Para Jean-Pierre Vernant que nunca alardeó. Para las Kellys que cobran, para nuestra vergüenza, 2,5 euros por cada habitación que limpia. Cuando llegó la Transición quiso [Buero Vallejo] hacer una obra definitiva. Una reflexión sobre el intelectual crítico al que no mata sólo su singularidad personal sino una sociedad corrupta. La estrenó en el Bellas […]
Para las Kellys que cobran, para nuestra vergüenza, 2,5 euros por cada habitación que limpia.
Cuando llegó la Transición quiso [Buero Vallejo] hacer una obra definitiva. Una reflexión sobre el intelectual crítico al que no mata sólo su singularidad personal sino una sociedad corrupta. La estrenó en el Bellas Artes de Madrid el 20 de septiembre de 1977. La tituló «La detonación», que no era otra cosa que el disparo suicida de Mariano José de Larra. ¿Habrá que explicar quién fue Larra en un país como Catalunya, donde se considera a Balmes, un arribista preocupado por su patrimonio, el mejor periodista del siglo XIX? Aún recuerdo al gran Fabián Estapé, que le dedicó una tesis a sus negocios, explicándome la astucia financiera de Jaime Balmes. La obra de Buero no fue un éxito, todo lo contrario. Estábamos nimbados por la Transición y España había arrumbado a los agrios, como Larra, al lugar lúgubre de donde no debían haber salido. Sólo Ricard Salvat, otro gran olvidado, dijo que «La detonación» era la obra más importante que se había escrito para el teatro desde la muerte de Franco. Pero Salvat se había convertido en Catalunya en un símil de Buero Vallejo en España. Correspondían a un pasado que se quería olvidar y si era posible enterrar. Su último gesto, que dejó perplejos a los ilustres intelectuales reunidos en la bodeguilla de Felipe González en la Moncloa, fue decir «no» en el referéndum sobre la OTAN. ¿Entienden ahora por qué las instituciones han declarado carecer de fondos para un homenaje teatral a Antonio Buero Vallejo en su centenario? Unos por ignorancia, otros por resentimiento.
Gregorio Morán (2016)
Vale la pena tener presente -o muy presente- esta «sesuda» reflexión pujolista que algunos compartieron en su momento. Ahora no toca (pero muchos, en silencio, la siguen compartiendo). No fue la primera ni la última y tiene, sabido es, sus raíces históricas en otras aproximaciones nacionalistas. El molt ex honorable, el gran embaucador y manipulador, sigue siendo un referente político en .Cat para muchísima gente, una figura histórica (sin definir la noción por supuesto). Tiene aulas y placas con su nombre distribuidas por todo el país y es muy probable que se vaya o nos deje de rositas y con honores de Estado. ¡A ellos, a los Pujol y afines, a él en concreto, no le tose nadie! Ha hecho país (seguro que pueden traducir «país» sin dificultad). Tarradellas caracterizó así, en 1985, la filosofía que impregnaba el gobierno Pujol de aquel año: «Nosotros somos formidables y Madrid se equivoca». Una constante histórico-política. No se equivocó el ex president en esta ocasión. Añadió un enigmática frase: «La gente olvida que en Cataluña gobierna la derecha, que hay una dictadura blanca muy peligrosa, que no fusila, que no mata pero que dejará un lastre muy fuerte» [1]. Se admiten interpretaciones.
La cita de Morán con la que abro (de un artículo con dos o tres descortesías innecesarias que a nada ni a nadie ayudan) está fuera de tema. Disculpas. Es un homenaje necesario a alguien que nos marcó a todas y a todos y durante mucho tiempo, y a quien hemos olvidado con extrema rapidez. No es el primer caso. Debería ser el último.
Ya en el tema. No se pierdan un artículo del domingo 9 de octubre de Frances c Valls: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2016/10/08/catalunya/1475950565_881049.html. Se abre con estas palabras: «Estamos preparados. Las estructuras de Estado para la independencia están listas. Y lo más importante: sin necesidad de subir los impuestos. Aumentarlos sería «guerra ideológica», tal como Artur Mas que firma como 129º presidente de la Generalitat se ha encargado de recordar a la CUP. La argumentación de Mas es que subir impuestos en el «país de la hiper-presión fiscal» es «ideológico» y, en cambio, gastar en preparar la independencia es un transversal bien común. Quizás por eso Junts pel Sí, PP y Ciutadans rechazaron conjuntamente recuperar el impuesto de Patrimonio o el de Sucesiones en su totalidad durante el reciente Debate de Política General.» Las alianzas dicen mucho de los aliados por supuesto.
La cita de hoy, por el asunto concreto de esta sabatina, debería ser ésta: «Es una lástima que la historia de Cataluña haya sido inadecuadamente estudiada por los historiadores, y sistemáticamente distorsionada por ideólogos, políticos y periodistas que, con mucha frecuencia, basan sus discursos en información poco fiable . A lo largo de su historia Cataluña ha sido víctima de ciertos procesos de desinformación fomentados por aquellos que prefieren no esforzarse en el estudio de tu pasado. Por ejemplo, una guía turística actual (en inglés) ofrece a los lectores el siguiente resumen estrafalario de la historia de Cataluña: «A lo largo de todo el siglo XVI, Cataluña siguió sufriendo bajo el poder de la Inquisición y -privada de oportunidades comerciales con América- se convirtió en una región empobrecida. Las guerras de los Habsburgo acabaron con la vida de miles de soldados catalanes, el bandolerismo aumentó en la región a medida que la situación económica empeoraba y se produjo un estallido migratorio (…) En la Guerra de la Sucesión española, Cataluña se alineó con el bando austríaco en un intento de reconquistar sus antiguos fueros y con la esperanza de que la victoria le proporcionara alguna posibilidad de entablar relaciones comerciales con América. Tras el 11 de septiembre de 1714, Cataluña quedó aplastada» (De The Rigth Guide to Barcelona, 2013). Uno no sabe si reír o llorar ante tanta insensatez » (Henry Kamen, España y Cataluña. Historia de una pasión , Madrid, La esfera de los Libros, 2015, pp. 9-10). [Todos los énfasis son míos]
Me centro. Sobre la más que extraña unión en un paseo secesionista hacia el encontronazo final cada vez más sorprendente y poco deseable pero real como la vida misma: Parlamento de Cataluña, jueves, 6 de octubre de 2016. Recuérdese lo dicho por Antonio Baños, el cabeza de lista cupaire, la noche del 27S: el secesionismo ha perdido, hemos perdido, no tenemos mayoría de votos (sí de escaños por una ley electoral no proporcional). Conviene recordar las palabras anteriores de David Fernàndez durante la campaña: serían necesarios el 55% de los votos, con fuerte participación, para alcanzar una buena situación de partida para la independencia de Cataluña en el marco de la emancipación de los Países Catalanes.
Pues bien:
1. Resolución secesionista sobre el referéndum unilateral presentada por Junts pel sí y la CUP: 72 votos. Lo de siempre… Pero -pero importante- posición de Catalunya Sí que es Pot (CSQES): abstención, votó «abstención» no votó en contra. La resolución apunta a un referéndum con respuesta binaria (tipo independencia sí o no, sin admitir trilemas tipo: independencia, federalismo, autonomismo) bastando con el 50% de los votos -sin indicar porcentajes de participación- para su aprobación.
1.1. Seis meses después, en caso de aprobación, se convocarían elecciones constituyentes. Se redactaría entonces la constitución de la República catalana (donde probablemente no tocaría hablar del derecho a dividir-decidir).
1.2. Es un cambio de ruta, otro más y en su lenguaje, en la hoja de ruta secesionista
2. Resolución nacionalista presentada por CSQEP, sin referencia expresa a la necesidad de alcanzar un pacto con el gobierno español: 73 votos a favor (los de CSQEP y los de Junts pel sí). Posición de la CUP: abstención (afable). En la resolución se reclama que antes de la convocatoria se busque -remarco: se busque, no se afirma que se alcance- el reconocimiento previo de la UE y de la comunidad internacional. Nada más. Todo un cambio en la política de CSQEP, otro engaño a sus votantes no nacionalistas.
2.1. Cava, mucho cava en todas las sedes e instancias de Junts pel sí. ¡Cómo no iba a brindarse por lo conseguido!
2.1.1.. Más en el resto de fuerzas secesionistas.
2.2. ¿Una de las consecuencias del acuerdo de ICV y el Podem secesionista dirigido por Albano Fachín para conseguir una paz provisional en el seno del conglomerado nacionalista identitario?
3. Resolución del PSC que abogaba por la construcción de una España federal: 16 votos a favor, 108 votos en contra, incluidos los de CSQES. En esta ocasión, y en contra de lo señalado en repetidas ocasiones por la formación, no les importó un pimiento votar lo mismo que el PP y Ciudadanos. Votar NO es votar NO.
4.Resolución, en defensa de Forcadell, Homs y otros encausados presentada por la CUP, Junts pel sí y CSQEP como sistema unitario, unidad de destino en lo universal: 83 diputados a favor. Hay antecedentes: recordemos las lágrimas de emoción de Nuet-profesional-EUiA escuchando las proclamas nacionalistas-identitarias de Forcadell («Espanya ens esclavitzaaaaaaaa…») y los cuatro o cinco votos a favor de su nombramiento (innecesarios por lo demás) como presidente de Parlament. Dijeron en su día: no podemos votar en contra como el PP y Ciudadanos. Pero ahora sí han podido.
En síntesis, la CSQES, la formación que muchos ciudadanos no nacionalistas y antisecesionistas votamos por presentarse electoralmente como partidarios de tesis y posiciones no soberanistas excluyentes, ha votado en contra de una resolución federal, ha votado a favor de la defensa de líderes secesionistas que aspiran a liarla sea como sea, ha votado a favor de una resolución que propugna un referéndum que tan sólo apela al reconocimiento internacional y el de la UE y, finalmente, se ha abstenido en una resolución unilateral incendiaria de Junts pel sí y la CUP. ¿Algún error por mi parte?
¿Nos han estafado o no nos han estafado?
¿Está claro quién ha ganado y con qué posiciones en las batallas recientes de CSQES?
¿Hay alguna duda de que Podem .Cat es una fuerza netamente nacionalista -basta mirar su dirección actual- que aboga, aunque se callen un poquito en los días de guardar y cuando se habla «más allá del Ebro», por el secesionismo?
¿Hay alguna duda del papel que juegan actualmente Ada Colau y sus llamados comunes en este cambio neto de posición de la llamada izquierda transformadora catalana?
¿Es necesario referirse a los intelectuales orgánicos que han abonado y abonan este cambio de posición política?
¿Hay dudas sobre el disparate político cometido por Unidos Podemos al aceptar -o decir cuanto menos que acepta- este ejercicio del inexistente derecho a decidir-dividir (del que, por cierto, nadie habla como derecho en la utópica y maravillosa .Cat independiente-dependiente?
¿Existe o no existe una cosmovisión más que compartida entre Junts pel sí, CUP y CSQES? No son, por supuesto, uno y lo mismo pero en el «asunto central» son casi variantes cercanas de lo mismo. ¿Ven o no ven los mismos elefantes?
¿Se acuerdan de las negociaciones mantenidas por el gobierno Mas-Mas Colell, con el aquel vampiro llamado Sheldon Adelson? ¿De qué independencia hablan cuando hablan de «independencia»?
¿Hay alguna duda sobre la urgente necesidad de emergencia de una izquierda no nacionalista (perdón por la redundancia) que construye lazos fraternales con el resto de la izquierda española? ¿Ns ponemos o lo dejamos hasta que nos hagan puré de patatas y zanahorias?
Recordemos: en el principio fueron la Palabra y la Acción. No vale con lo primero.
Un apunte más. El monumento a Colón, la estatua del esclavista Antonio López y la plaza del Duque de Medinaceli, les hablo ahora de Barcelona, amanecieron el pasado 11 de octubre con pintadas contrarias al 12O con mensajes del tipo: «12 de octubre, nada que celebrar». Perfecto, por supuesto que no. La CUP del consistorio barcelonés, después de tuitear que daba vergüenza una institución, el Ayuntamiento, «que mantiene los monumentos al colonialismo», difundió la fotografía de los monumentos pintados, apoyó la iniciativa y comentó: «Las calles siempre serán antifascistas».
No sé si antifascista es el término adecuado en esta ocasión, no es seguro que las calles barcelonesas siempre lo hayan sido (mejor dicho: es seguro que no lo han sido siempre) y lo vayan ser en el futuro, pero puestos en el tema, el asunto de las grandes fortunas esclavistas tipo Antonio López, no estaría de más pintar La Pedrera, el Parque Güell o la Sagrada Familia, monumentos, todos ellos, construidos con capital de orígenes más que dudosos. Y por supuesto, si las calles son antifascistas, ya sabemos la próxima cita: monumento a Francesc Cambó y la avenida que lleva su nombre. Será, según algunos, un gran hombre de la Pàtria pero financió y ayudó al golpe criminal de 1936. Por lo demás, las intervenciones cañeras se podrían extender a la multinacional Barça que tiene acuerdos financiero-publicitarios con uno de los Estados, Qatar, con una política interior y exterior más fuertemente reaccionaria, «muy fascistoides». Pero aquí, según parece, las críticas no son pertinentes: el Barça és més que un club!
Eso sí, mientras tanto, en la consejería de Educación, sin pintadas en sus paredes, la consejería que tiene a una ex alumna de Aura-Opus-separación-por-sexos como consejera, se discuten escenarios educativos sin límites presupuestarios, al mismo tiempo que se golpean las condiciones laborales del profesorado y disminuye el gasto por alumno en cinco o seis años en más del 16%.
PS. Lean, lean: http://www.ara.cat/politica/Francesc-Puigpelat-territorial-dIglesias-darrere_0_1667233286.html#.V_6qEGKC810.email . Francesc Puigpelat: «El discurs territorial d’Iglesias és fum, al darrere no hi ha res»
Nota:
[1] De una conversación de 1985 del ex president con el Grup Periodístic de Barcelona. Tomado de Francesc de Carreras, «El legado de Tarradellas», El País-Cataluña, 12 de octubre de 2016, p. 2. Innecesario es indicarlo pero, tal como están los tiempos, conviene señalar que estoy muy lejos de suscribir los elogios de Francesc de Carreras a la etapa y política de Tarradellas. Nada tiene que ver con mi posición con la del líder intelectual de Ciutadans.
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