La Audiencia Nacional ha archivado, diligencias 12/08, la denuncia-querella presentada por el colectivo de extrema derecha «Manos Limpias» ante la fiscalía de ese Tribunal, en la que se reclamaba la ilegalización de la organización castellanista. El archivo de esa denuncia-querella, es una pequeña pero significativa victoria del movimiento popular castellano; y expresión de que las […]
El archivo de esa denuncia-querella, es una pequeña pero significativa victoria del movimiento popular castellano; y expresión de que las instituciones del Estado, incluyendo a ese tribunal de excepción que es la Audiencia Nacional, a la hora de tomar sus decisiones, valoran cuidadosamente las repercusiones sociales y políticas de éstas. Y en estos momentos tirar para adelante con el proceso de ilegalización de IzCa, les iba a suponer más inconvenientes que ventajas, porque ni amplios sectores de la sociedad castellana iban a compartirlo ni diversas instancias internacionales a entenderlo.
Ésto lo saben perfectamente las instituciones del Estado Español y también saben perfectamente que siendo una organización modesta en lo referente a nuestros recursos, somos absolutamente coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos, y que ante un hipotético proceso de ilegalización, no sólo no íbamos a amedrentarnos sino que por el contrario nuestra respuesta sería la de reafirmarnos en nuestros principios ideológicos y politicos ante la represión.
Así ha sido siempre ante los diversos procesos represivos policiales y judiciales que hemos sufrido desde nuestra constitución en el año 2000, y así será ante las nuevas medidas represivas que sin duda alguna recaerán sobre nuestra organización y/o sus militantes. Desde luego la campaña de criminalización de IzCa en diversos medios de comunicación sigue adelante con toda intensidad.
La línea básica de trabajo, con archivo o sin archivo de la querella de «Manos Limpias», va a ser la misma, es decir, luchar, por la justicia social, especialmente en el contexto de la tremenda crisis económica que tenemos encima, por el reconocimiento de la unidad territorial y los derechos políticos de Castilla, así como por la consecución de un auténtico Régimen democrático que depure y excluya de una vez por todas la supervivencia de estructuras heredadas del Franquismo, entre otras la Monarquía Borbónica.