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La contaminación y la inacción política matan

Fuentes: Ecologistas en Acción

Son muchas las evidencias científicas que demuestran que la combinación de cambio climático y contaminación atmosférica provocan trastornos neurológicos, enfermedades pulmonares, cardiovasculares, cáncer, diabetes, obesidad… y muertes, ¡muchas muertes!

Sin llegar al extremo, pueden ser también la causa del Trastorno del Espectro Autista (TEA) o del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), entre otros trastornos, que aumentan en los últimos años.

Es por ello que podemos tratar de frenar el deterioro del planeta y, con ello, el de nuestra salud o resignarnos y adaptarnos a la nueva situación.

Una de las causas principales del cambio climático y de la contaminación atmosférica es el tráfico en nuestras ciudades. La solución fundamental para el problema del tráfico la conocemos: andar, usar la bici y el transporte público. Para mejorar la calidad del aire hay otra solución mágica: más árboles, más zonas verdes… y menos cemento y granito.

Y una medida que ayudaría es que en nuestras ciudades se diseñen Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), establecidas ya en la Directiva Europea y en la Ley de Cambio Climático española.

¿Qué ha propuesto el Ayuntamiento de Santander? Una ZBE inútil. Bueno, bien pensado, no es tan inútil, será útil en sentido contrario, servirá a las empresas a las que se les han adjudicado dos suculentos contratos. Y servirá para otra cosa: empeorar el tráfico en las zonas próximas a la ZBE y, por tanto, cabrear a los vecinos y vecinas, haciéndoles creer que esto de las Zonas de Bajas Emisiones tiene la culpa de todo, claro, sin hacer la reflexión que no es la ZBE, sino su aplicación en este Ayuntamiento. Y también servirá para  tratar de engañar a la Unión Europea y así poder justificar los fondos europeos ya recibidos.

Se pretende implantar una ZBE de mínima extensión y no precisamente donde existe mayor contaminación. Llega con tres años de retraso y plantea tantas excepciones y demoras que, como decíamos, no servirá para nada o, mejor dicho, para nada bueno. Presentan un Proyecto de ZBE sin aportar los datos que les sirvan como soporte. No sabemos si es falta de transparencia o que no disponen de datos fiables y tener que demostrar que no hay rigor es patético. Ya les hemos pillado en algunas mentiras evidentes: decir que han colocado los sensores en un punto concreto y realmente hemos comprobado que están en otro lugar donde el tráfico es menor. Un caso especialmente vergonzoso es el de los sensores colocados en la misma Plaza del Ayuntamiento (cerca de la fachada municipal, bien alejados del tráfico). Si los hubieran situado cerca de la calle Calvo Sotelo, donde hay tráfico, que es lo que se tiene que medir, las mediciones hubieran sido mucho más altas.

¿Nos toman por ignorantes a la ciudadanía de Santander? No lo somos y lo debemos demostrar.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece unos límites de contaminación. En el caso del NO2, uno de los contaminantes producidos por el tráfico, el límite científico está situado en 10. Los límites que establece la nueva directiva europea son mucho más altos ya que están fijados por los grupos de presión del petróleo (lo han establecido en 20, para entrar en vigor en 2030) y los vigentes actualmente en España son penosos: 40. Con la ZBE propuesta en Santander no vamos a llegar a lo que propone la OMS, límite que han conseguido bajar ciudades como Pontevedra, donde ya viven bajo umbrales seguros.

Según el prestigioso Instituto de Salud Global de Barcelona (ISG Global) Santander se encuentra en el puesto 169 de 858 ciudades (siendo la 1 la peor y la 858 la mejor). Según sus estimaciones, en Santander, en los 3 años de retraso de la implantación de ZBE se podrían haber evitado 500 muertes, si se hubieran alcanzado los niveles de contaminación que marca la OMS. Terrible dato que nos estaría hablando, por tanto, de homicidios imprudentes, muertes que se podrían haber evitado con una correcta intervención política, ¿habría que exigir entonces responsabilidades penales por “prevaricación por omisión”?

La legislación europea contempla Zonas de Especial Sensibilidad para los centros escolares y sanitarios al ser los colectivos que más sufren los efectos de la contaminación. En Santander no se piensa hacer nada. Hablamos de la salud de las personas, de todas las personas. Saber lo que hay que hacer, conocer los datos, engañar, no actuar… es vergonzoso, irresponsable y criminal. Hagamos algo, señalemos, denunciemos, exijamos: “¡Más árboles y personas! Menos tráfico y mentiras”.

Fuente: https://www.ecologistasenaccion.org/345607/la-contaminacion-y-la-inaccion-politica-matan/