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El foro fue creado en 1996, para diseñar la estrategia privatizadora de la gestión del agua a escala mundial

IV Foro Mundial del Agua, claro como el agua

Fuentes: Ecoportal.net

Durante el próximo mes de marzo, el IV Foro Mundial del Agua deliberará en México bajo el lema «Acciones locales para un reto global»

En su sitio oficial en Internet se puede leer: «El Foro Mundial del Agua es una iniciativa del Consejo Mundial del Agua (CMA) que tiene el objetivo de despertar la conciencia sobre los asuntos del agua en todo el mundo. Como el evento internacional más importante sobre el tema, el Foro busca propiciar la participación y diálogo de múltiples actores con el fin de influir en la elaboración de políticas a nivel global, asegurando un mejor nivel de vida para la humanidad en todo el mundo y un comportamiento social más responsable hacia los usos del agua, en congruencia con la meta de alcanzar un desarrollo sostenible».

En una primera lectura, el visitante de la página web seguramente se llevará una grata impresión sobre esta iniciativa. En estos tiempos de tanto egoísmo, abogar por «un comportamiento social más responsable» en relación con la problemática del agua, resulta más que plausible.

El visitante sigue recorriendo el sitio y encuentra algunos «principios rectores» que han sido elaborados mediante una «práctica participativa». Estos principios se apoyan en la necesidad de privilegiar «el valor del conocimiento y las experiencias locales como factor clave en el éxito de la formulación de políticas hídricas». Hacen hincapié en la conveniencia de producir «resultados concretos y orientados a la formulación de políticas dirigidas al apoyo de acciones locales a escala mundial», al tiempo que se remarca que «los problemas del agua son complejos y tienen muchos ángulos, por lo tanto, el Foro buscará promover el diálogo entre los sectores responsables de las políticas de agua y los diferentes usuarios».

Hasta un lingüista especializado en semiótica, podría dictaminar que este es un encuentro destinado a encontrar los caminos para satisfacer las carencias de agua que tienen miles de millones de seres humanos. Al llegar a los ejes temáticos del foro, el visitante se encuentra con el tema número uno: «Agua para el Crecimiento y Desarrollo», buen tema, realmente imprescindible para una mejor calidad de vida. Pero, allí tropezará con la primera sorpresa: uno de las «organizaciones líderes» de este panel es… ¡el Banco Mundial! Pero, en ese eje temático comprueba que también participa una entidad de renombre en el mundo académico internacional, el Colegio de México. El visitante se tranquiliza.

Dime quién te financia

Sigue con su lectura, hasta que se encuentra con una leyenda que dice «Para que el IV Foro Mundial del Agua sea un éxito, sus organizadores dependen de la ayuda de donadores y patrocinadores». El visitante sabe que una forma de descubrir las motivaciones profundas de cualquier iniciativa, es conocer quiénes proporcionan el dinero para llevarla a cabo. Entre los patrocinadores se halla el grupo Modelo, fabricante de la conocida cerveza «Corona», cuyo propietario José Antonio Fernández Carvajal, también es titular de Fomento Económico Mexicano (Femsa), el segundo embotellador de Coca Cola en el mundo y uno de los principales consorcios cerveceros de México. Otro de los auspiciantes es -directamente- Coca Cola Company México, la filial de la principal corporación trasnacional embotelladora de agua en el mundo; que entre 1998 y 2003 incrementó sus ventas en un 81 por ciento. Siguen en el listado de «donadores» Telmex y el grupo Carso, ambos propiedad de Carlos Slim Helú, el magnate más poderoso de América latina, cuyo patrimonio la revista Forbes calcula en cerca de 13.000 millones de dólares. Slim, que también posee una porción importante de Televisa y tiene empresas en sociedad con Bill Gates, acaba de comprar el paquete accionario mayoritario de Embratel, la empresa brasileña de telecomunicaciones. La ex empresa estatal Telmex le fue adjudicada a Slim en tiempos del presidente Carlos Salinas de Gortari, célebre por sus actos de corrupción.

Luego de estos descubrimientos, el visitante comenzó a investigar un poco la historia y los verdaderos objetivos de esta convención internacional, que también cuenta con el auspicio y/o la participación de organismos internacionales, como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), el Consejo Mundial del Agua, la Asociación Mundial del Agua, entre otras organizaciones.

Leyendo un trabajo del especialista mexicano Gustavo Castro Soto, investigador del Centro de Investigaciones Económicas y Políticas de Acción Comunitaria, nuestro visitante descubrió que el Consejo Mundial del Agua (WWC por su sigla en inglés) fue creado en 1996, con el fin de diseñar la estrategia privatizadora de la gestión del agua a escala mundial. Esta entidad se halla subvencionada por instituciones financieras internacionales, corporaciones multinacionales, organismos multilaterales y gobiernos de países del hemisferio norte. En tanto que la Asociación Mundial del Agua (GWP por su sigla en inglés), fue fundada en 1996 por el Banco Mundial (BM), por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) y por la Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional. Esta asociación en la actualidad dirige la estrategia para promover el agua como «bien económico» e impulsar las reformas en los sistemas públicos de agua potable, drenaje y saneamiento. Su financiamiento proviene de agencias de crédito para la exportación de los países centrales, de la Fundación Ford, del Pnud y del BM, cuyo vicepresidente Ismail Serageldin es el primer presidente del Comité Directivo de esta Asociación Mundial del Agua.

Una vez creadas estas instituciones, en 1997 se levanta el escenario desde donde se pretenderá imponer la agenda privatizadora del agua: el Foro Mundial del Agua. Es allí, donde las grandes corporaciones y sus gobiernos amigos proporcionarán los ejes temáticos que deberán abordarse en torno al recurso agua. En este foro se dan cita las principales trasnacionales interesadas en el agua como recurso económico, las entidades financieras internacionales, los organismos multilaterales, los representantes de los gobiernos y los científicos y especialistas que, conjuntamente con algunas organizaciones no gubernamentales de dudosa independencia, se hacen eco de las políticas neoliberales. «En el Foro Mundial del Agua -señala Gustavo Castro Soto- se lleva la agenda previamente discutida, las conclusiones, los diagnósticos y las futuras líneas estratégicas solo para que sean formalmente avaladas, incluso por el espejismo de que la sociedad civil ha sido consultada». En simultáneo con la realización de estos foros, se acentúa una enorme campaña que llevan adelante gobiernos y empresas sobre lo imprescindible que resulta la inversión privada y el correspondiente pago que la población debe realizar para tener acceso al agua, considerada como una mercancía y no como un bien social.

Un derecho humano

Frente a esta realidad, en paralelo de los primeros tres foros (Marruecos, Holanda y Japón) se han ido elaborando propuestas en defensa del agua como bien público, así como estructuras alternativas destinadas a impedir que este discurso privatizador adquiera una falsa legitimación a través de supuestos foros independientes. Un rol importante en tal sentido le cabe al Foro Social Mundial de Porto Alegre, donde en cada una de sus ediciones se desplegaron paneles, talleres, coordinación de acciones de lucha, hasta culminar en el V Foro, realizado en enero de 2005, con el diseño de una campaña mundial de denuncia denominada «No a la Suez en América Latina», en alusión a la «Suez-Lyonnaise des Eaux», la principal trasnacional comercializadora de agua en el mundo.

Otra de las iniciativas que, seguramente, estará presente en México en marzo de este año, es el Foro Mundial Aternativo del Agua, cuya última reunión tuvo lugar en marzo de 2005 en Ginebra, Suiza, donde congregó a más de mil doscientos participantes, en representación de 150 organizaciones de distintas partes del planeta. En la oportunidad se emitió una declaración en la que se remarcaron cuatro aspectos fundamentales de esta lucha: «El acceso al agua como derecho humano innegociable; el vital líquido en tanto bien común; el financiamiento colectivo del acceso al agua; y la gestión democrática de ese elemento en todos sus niveles».

Otro respaldo a la defensa del agua como bien social, lo proporcionó el Encuentro por una Nueva Cultura del Agua en América Latina. Este evento, en el que participaron delegados de todos los países de América latina, además de representantes de Europa, Asia y Africa, se realizó en la ciudad de Fortaleza, Brasil. Allí se reafirmaron posiciones en defensa «de la soberanía y el control por parte de los pueblos y comunidades sobre sus territorios y ecosistemas» y en contra de la «privatización de los servicios públicos básicos».

Mal que les pese a las trasnacionales y al propio gobierno de México, ciudadanos de todo el mundo acudirán al Distrito Federal con sus propuestas, para desenmascarar a los falsos defensores del agua y el desarrollo sostenible.

Finalmente, el visitante de la página web pudo comprobar que los objetivos del IV Foro Mundial de convertir un derecho en una mercancía… están claros como el agua.