El encuentro (Nave 16 del Matadero de Madrid, 14-17 de octubre) estuvo abierto a la participación de creadores gestores, investigadores, espectadores y, en general, a toda aquella persona interesada en la creación escénica. La organización invitó también a los responsables de los festivales Mapa y Citemor (Portugal) para compartir sus experiencias como encuentros que han suscitado mucho interés en la península ibérica.

Bajo este nombre se celebraron las mesas de debate que ocuparon las sesiones matutinas. El investigador Óscar Cornago coordinó las reuniones. Cada día un creador compartió con los asistentes su visión de las artes escénicas. Fernando Renjifo, Sara Molina y Sergi Faüstino expusieron su opinión de la escena española actual en relación con su propia experiencia. Todos coincidieron en subrayar la necesidad de que se impulsen nuevos y distintos modelos de producción, difusión y financiación de la cultura para que el arte pueda mantener su independencia y autonomía al margen de la política y de las instituciones. La descentralización de la gestión cultural y el reconocimiento de las manifestaciones artísticas no convencionales fueron también reivindicaciones repetidas.

Procesos y creaciones

A las charlas y mesas de reflexión siguieron, en turno de noche, presentaciones en forma de instalación, danza, videoarte, teatro y experimentación sonora. Tomás Aragay dirigió En proceso, un taller de creación en el que coincidieron durante diez días varios artistas para desarrollar propuestas artísticas en sitios específicos. Los participantes experimentaron con la nave 16 del Matadero, hasta elaborar una serie de trabajos que mostraron en la última jornada. En paralelo, cada proceso creativo fue detallado y recogido en el blog que Teatron-Sismo había habilitado para el evento. El festival incluyó también la presentación de Paisajes Invisibles 3, la última obra de Fernando Renfijo, una performance en zapatillas de Quím Pujol, la proyección de la primera videocreación de Txalo Toloza y la reaparición, después de más de diez años, de Fernando Camacho quien, junto a Veta Morla, ofreció un espectáculo combinado de danza y artes plásticas.

Necesidad, ocasión y futuro

En la mesa de conclusiones se destacó la necesidad de que festivales como Sismo no sólo sean posibles, sino que se organicen en otros lugares y se sucedan en diferentes momentos. Este tipo de encuentros son una oportunidad para reflexionar de manera conjunta sobre la situación de la escena contemporánea y también para conocer y hacer visibles las creaciones de artistas que no forman parte de los circuitos culturales institucionales. Podría cuestionarse la elección de algunos trabajos incluidos en la programación, pero se olvidaría entonces que con Sismo se ha pretendido investigar procesos de creación, antes que realizar juicios de valor sobre los productos artísticos.

Fuente: http://diagonalperiodico.net/Investigacion-teatral-en-voz-alta.html