Ha pasado casi un año desde el acuerdo tomado tras las elecciones autonómicas de mayo de 2011. ¿Qué valoración puede hacerse de la actuación política de IU? Estamos en un momento difícil: el gobierno de José Antonio Monago, que prometió en su discurso de investidura «abrir las ventanas del gobierno para que corra el aire», […]
Ha pasado casi un año desde el acuerdo tomado tras las elecciones autonómicas de mayo de 2011. ¿Qué valoración puede hacerse de la actuación política de IU?
Estamos en un momento difícil: el gobierno de José Antonio Monago, que prometió en su discurso de investidura «abrir las ventanas del gobierno para que corra el aire», «no tocar ni educación ni sanidad» y promover el diálogo entre las fuerzas políticas y con los sindicatos, desde la llegada de Rajoy al poder está incumpliendo todas y cada una de sus promesas. Los recientes decretos de Sanidad y Educación, que suponen meter mano en los dos pilares básicos del sistema de bienestar con el objetivo declarado de hacer negocios, favoreciendo en ambos casos a la iniciativa privada en detrimento de lo público, han sido asumidos con la mayor naturalidad por la Junta de Extremadura quien ha optado por desarrollarlos en toda su profundidad.
Por ejemplo: en educación algunas comunidades, incluso gobernadas con mayoría absoluta del Partido Popular, como la de Galicia, han anunciado que no van a modificar las ratios escolares (una medida que, junto al aumento de las horas lectivas, no persigue otra cosa que poder prescindir de profesorado al tiempo que se potenciará una enseñanza de peor calidad) mientras que nuestra Consejera no solo las va a modificar sino que está impulsando un futuro recorte de interinos: 14 millones de euros del capítulo I de educación, ¡de la seguridad social de los trabajadores! acaban de ser trasladados en los presupuestos para destinarlos a Presidencia, Administración y Agricultura… Antes había cambiado 170.000 euros de los fondos destinados al mantenimiento de la escuela pública para transferírselos directamente a los colegios concertados.
… Podríamos seguir. El modelo del Partido Popular pasa por depreciar todo lo que huela a público y avanzan paso a paso por esa vía. ¿Y qué se puede hacer desde la Asamblea? Buena parte de las medidas se sustraen al debate en el Parlamento, limitando con ello la capacidad de reacción de Izquierda Unida. Las contradicciones, tanto internas como externas, empiezan a aflorar y se espera del grupo parlamentario una contestación contundente a las contrarreformas conservadoras y neoliberales que se están impulsando.
¿Qué éxitos pueden esgrimirse durante este período desde el punto de vista de la defensa de los intereses de las clases trabajadoras extremeñas?
Hablaba antes de «abrir las ventanas»… el éxito aquí ha sido muy limitado. El Partido Popular ha sustituido un régimen de poder por el propio. Hay que decirlo con claridad: el clientelismo sigue dándose, aunque cambie la cara de los patrones. Si el Partido Socialista usaba las instituciones para colocar a amigos y afiliados, para favorecer a las empresas y los empresarios amigos, para zanjar todo movimiento crítico, para controlar todos los resortes de la sociedad, el Partido Popular, que viene con ganas de quedarse, se ha puesto manos a la obra para tejer sus propias redes: se han colocado a familiares en puestos de libre designación (en vez de suprimirlos); en la CEXMA (nuestra tv y radio autonómicas) las productoras ligadas al entramado mediático conservador se hacen con todos los recursos, etc.
Hemos logrado, y es un éxito, que en la Asamblea de Extremadura el gobierno esté obligado a responder y comparecer, la vida parlamentaria en ese sentido se ha enriquecido, pero como decía en mi anterior respuesta, pese a ello, el ejecutivo tiene bastantes instrumentos para, pese al control, poder aprobar sus políticas.
Educación y sanidad habían sido preservadas hasta hace un mes. Lo sustancial no se tocaba. Pero tras los decretos del gobierno nacional ya no podemos decir lo mismo. Hoy la sanidad y la educación pública están amenazadas. En sanidad ya se anuncian el cierre de urgencias, plantas hospitalarias y puntos de atención continuada (en una región como la nuestra con su población rural dispersa) y a los trabajadores de la administración se les va a subir la jornada laboral, con el no ocultado deseo de prescindir de trabajadores (el peso de lo público es asfixiante, ha llegado a decir el Presidente de la Junta)
Medidas como nuestra propuesta de supresión de los privilegios económicos del ex Presidente sigue sin hacerse efectiva, y en lo que respecta al sobresueldo de los ex altos cargos cuando se incorporaban a su plaza hemos logrado una disminución, pero se mantiene ese vergonzante privilegio. Lo que sí hemos impulsado es un recorte salarial de los diputados, consejeros y directores generales y los recortes salariales a los funcionarios, que sí deben ser aprobados en la Asamblea, van a ser rechazados.
¿Alguna crítica de lo hecho hasta el momento?
Nos falta mucha pedagogía y sobre todo clarificar que queremos hacer en el futuro. Mi posición es clara al respecto: IU debe conformarse como una alternativa tanto a las salidas neoliberales y de recortes del PSOE como a las actuales del PP. Rechazarlas de pleno porque suponen cargar la responsabilidad de la crisis en las espaldas de los asalariados, cuando los culpables tienen nombre y apellidos y se llaman Rodrigo Rato, Emilio Botín, S.A. y S. L. Izquierda Unida tiene dos alas, una que plantea superar lo que hay, es decir, hacer lo necesario y otra que considera que debemos arrancar propuestas concretas y «posibles» en las instituciones… cuando van las dos al unísono volamos bien: arrancamos compromisos pero nunca olvidamos que nuestra principal labor es crear conciencia de clase… el problema radica cuando el ala de «lo posible» se convierte en posibilismo.
Permíteme que formule un argumento que he oído en más de una ocasión: tras las elecciones de noviembre de 2011, tras la contrarreforma laboral de febrero de 2011, no tiene ningún sentido que IU permita un gobierno del PP en Extremadura. Antes tal vez sí, ahora ya no. ¿Qué te parece?
Hemos cambiado de ciclo. La Reforma Laboral del Partido Popular es la reforma más agresiva de la Historia reciente de España tras la de 1984 de Felipe González. Las dos, aquella y ésta, buscan amparar un nuevo modelo de relaciones laborales en Estado donde el patrón, la empresa, pueda imponer condiciones leoninas a sus trabajadores, mermando la capacidad de respuesta sindical de los mismos. Y luego vinieron los recortes de educación y sanidad, para obtener, entre otras cosas, 10.000 millones de euros para pagar la deuda de Bankia (que hoy ya va por los 23.000 millones).
Es un nuevo ciclo, sin duda. Y al Partido Popular hay que decirle «hasta aquí». Y al Partido Socialista, «pero no me olvido de lo que hicisteis en la anterior legislatura», porque el PSOE, a menos que tenga un contrapeso social y político en frente, va a caminar por las mismas vías económicas que el PP, tal vez más lento, pero por las mismas vías.
Soy partidario de asumir ese cambio de ciclo y re-construir desde la izquierda una alternativa al golpe de estado neoliberal… también en esta Comunidad.
¿Han mejorado vuestras relaciones con el PSOE? ¿Han hecho alguna autocrítica por sus procedimientos y programas de gobierno?
Vara sí. Su partido no. El PSOE sigue sin asumir su responsabilidad en la derrota electoral y sobre todo son incapaces de articular una respuesta seria al Partido Popular. Su programa sigue sin definirse, más allá del uso reiterativo de eslóganes y lugares comunes.
Las relaciones, tras un periodo muy turbulento, a cara de perro, puedo asegurarlo, empiezan poco a poco a normalizarse, más allá de los exabruptos de su Portavoz Parlamentario, de quien podemos decir que actúa con la fe del converso.
La posición de IU en Andalucía ha sido muy distinta de la tomada en Extremadura. ¿No resulta extraño? ¿Una misma organización política puede obrar con criterios tan distintos sin caer en la contradicción e incluso en la incomprensión de la ciudadanía?
Quiero empezar diciendo que yo apoyé la propuesta de IU Andalucía de dejar gobernar a Griñán. Me pareció la mejor decisión posible, o si se prefiere, la menos mala. Pero, desde el respeto a lo votado por los compañeros de la comunidad hermana, yo nunca hubiera entrado en el gobierno, porque supone gestionar desde unos recursos que vienen ya pre-diseñados y con un partido que ha asumido el discurso del déficit.
Fue la misma posición que defendí en IU Extremadura: que gobierne Vara, e IU a la oposición a trabajar con nuestra gente, a crear conciencia crítica, a movilizar y parar todos los golpes al estado del bienestar que se puedan desde la Asamblea de Extremadura.
Somos una organización donde los militantes tienen peso, y quieren hacerse oír. En IU de Extremadura votaron en un momento donde quien hacía los recortes desde Madrid, y brutales, era Zapatero y aquí los aplicaba a rajatabla el PSOE. Los compañeros de Andalucía lo hicieron con Rajoy de recortador… y en Asturias han decidido no entrar en el gobierno probablemente tras conocer el ajuste presupuestario impulsado por Griñán… porque PSOE y PP, repito, vienen caminando por las mismas vías económicas aunque lo hagan a distinta velocidad.
¿Cómo están, cómo siguen vuestras relaciones con la dirección federal de IU? ¿Se comportan como deben comportarse?
Creo que, poco a poco, también empiezan a normalizarse. Deben dejarnos nuestro espacio y nuestro tiempo para tomar las decisiones y nosotros debemos entender su derecho a opinar sobre IU Extremadura.
¿Apoyaría, debería apoyar IU una moción de censura si el PSOE se animara a hacerlo?
El PSOE ha creado una polémica artificial, es la primera vez que se anuncia una moción de censura por entregas. E Izquierda Unida debe actuar con seriedad. Yo pondría encima de la mesa un programa concreto con medidas cuantificables: aumento del profesorado en educación y oposiciones para cubrir todas las plazas (algo, por cierto, reclamado ahora por el PSOE en la oposición); recuperación de las unidades sanitarias cerradas; volver a la jornada laboral de 35h en la administración, fin de los despidos en la administración pública, un Plan de Empleo para dar cobertura, mínimo, a 10.000 extremeños… Programa, programa, programa. ¿Estáis dispuestos a debatir medidas de izquierdas y de rearme ideológico? Entonces nos ponemos a debatir ¿Se trata solo de cambiar de Presidente con el engañoso juego de ficción de «hay que parar a la derecha» pero sin cuestionar sus políticas ni plantear alternativas? Entonces no participamos, porque la gente tiene que percibir que gobernar desde la izquierda es otra cosa.
¿La ciudadana de izquierdas de Extremadura ha comprendido bien la posición que se ha tomado?
Eso lo sabremos en las próximas elecciones. Recurrir a las últimas generales puede ser engañoso, porque las condiciones sociales y políticas no son las mismas.
Estoy seguro que la ciudadanía de izquierdas entendió nuestra abstención. Y defendieron esa decisión tomada por las bases. Pero la gestión posterior es distinto: lo que se nos pide ahora es que seamos oposición al Partido Popular.
¿Cómo se están viviendo las disensiones que, acaso inevitablemente, acompañaron a la decisión que tomasteis? ¿Está unida la organización a pesar de los puntos de vista no coincidentes?
Repito. La decisión de abstenernos fue defendida por toda la organización y en los primeros meses no solo no hubo fracturas, sino que ganamos en militancia y credibilidad. Pero tras la aprobación de los PGE y las medidas regresivas que está adoptando el Partido Popular ha aflorado un cuestionamiento interno. Caminamos a una Asamblea regional donde vamos a tener, seguramente, uno de los debates más intensos que se han vivido en los últimos años en IU. Bienvenido sea. Un debate donde se pondrán encima de la mesa dos preguntas: qué queremos ser de mayor y para qué estamos en este mundo. Bienvenido sea también.
De ese debate yo espero que salgamos más unidos que nunca, pero sin cerrar en falso ninguna postura. No va a ser una Asamblea de lucha de poder: es una Asamblea de orientación programática y con una militancia que pide ser escuchada. Tomaron una decisión hace casi un año y quieren valorar ahora la gestión desde entonces… valorar y decidir también.
Dos preguntas sobre hechos y declaraciones recientes. ¿Qué ley ha infligido el consejero de Sanidad? ¿Se ha pedido su dimisión?
La Ley de Incompatibilidades. Y más allá de eso que un Consejero se estuviese ganando un sobresueldo en una clínica privada en Portugal no solo es ilegal, sino que es aberrante. Es la peor imagen que se puede trasladar de la Política. Pero sobre todo es sintomático de cómo entienden algunos el gobierno. No es extraño que no se escandalicen ante políticas que favorecen descaradamente lo privado a costa de lo público. Ellos lo practican día a día.
Tras conocer esos hechos yo pedí inmediatamente su dimisión: o dimitía o tenía que ser cesado por higiene democrática.
El presidente de la Junta ha respondido de forma mejorable a una, digo mal, «reflexión» del alcalde de Barcelona sobre el AVE y Extremadura, en la tónica de siempre. ¿Algún comentario sobre ello?
Tiene collons que un Presidente de una Comunidad con una de las tasas de desempleo más elevadas de todo el Estado se dedique a descender así a ese terreno de las bajezas.
Por lo demás, yo le hubiera dicho al alcalde de Barcelona que el AVE de Extremadura, y el de Cataluña, y el de Andalucía son el mejor ejemplo de despilfarro de los dineros públicos. Sobre todo cuando sus recursos proceden del tren convencional, que es el que usamos todos y todos los días.
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