En tiempos de crisis, la derecha siempre ha pedido bajar los impuestos directos y aumentar los indirectos, mientras que la izquierda, defendía la progresividad fiscal, o lo que es lo mismo que pague más, quien mas tiene. Pero ojo, en la España actual, esto no es lo que ha hecho el PSOE que se dice […]
En tiempos de crisis, la derecha siempre ha pedido bajar los impuestos directos y aumentar los indirectos, mientras que la izquierda, defendía la progresividad fiscal, o lo que es lo mismo que pague más, quien mas tiene. Pero ojo, en la España actual, esto no es lo que ha hecho el PSOE que se dice todavía de izquierdas aunque ahora caramelee con ello.
El gobierno de Zapatero empieza a hablar de progresividad fiscal -«moderada y limitada», según De la Vega- mientras que la oposición de Rajoy, con un cinismo sin parangón (pues siempre aplicaron idénticas políticas económicas), miente deliberadamente, para tratar de pescar en el río revuelto de la crisis -diciendo que la clase media va a pagar los excesos de ZP-. Y lo hacen utilizando la frase de Goebbels: «una mentira cien veces repetida se vuelve verdad para las masas».
Si los unos lanzan globos sondas con mas miedo que convicción, otos arrojan cortinas de humo para ocultar sus miserias (corrupción galopante y deslegitimación de jueces y fiscales) y lejos de señalar que no hay que subir los impuestos, no ofrecen alternativas a la crisis.
IU siempre ha pedido una verdadera reforma fiscal. Un servidor sin ir más lejos, en sus cuatro campañas electorales, ha difundido esta progresividad fiscal, y hoy por hoy seguiría recogiendo nuestras sempiternas propuestas:
· Combatir eficazmente el fraude fiscal, erradicar los paraísos fiscales y normalizar la economía sumergida,
· Recuperar los impuestos de sucesiones y patrimonio, que solo pagan el 1% y no son las clases medias precisamente
· Elevar el último tramo del IRPF, hasta el 50% -el que pagan los más ricos- pues ahora está en el 43%.
· Establecer un impuesto a las grandes fortunas.
· Equiparar las rentas del capital y las plusvalías de las grandes fortunas -que ahora tributan al 18 por ciento, igual que las de un ahorrador normal- a las rentas del trabajo, cuya tributación en el IRPF se mueven entre el 24 y el 43 por ciento, y
· Exigir que esas sociedades de inversión llamadas SICAV, -donde los ricos solo cotizan al 1%), tributen al 30%, como el resto de sociedades. ¿Cómo se explica que según publica la Ghesta (técnicos de hacienda) los empresarios ganen menos que los trabajadores y paguen como los mileuristas al igual que los astros extranjeros como Kaka o Ronaldo?
La cuestión no es tan complicada, pues son propuestas casi de manual de economía. La cuestión no es si subir o no los impuestos, sino a quien se les deben subir. Solo con aplicar algunas de las medidas aquí expresadas, la crisis no la pagarían quienes no la han provocado, porque solo con una mayor contribución fiscal de los que más tienen, las necesarias medidas anticrisis no afectarían a los trabajadores/as con rentas mas bajas, como pasa ahora cuando se suben los impuestos indirectos que sí pagamos todas las clases sociales y en idéntica cuantía.
Luis Ángel Aguilar Montero es coordinador provincial de IU en Albacete