Entrevista a Rosa Yañez, del Foro Red de Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos
El viernes 22 de septiembre al mediodía, distintas organizaciones de mujeres y feministas se dieron cita frente a los Tribunales de justicia para protestar en contra de la suspensión de la libre entrega de la píldora anticonceptiva de emergencia (PAE) a las jóvenes mayores de 14 años. Se llevaron una sorpresa cuando supieron que la quinta sala de la Corte de Apelaciones dejó sin efecto la orden que había dado el 13 de octubre impidiendo la entrega del fármaco. Por ahora la PAE puede ser repartida en los consultorios, pero la batalla judicial aún no termina.
Esta manifestación fue convocada por la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe y el Foro Red de Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos, entre otras organizaciones. Las mujeres, y también algunos hombres, que asistieron a dicha protesta celebraron la nueva medida de la Corte de Apelaciones con alegres cánticos y con la convicción de que «la democracia es laica o no es democracia», como afirmaba la convocatoria al evento.
No obstante, las organizaciones de mujeres están conscientes de que este nuevo escenario puede ser pasajero y por lo mismo es necesario estar a atentas a la intromisión de la Iglesia Católica en las políticas de salud pública. Por eso, el viernes también fueron a expresar su alegría por la reposición de la entrega de la PAE frente a la Catedral de Santiago.
El giro que dio la quinta sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, acogiendo el recurso de reposición presentado por el Ministerio de Salud, se explica porque hubo un cambio en los integrantes del tribunal. Esta vez los ministros Haroldo Brito, Jorge Zepeda y el abogado integrante Nelson Pozo, decidieron de forma unánime dejar sin efecto la orden de no innovar dictada por la misma sala, argumentando que tal medida, que impedía entregar la píldora, sólo se puede tomar una vez otorgada la sentencia y no antes como era el caso. El alcalde de la Florida, Pablo Zalaquett, ya anunció que continuará con su batalla legal y su «defensa de la familia».
Rosa Yañez, coordinadora de la región metropolitana del Foro Red de Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos, sostiene que la entrega masiva de la PAE mujeres desde los 14 años «no es una medida que afecte negativamente a las familias, muy por el contrario esto viene a poner el tema en las familias. La comunicación relacionada con temas de sexualidad hace tiempo que hace falta, nunca hubo conversación abierta de estos temas. El sexo, la sexualidad, el placer, los derechos no son temas recurrentes de los padres hacia lo/as hijos/as o viceversa y en eso la iglesia tiene responsabilidad ya que todo lo relacionado con la sexualidad intenta limitarlo a la procreación».
Rosa Yañez explica que la entrega masiva de la PAE es «una de las tantas aspiraciones que tenemos en materia de salud sexual y reproductiva, porque conocemos la realidad de muchas mujeres con quienes trabajamos en forma constante, vemos las problemáticas de las familias en cuanto a la sexualidad, conocemos cómo viven y cómo enfrentan estos temas». Agrega que «esta medida viene a poner una buena cuota de equidad entre las mujeres sin recursos económicos, quienes son las más perjudicadas por la falta de acceso y así lo demuestran las estadísticas y la gente que a diario nos está contando las dificultades que tienen en materia de acceso a la PAE y a otras necesidades de de atención en salud sexual y reproductiva».
Consultamos a Rosa Yañez porqué estima que la iglesia católica se opone de manera tenaz al a PAE, aún cuando ésta no es abortiva. «La iglesia y su jerarquía debiera entender es que estas posturas no la dejan bien parada frente a sus propios fieles ya que coarta los derechos de las personas a decidir sobre su propio cuerpo y sexualidad», afirma Yañez. Y agrega además que «Surge la duda de si la iglesia católica entendió y acogió los variados tipos de familias existentes hoy en el país, si escucha las opiniones de los fieles y si ha asimilado el número de niños menores en riesgo social, si conoce y qué hace por las mujeres maltratadas, niñas y niños abusados y otros problemas. La iglesia debería buscar la realidad, escuchar la verdad de cómo viven las familias, los/las jóvenes».