(2´22´´ / 555 Kb) – El Grupo Votorantim y la multinacional Monsanto cerraron recientemente una sociedad para producir variedades de organismos genéticamente modificados – los transgénicos – de la caña de azúcar. En sociedad, dos empresas controladas por la Votorantim desarrollarán cultivos de caña con las tecnologías utilizadas en la soja y en el algodón […]
(2´22´´ / 555 Kb) – El Grupo Votorantim y la multinacional Monsanto cerraron recientemente una sociedad para producir variedades de organismos genéticamente modificados – los transgénicos – de la caña de azúcar. En sociedad, dos empresas controladas por la Votorantim desarrollarán cultivos de caña con las tecnologías utilizadas en la soja y en el algodón de la multinacional.
La intención de la Votorantim es empezar el cultivo comercial de la caña transgénica hasta 2009. La autorización quedará en las manos de la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio), que liberó en el mes de mayo el maíz modificado de la empresa Bayer, aun sin los estudios de impacto exigidos por organizaciones y científicos.
Las empresas afirmaron que la producción de esta caña va a reducir los costos de producción, pues dispensa los diversos agroquímicos que hoy son utilizados. Para Gabriel Fernandes, asesor técnico de la organización social Asesoría y Servicios a Proyectos en Agricultura Alternativa, esto es una promesa que nunca se verifica.
«En verdad lo que nosotros asistimos es una repetición de las mismas promesas de los otros transgénicos. Si nosotros consideramos cualquier país que planta transgénicos, vemos que esta promesa de las empresas no se verifica. En general, después de dos, tres años de cultivo los agricultores tienen que utilizar cada vez más productos químicos que son vendidos por las mismas empresas. La liberación de la caña y esta sociedad sólo muestran una tendencia cada vez mayor a la unificación de grandes corporaciones para lanzar nuevos productos en el mercado y tener cada vez el mayor control y aumentar la dependencia del agricultor.»
Los ingresos líquidos de la Monsanto, solamente en este primer período de 2007, aumentaron 9,5%, lo que la empresa atribuyó a la venta del agrotóxico Roundup. En el estado de Paraná, por ejemplo, la Secretaría de la Salud apunta que sólo en 2003 hubo 124 casos de intoxicación de personas por el contacto con el agrotóxico y cuatro de los cuales resultaron en muertes.