Hace unos días comentábamos (ver: «La meteorología se extrema en el mundo») que los sucesos meteorológicos extremos estaban aumentando en frecuencia e intensidad en todo el mundo. Una de las cosas llamativas del ciclón Katrina ha sido lo cerca que se ha formado de la costa este de Estados Unidos y tras su paso por […]
Hace unos días comentábamos (ver: «La meteorología se extrema en el mundo») que los sucesos meteorológicos extremos estaban aumentando en frecuencia e intensidad en todo el mundo. Una de las cosas llamativas del ciclón Katrina ha sido lo cerca que se ha formado de la costa este de Estados Unidos y tras su paso por Florida el rápido e intenso desarrollo que ha tenido pasando de categoría 1 a 5 la máxima en la escala Saffir-Simpson (1).
El huracán en el momento de tocar tierra pasó a categoría 4, con lluvias torrenciales y vientos de más de 250 km/h. Aunque el ojo del huracán no paso justamente por encima de la ciudad de Nueva Orleans se vio igualmente afectada ya que el radio del huracán era de unos 300 km. De forma acientífica, algunos medios de comunicación llegaron a decir que la ciudad se había librado en el último momento por esta circunstancia. En realidad, el ojo del huracán es una zona de relativa calma, ya que el aire desciende a través de él.
Algunas señales de aviso ya habían sido dadas sobre el peligro que corría la ciudad histórica. La senadora Mary Landrieu, aviso hace dos meses a un grupo de congresistas y expertos del gobierno federal que el enrutamiento intencionado del río Missisipi durante el siglo pasado, junto con el crecimiento del nivel del mar por el cambio climático había erosionado la barrera natural contra las grandes tormentas. En caso de gran tormenta, «No hay un lugar seguro en Nueva Orleans», dijo. Es probable que un mar mas caliente haya potenciado el huracán. Según el científico del NCAR, Thomas R. Knutson, la temperatura del mar en zona tropical ha subido 1.8 grados centígrados y esto llevará en los próximos años a ciclones aún más fuertes. (2).
El editorial del New York Times apunta claramente a la influencia del hombre en este desastre. «El daño causado por un huracán como Katrina es casi siempre llamado un desastre natural. Pero es también no natural, en el sentido de que gran parte de él, lo hemos causado nosotros… Los políticos y planificadores tienen que repensar sobre las malas políticas que han contribuido a la vulnerabilidad de la ciudad.» (3)
Pudiera parecer que el hecho de que el huracán haya pasado no va afectarnos, pero dado que el puerto de Nueva Orleans distribuye el 15% de las exportaciones de EEUU y los especuladores están aprovechando el evento para disparar el precio del petróleo es probable que en poco tiempo se note un alza en los precios de los carburantes y productos relacionados. (4)
En resumen, tenemos los siguientes ingredientes, mala planificación del hombre en el desarrollo de una ciudad por debajo del nivel del mar en zona de huracanes, el calentamiento global y como se ve, una economía que depende excesivamente de los combustibles fósiles. Las consecuencias: miles de evacuados, centenares de muertos, daños económicos inmensos, ciudades desaparecidas, etc Incluso el país más poderoso del planeta no puede hacer frente a un fenómeno meteorológico de estas características.
(1) http://www.angelfire.com/nt/huracanes2/
(2) http://www.washingtonpost.com/wpdyn/content/article/2005/08/29/AR2005082901875.html?sub=AR
(3) http://www.nytimes.com/2005/08/30/opinion/30tue1.html
(4) http://seattletimes.nwsource.com/html/nationworld/2002456665_katrinaecon30.html