Las grandes ideas no las porta en la espalda un solo hombre, ni caminan sobre hilo de un razonamiento o de un discurso. Es necesario pioneros y lentos trabajadores de todos los días, espíritus ardientes y calmos polemistas, entusiastas y críticos, destructores y reconstructores, y que cada uno haga su parte Antonio Labriola, 1889 [1] […]
Las grandes ideas no las porta en la espalda un solo hombre, ni caminan sobre hilo de un razonamiento o de un discurso. Es necesario pioneros y lentos trabajadores de todos los días, espíritus ardientes y calmos polemistas, entusiastas y críticos, destructores y reconstructores, y que cada uno haga su parte
Antonio Labriola, 1889 [1]
Vuelven a la carga, de nuevo una huelga de hambre (en principio, hasta el final del Congreso de Móviles) en una ciudad cuyas clases dirigentes (la hotelera de manera destacada) y las fuerzas políticas que dirigen el Ayuntamiento de la «botiga més gran del món» están cada día más al servicio de los grandes negocios, de la voluntad, deseos y necesidades de las grandes corporaciones y sus máximo ejecutivos y, por supuesto, de sus propios intereses de acumulación insaciable.
Los compañeros «telefónicos» realizaron una huelga de hambre hace apenas tres meses. Conmovieron a las clases trabajadores de Catalunya, de toda España, a toda la ciudadanía crítica y no entregada. Obligaron, en plena campaña electoral centrada en temas identitarios y de supuesta independencia política, a hablar con claridad de lo que no tocaba hablar: de las agresiones a las clases trabajadoras, del golpe de estado permanente del capital y sus secuaces.
El 23 de febrero, mejor día imposible, a partir de las 14 h, un grupo trabajadores de Telefónica iniciaron otra huelga de hambre que sigue teniendo como objetivo la readmisión del compañero Marcos Andrés Armenteros, injustamente despedido por la aplicación de esas infames agresiones a los ciudadanos-trabajadores a las que impúdicamente llaman «reformas laborales». En «el grupo de los 15» participan, trabajadoras de Barcelona, de Euskal Herria, de Valencia, trabajadores de contratas y subcontratas de Telefónica, y algunas compañeras prejubiladas recientemente. Cuentan con el apoyo de En Construcción, CGT y CoBAS. De otros sindicatos se sabe poco y lo que se sabe no abona ningún entusiasmo.
Dos trabajadores de autobuses de TMB se sumarán a la huelga a partir de hoy lunes, 26 de febrero, la fecha del inicio del Congreso de Móviles: el ex presidente del Comité de Empresa, Saturnino Mercader, y Andreu de Cabo, un trabajador despedido que recientemente «ha ganado un nulo en el juicio a la empresa» [2], por lo que debería ser readmitido inmediatamente. La finalidad es loable: solidarizarse con la lucha por la readmisión de Marcos a partir del triunfo de los trabajadores de TMB. De paso, «denunciar la política antisindical y de despilfarro de la dirección de una empresa pública, que no escatima en gastar el dinero de la ciudadanía en procesos judiciales innecesarios».
La huelga de hambre se realizará en los locales donde se realizó la anterior huelga, en la sede del Comité de Empresa de Telefónica de Barcelona, calle Marqués de Campo Sagrado, 22, al lado de la parada del metro del Paral.lel (línea 2). ¡Seremos bien recibidos por descontado! Los huelguistas se trasladarán probablemente a las puertas del Congresito de móviles durante su celebración.
Los compañeros y compañeras huelguistas argumentan las razones de su movilización del modo siguiente: «hemos decidido intensificar nuestra lucha de cara fundamentalmente al Mobile World Congress 2013 (MWC) que se celebrará en Barcelona entre el 25 y 28 de febrero. Nos parece del todo inhumano que las empresas de telefonía móvil celebren este magno evento sin escatimar lujo alguno [SLA: algunas habitaciones de hotel están a más 200 euros la noche (extras no incluidos)] mientras someten a sus plantillas a despidos por baja médica, como en Telefónica-Movistar, o a EREs como el de Vodafone, que afecta a más del 30% de la plantilla».
Piensan mantener la huelga «al menos hasta la finalización del Congreso de Móviles el 28 de febrero». De acuerdo con las perspectivas de negociación que se hayan abierto, decidirán su continuación. No será fácil que Telefónica cambie sus planes antiobreros ni que dé su mano de hierro a torcer. Pero hay que estar, hay que luchar, no hay que abandonar.
Los huelguistas y compañeros de Telefónica acudieron, por supuesto, a la gran manifestación ciudadana prevista de la tarde del sábado en todo el Estado (en Catalunya, bajo el lema «Fem-los Fora! Juntes Podem!»). Se sumaron a la columna laboral que partió, desde luego, desde «la sede del Comité de Empresa de Telefónica, junto con otros colectivos de trabajadores en lucha y asambleas de barrio».
Este lunes 25, la primera jornada del congresito de móviles, tendrá lugar una huelga de jornada completa de la plantilla de Telefónica de Barcelona. Quieren inaugurar como se merece el «acontecimiento», reivindican «el fin de los despidos por enfermedad y la readmisión automática de los despidos declarados improcedentes». Elemental, ¿no? Los trabajadores de Telefónica desean que «la compañía readmita a Marcos, que se comprometa a no rescindir el contrato de nadie más por motivos de salud, y a que cuando haya un despido declarado improcedente por el juez, el afectado pueda decidir si quiere ser indemnizado o si prefiere reincorporarse a su puesto de trabajo». Invitan a los medios de comunicación, que aspiren realmente a ser medios de información y no de intoxicación, «a hacerse eco de estas acciones y transmitir al conjunto de la ciudadanía que la nuestra no es una lucha puntual, o aislada. Es una lucha por la readmisión de Marcos pero también una lucha para que estas injusticias no se repitan en el futuro». No quieren permitir, no podemos permitir, «que grandes empresas con beneficios como Telefónica se aprovechen de la reforma laboral para despedir injustamente a sus trabajadores y trabajadoras».
Una vez más, la protesta, la huelga, de las trabajadoras de Telefónica merecen todo nuestro apoyo. Su lucha es la lucha de todos nosotros. Estamos convocados a participar en todas sus acciones. La solidaridad sigue siendo un elemento esencial en el lenguaje, en la praxis, en la forma de ubicarnos en el mundo de las clases trabajadoras. La lucha es y debe ser permanente; su esfuerzo, nuestro esfuerzo, es más necesario que nunca.
Notas:
[1] Debo la cita al amigo y alma de Espai Marx, Joan Tafalla.
[2] Para más información: Plataforma Marcos-Readmisión Contactos de Prensa: Enrique Mosquera: 660620669; Josep Bel: 639390710
Para más información: BLOG: http://huelgadehambreentelefonica.blogspot.com.es
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Salvador López Arnal es miembro del Frente Cívico Somos Mayoría
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.