia.elpais.com/economia/2013/06/20/actualidad/1371757435_869837.html
Salvador López Arnal es miembro del Frente Cívico Somos Mayoría y del CEMS (Centre d’Estudis sobre els Movimients Socials de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona; director Jordi Mir Garcia)
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