Los efectos sobre la biodiversidad de estos primeros años del siglo XXI ya son evidentes. Un estudio que cuenta con la participación de investigadores de la Real Sociedad para la Protección de las Aves de Reino Unido (RSPB) y de las universidades de Varsovia, Roma, Grenoble y Queensland, además de Birdlife International, concluye que la […]
Los efectos sobre la biodiversidad de estos primeros años del siglo XXI ya son evidentes. Un estudio que cuenta con la participación de investigadores de la Real Sociedad para la Protección de las Aves de Reino Unido (RSPB) y de las universidades de Varsovia, Roma, Grenoble y Queensland, además de Birdlife International, concluye que la deforestación en lo que llevamos de siglo ya ha puesto en riesgo la supervivencia de más de 500 especies de mamíferos, aves y anfibios.
El trabajo ha analizado los cambios ocurridos entre 2002 y 2012 de una masa forestal que sirve de hogar a más de 11.000 especies. Para ello, han empleado cientos de mapas de alta resolución y libre acceso de la plataforma Google Earth, captados vía satélite.
Según explican los investigadores, el propósito de esta investigación era aportar datos sobre el terreno que complementasen el marco de trabajo que ofrece la Lista Roja de Especies Amenazadas que elabora -con la colaboración de organizaciones como SEO/BirdLife- la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (IUCN, en sus siglas en inglés). En su última revisión, la lista analizó el estado de 63.837 especies, de las cuales 19.817 se encuentran amenazadas. Casi 4.000 se hallan en peligro crítico y otras 5.766 en peligro, el nivel inmediatamente inferior en cuanto a riesgo de extinción.La gran mayoría de las especies que atraviesan un creciente riesgo de extinguirse viven en zonas cuya masa forestal se ha visto severamente reducida
Con estos datos en la mano, la investigación, que publica la revista Conservation Biology, concluye que la gran mayoría de las especies que atraviesan un creciente riesgo de extinguirse viven en zonas cuya masa forestal se ha visto severamente reducida. De hecho, el estudio sugiere que este riesgo de extinción es mayor del que hasta ahora se pensaba.
«Los resultados son realmente sorprendentes. Los porcentajes totales de especies en situación preocupante aumenta un 15% en el caso de las aves, un 25% en el caso de los mamíferos y un 33% en anfibios», señala el director científico de BirdLife International, Stuart Butchart. En total, y según los datos de la investigación, la deforestación de los últimos años habría afectado a entre 198 y 490 especies de anfibios, entre 215 y 253 aves y entre 51 y 131 mamíferos.
«Nuestras conclusiones subrayan la necesidad de abordar con urgencia las causas de la deforestación y asegurar una conservación efectiva de las masas forestales, especialmente en aquellas áreas de las que dependen muchas especies amenazadas», apunta Butchart.
Entre las especies que se verían más afectadas, los investigadores citan a la cotorra colilarga (Psittacula longicauda), que ha visto cómo el 17% de su área de distribución -fundamentalmente, en Indonesia y Malasia- se ha perdido en los primeros años del siglo XXI. Este dato, según los autores, podría propiciar que su estado de conservación se agrave y pase a vulnerable dentro de la clasificación de la IUCN.
Otro caso destacado es el de Atelopus flavescens, un sapo endémico de la Guayana Francesa que cuenta con apenas 400 kilómetros cuadrados de hábitat natural debido a la deforestación. Los autores estiman que su estado de conservación debería pasar de vulnerable a en peligro. La ardilla voladora de Hagen (Petinomys hageni) ha perdido más del 70% de los bosques donde habitaba, distribuidos entre Sumatra e Indonesia. Su estado podría ser revisado a en peligro.
Aseguran los autores del trabajo científico que los puntos más afectados por la deforestación del siglo XXI se ubican en América Central, la cara norte de los Andes, Madagascar, los bosques del arco oriental de África -en las montañas de Kenia y Tanzania- y las islas del Sudeste Asiático.
«Esta es precisamente la clase de investigación a escala planetaria que esperábamos poder apoyar cuando creamos Google Earth», explica Dave Thau, responsable de desarrollo de Google Earth. Y añade: «Nos hemos esforzado en poner grandes cantidades de datos y herramientas para analizarlos a disposición de investigadores que puedan usarlos. Ellos han dado a estas herramientas un gran uso, transformando los datos en conocimiento y ayudando al mundo a comprender mejor los retos ambientales a los que nos enfrentamos».
Fuente original: http://www.publico.es/ciencias/deforestacion-ultimos-15-anos-pone.html