En una nota, la fuerza naval dijo que el procedimiento se llevó a cabo con seguridad y competencia técnica, en la tarde del viernes 3 de febrero de 2023
La Armada hundió en la tarde del viernes el portaaviones desmantelado “São Paulo”, que navegaba en el mar desde hacía meses después de que se le prohibiera la entrada a Brasil y al extranjero.
“El procedimiento fue realizado con la necesaria competencia técnica y seguridad por parte de la Marina de Brasil, con el fin de evitar daños logísticos, operativos, ambientales y económicos al Estado brasileño”, dice la fuerza naval a través de una nota.
Este viernes el Tribunal Regional Federal de la V Región (TRF-5) autorizó a la Armada a hundir el portaaviones, rechazando una petición del Ministerio Público de la Federación (“MPF”) que vio en la decisión un grave riesgo ambiental.
Tres perforaciones en el casco de la embarcación hicieron que la nave se llenara de agua, lo que hizo inevitable el hundimiento, según una inspección realizada por la Armada de Brasil.
Según el documento, si no se hacía nada el portaaviones se hundiría sin control a mediados de febrero.
Riesgo de daño ambiental
El Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables, IBAMA, evaluó que el hundimiento del barco podría causar los siguientes daños ambientales:
– La liberación de materiales contaminantes contenidos en la estructura puede perturbar la capacidad de filtración y dificultar el crecimiento de organismos acuáticos.
– El impacto físico que en el fondo del océano puede causar la muerte de especies y el deterioro de los ecosistemas.
– La emisión de gases (CFCs y HCFCs) utilizados en el aislamiento de las habitaciones contribuyen desde la corrosión de las paredes a la degradación de la capa de ozono.
– Los cadáveres pueden atraer especies invasoras dañinas para la biodiversidad nativa.
– Los microplásticos y los metales pesados, presentes en las pinturas de los buques, pueden convertirse en protagonistas de una bioacumulación indeseable en los organismos acuáticos.
Por eso el IBAMA solicitó a la Marina información para estudiar alternativas para reducir el daño ambiental.
La agencia ambiental también quería mapear el área del fondo del océano donde se hundiría el barco.
Según el MPF la chatarra del buque contiene 9,6 toneladas de amianto, sustancia que tiene potencial tóxico y cancerígeno.
El casco también contiene 644 toneladas de pintura y otros materiales peligrosos.
Según el IBAMA el barco no transportaba carga tóxica, pero los materiales peligrosos son parte «inseparable» de su estructura.
Uno de esos materiales es el asbesto, una fibra mineral considerada tóxica. Actualmente prohibido en más de 60 países, el asbesto se utilizó en varios sectores industriales. Desde el año 2017 una decisión del Supremo Tribunal Federal, STF, prohibió por completo el uso del asbesto en Brasil.
La Armada solamente asumió la gestión del portaaviones después de que “MSK”, la empresa que lo transportaba entre Brasil y Europa, amenazara con abandonar el casco en medio del océano.
Área del hundimiento
En la nota difundida por la Armada de Brasil se confirma que el exportaaviones “São Paulo” fue hundido en aguas jurisdiccionales brasileñas -Águas Jurisdicionais Brasileiras (“AJB”)- a 350 kilómetros de la costa brasileña y a una profundidad de aproximadamente 5.000 metros.
El documento también dice que el área «fue seleccionada con base en estudios realizados por el Centro de Hidrografía de la Marina y el Instituto de Estudios del Mar “Almirante Paulo Moreira».
“Los análisis consideraron aspectos relacionados con la seguridad de la navegación y el medio ambiente, con especial atención a la mitigación de impactos en la salud pública, las actividades pesqueras y los ecosistemas”, dice el texto de la Armada.
Según la Marina este lugar fue elegido por cinco razones:
1. Ubicación dentro de la Zona Económica Exclusiva de Brasil.
2. Ubicación fuera de las Áreas de Protección Ambiental.
3. Zona libre de interferencias con cables submarinos documentados.
4. Área sin interferencia de proyectos de obras sobre aguas marinas (por ejemplo, de parques eólicos).
5. Área con profundidades mayores a los 3.000 metros.
Los expertos nos dijeron que el portaaviones podría hundirse con explosivos. Habiéndolo indagado la Armada no detalló la operación.