Traducido por Félix Nieto para Globalízate
Nuevos estudios sugieren que el impacto de los barcos ha sido gravemente subestimado y que la industria naviera está emitiendo gases de efecto invernadero a un ritmo que duplica a los emitidos por la aviación.
El transporte marítimo, que tradicionalmente se ha considerado como el menos dañino, está creciendo tan rápido que la contaminación que produce es al menos un 50% mayor de la que se creía hasta ahora. Las emisiones marítimas se prevé que aumenten un 75% en el año 2020.
La Organización Marítima Internacional, el organismo de las Naciones Unidas concebido para regular el sector, ha formado un grupo de trabajo que publicará un informe este año. Sus estudios sugieren que los cálculos anteriores, unos 600 millones de toneladas al año, se han quedado bastante cortos. La verdadera cifra seria de más de mil millones de toneladas, según un informe confidencial producido para el IMO por Intertanko, la Asociación Independiente Internacional de propietarios de petroleros.
Comparando, la aviación produce unas 650 millones de toneladas. Las cifras antiguas estaban basadas en las estimaciones de 2001, pero el transporte marítimo ha crecido un 4,5% de media anualmente.
Mientras se está presionado a otras industrias para que reduzcan sus emisiones, el transporte marítimo se ha librado hasta ahora. Bill Box de Intertanko reconoce que la industria ha respondido lentamente. «El transporte marítimo no está regulado y para los políticos es la última fruta madura por recoger».
En California, el Juez Supremo ha lanzado una petición con la intención de forzar a la Agencia de Protección Medioambiental para que reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero de los barcos en aguas estadounidenses. En el Reino Unido, el Gobierno está recibiendo presiones para que incluya las emisiones de los barcos en sus objetivos de sus propuestas sobre el Cambio Climático el mes que viene. Nuevas regulaciones por parte de la UE entran en vigor en Noviembre para obligar que los barcos usen combustibles más limpios, ya sea en las líneas de costa como en aguas continentales.
«El transporte marítimo es una industria invisible» ha dicho el Sr. Box. «Los puertos están alejados de los núcleos de población y mucha gente solo ve un barco al año».
La industria sirve más del 90% del comercio mundial y el aumento del comercio conlleva un aumento de la flota. Actualmente es más eficiente mandar un contenedor por barco desde Beijing a Londres que transportarlo 100 Km. por carretera.
La flota mundial de barcos surcando los océanos asciende a 90.000, según Oceana, una organización localizada en los EEUU, para la protección oceánica que forma parte de una coalición de grupos medioambientales que ha firmado la Petición de California. La petición dice que la flota genera unas emisiones equivalentes a unos 190 millones de automóviles, todo el parque automovilístico del País.
Michael Woods, de la Asociación Jurista Medioambiental sobre el cambio climático del Reino Unido, dice que las reducciones de contaminación del Gobierno están llegando antes de lo que la industria esperaba. Dice que el transporte marítimo podría ser incluido en el Comercio Europeo de Emisiones.
Con los sectores por carretera fuertemente regulados, la industria naviera podría proveer la manera más efectiva económicamente de reducir los gases de efecto invernadero.
Desde los años 70, la mayor parte de los barcos comerciales han usado combustible pesado, un subproducto del proceso de refino del petróleo para un combustible con más graduación. Una persona dentro de la industria lo describe como «las sobras que provienen del otro extremo que está a medio camino de convertirse en asfalto».Tiene unos efectos secundarios potencialmente letales como la emanación de dióxido sulfúrico, dióxido de carbono, oxido nitroso y acido sulfúrico.
Estudios recientes en los EEUU y en Holanda muestran que los contaminantes de los barcos contribuyen con la mitad de la neblina sulfúrica de Los Ángeles. En Rótterdam, las autopistas marítimas en el Mar del Norte pasan a unas 25 millas de la costa, produciendo contaminación que puede alcanzar hasta 1000 millas.
«Si quieres mejorar la calidad del aire en tierra, tendrás mejores resultados invirtiendo un euro en el mar que si lo inviertes en tierra» ha dicho Pieter Hammingh de la Agencia Medioambiental Holandesa.
Articulo Original: Shipping pollution ‘far more damaging than flying’
By Daniel Howden, Deputy Foreign Editor
Publicado en The Independent: 10 Octubre 2007
http://environment.independent.co.uk/climate_change/article3043734.ece