El Ministerio de Interior lo anunció el pasado 9 de noviembre: el próximo Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) tendrá su sede en Zaragoza, y estará destinado a inmigrantes ‘sin papeles’ a la espera de repatriación. Aunque todavía no se conoce su ubicación exacta ni sus modalidades de funcionamiento. Según las previsiones del Ministerio, el […]
El Ministerio de Interior lo anunció el pasado 9 de noviembre: el próximo Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) tendrá su sede en Zaragoza, y estará destinado a inmigrantes ‘sin papeles’ a la espera de repatriación. Aunque todavía no se conoce su ubicación exacta ni sus modalidades de funcionamiento. Según las previsiones del Ministerio, el centro -aún en «fase inicial»- podría entrar en funcionamiento en los próximos tres años, sobre todo para hacer frente al hacinamiento de los otros nueve CIE existentes en territorio español y para disponer de un centro de detención en el norte de la península: con la excepción del de Carabanchel, en Madrid, todas las demás instalaciones de este tipo están situadas en ciudades costeras o en el archipiélago canario. Fuentes del Gobierno de Aragón aseguran que no se les ha consultado, aunque subrayan que el tema es de competencia exclusiva del Gobierno central.
Aunque no se conozcan más detalles, el anuncio ha suscitado las críticas de organizaciones de derechos humanos y de defensa de los derechos de los inmigrantes. Los testimonios de los inmigrantes detenidos en diversos CIE han puesto de manifiesto las duras condiciones en estos centros. Hacinamiento, falta de asistencia médica y legal, abusos policiales, son algunas de las denuncias más frecuentes sobre estas «cárceles para sin papeles».
Expulsada una niña de 4 años Como ejemplo de la dureza de la política de deportación de ‘sin papeles’, cabe citar la expulsión, el 20 de noviembre, desde el CIE de Capuchinos (Málaga), de una niña de cuatro años y de su madre sin el conocimiento del padre, también detenido en ese CIE. Según denunció la Coordinadora de Inmigrantes de Málaga, «las autoridades del CIE no han explicado por qué al padre, internado en el módulo de hombres, no le permitieron permanecer junto a ellas, si también será expulsado en las próximas horas, a qué destino ni si la familia se reagrupará. Igualmente, se desconoce a qué país han sido expulsadas, dado que la policía pone en duda que sean originarias de Sierra Leona, tal como habían manifestado». Tanto la niña como sus padres fueron internados el pasado 23 de octubre en ese CIE junto con 13 personas más de origen subsahariano, interceptadas en una patera cerca de las costas granadinas.