El proyecto de urbanizar Marina de Cope, una de las pocas zonas aún sin construir en la costa de Murcia, cercana al municipio de Águilas, ha sido declarado inconstitucional. El 13 de diciembre el Tribunal Constitucional declaró ilegal un artículo de la Ley del Suelo de Murcia, introducido hace 12 años por el PP durante […]
El proyecto de urbanizar Marina de Cope, una de las pocas zonas aún sin construir en la costa de Murcia, cercana al municipio de Águilas, ha sido declarado inconstitucional. El 13 de diciembre el Tribunal Constitucional declaró ilegal un artículo de la Ley del Suelo de Murcia, introducido hace 12 años por el PP durante la aprobación de dicha ley. Entonces, en el último tramo de la tramitación de la norma en las cortes regionales se introdujo una enmienda, a propuesta de la diputada popular Lourdes Méndez, sin seguir el procedimiento habitual. Ese texto fue la clave que desprotegió 11.000 hectáreas de varios parques regionales de Murcia para permitir su urbanización. La joya de la costa murciana a la que iba enfocada dicha enmienda era el parque regional Marina de Cope-Puntas de Calnegre, en concreto a 1.800 hectáreas en las que el PP tenía planeado un megaproyecto urbanístico de lujo.
Marina de Cope es una zona especialmente sensible porque es la única que ha permanecido libre de la fiebre del ladrillo, debido a lo escarpado del terreno, a que está formada por pequeñas calas, muchas de difícil acceso, y también porque Iberdrola proyectó una central nuclear allí (que se paró por el riesgo sísmico de la zona, como demostró después el terremoto de Lorca).
La enmienda en la Ley del Suelo regional de 2001 modificó los límites de los parques naturales de la región ya que decía que quedarían sometidos a la extensión de los Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) propuestos por el Gobierno de Murcia en Bruselas. Sin embargo, éstos son figuras de protección que tienen otros fines distintos a los parques naturales y, además, entonces ni siquiera estaba definido el ámbito territorial de los LIC murcianos ni habían sido aprobados.
Por eso en 2004 el Gobierno murciano fue más allá. Blindó el proyecto urbanístico de Marina de Cope con una ley regional ad hoc que lo declaró «de Interés Regional», ardid legal que antepone esa norma regional a los tribunales ordinarios y a la Ley de Conservación de los Espacios Naturales. Ese fue también el mecanismo que utilizó la Junta de Castilla y León para aprobar en 2007 una urbanización de lujo en un espacio protegido, la Ciudad del Medio Ambiente, en el Soto de Garray (Soria), donde se construyen ya 800 viviendas de lujo, mientras diversas asociaciones sorianas esperan también el fallo en contra del Tribunal Constitucional.
Según la normativa, la única posibilidad de recurrir una Ley de Interés Regional es a través de un recurso al Constitucional avalado por un mínimo de 50 diputados o senadores. En el caso de Murcia, prosperó. Ecologistas en Acción de Murcia se puso en contacto con el único grupo regional que tenía esa representación y 65 diputados del PSOE recurrieron ese artículo de la Ley del Suelo. «Hablamos con Cristina Narbona y movilizó a los diputados. Era la única posibilidad que nos dejaba la ley», dice Rubén Vives, de Ecologistas en Acción.
Una urbanización de lujo
El proyecto contemplaba edificar más de 9.000 viviendas de lujo, 22.000 plazas hoteleras, seis campos de golf y una marina interior: «Era una especie de Venecia. Querían dragar una de las ramblas interiores que desemboca en el mar para que el agua entrase a través de ese canal y crear un gran lago interior para los barcos, con 2.000 amarres. Así, los propietarios de las viviendas de lujo saldrían desde sus chalés y recogerían sus yates para llegar desde ahí al mar. Es el mismo modelo que existe en algunas islas que son paraísos fiscales», explica Vives. Ha sido una lucha larga y diversas organizaciones se unieron para mantener la costa. Se creó entonces la Iniciativa Ciudadana y Profesional para la Defensa Jurídica del Litoral (Prolitoral) impulsada por Ecologistas y otras asociaciones.
Marina de Cope era una las máximas apuestas del Partido Popular de Murcia, en el Gobierno regional desde hace 17 años. A pesar de la sentencia del Constitucional, el presidente de la Comunidad murciana, Ramón Luis Varcárcel, no descarta el proyecto urbanístico en Marina de Cope. Nada más conocer el fallo declaró que acatan la sentencia y que «se subsanarán los errores» y si «el Tribunal decide que está fuera del principio constitucional, se rectificará». Vives explica que «esa Ley del Suelo regional es hija de la que aprobó Aznar (1997), que declaraba urbanizable todo, excepto lo que se prohibiera, y no al revés. Un modelo el del ladrillo que ya se ha demostrado insostenible».
El Constitucional declara en la sentencia contra la Ley del Suelo, que provocó «inseguridad jurídica» porque «no se llevó a cabo delimitación territorial» de los parques naturales, ya que los LIC se aprobaron en 2006. Por tanto, pide que los parques naturales vuelvan a su origen, anterior a la Ley del Suelo de 2001. «Se han llevado a cabo actuaciones en un espacio protegido donde está prohibido construir. Eso lo dijimos desde el principio, pero el Gobierno de Murcia fue aprobando normativas y acciones que hemos recurrido sucesivamente a través de contenciosos, y eso ha retrasado también la urbanización. La Justicia es tan lenta que casi 12 años después nos da la razón. El proyecto lo ha parado la crisis», dice Pedro Luengo, de Ecologistas en Acción.
El pastel del ladrillo
Entre los accionistas que habían adquirido terrenos en el parque de Marina de Cope, desprotegido por el Gobierno de Murcia para llevar a cabo una urbanización de lujo, se encontraban varias cajas de ahorro y la empresa Iberdrola. Una de esas entidades era Caja Murcia, hoy en el Banco Mare Nostrum, que contaba con varias hectáreas que ha vendido recientemente. Caja Castilla-La Mancha también pensaba participar del negocio de la macrourbanización junto con Bankia, que cuenta también con terrenos que esperaba urbanizar junto a varias promotoras más.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/global/la-costa-marina-cope-murcia-no-se-urbaniza.html