Recomiendo:
0

Interpretación reaccionaria de "El País"

La derrota de The Clash

Fuentes:

Se cumplen tres décadas de la edición de London Calling, el disco más emblemático de The Clash. La primera impresión, como ya dijimos respecto a la edición del 25 aniversario, es que Sony se sigue tomando la revancha del grupo. The Clash conspiraron para que este álbum doble se vendiera a precio sencillo. Se trataba […]

Se cumplen tres décadas de la edición de London Calling, el disco más emblemático de The Clash. La primera impresión, como ya dijimos respecto a la edición del 25 aniversario, es que Sony se sigue tomando la revancha del grupo. The Clash conspiraron para que este álbum doble se vendiera a precio sencillo. Se trataba de que sus seguidores pagaran un precio razonable por las canciones. Ahora, con cada nueva reedición, su discográfica añade unos cuantos extras no solicitados y pone el precio en el doble -por lo menos- de lo que debería valer (justo cuando la grabación está más que amortizada). Estos días El País ha publicado su inevitable página conmemorativa del evento, usando el habitual tono político-didáctico, bajo el cual se percibe un sutil pero inconfundible aroma reaccionario (cuando no directamente racista). Escogemos un fragmento:

«Los Clash encarnaban la rama politizada del punk rock, frente al nihilismo existencial y el gusto por la provocación -«nos gustan las esvásticas»- de Pistols o Banshees. Reciclaban imágenes y conceptos de la extrema izquierda; respondían a lo que se recuerda como el «Invierno del Descontento», periodo de huelgas y disturbios que culminó, ay, con la elección de mistress Thatcher, disciplina severa. Naturalmente, iban de antinorteamericanos, si hemos de creer aquello de «I’m so bored with the USA». Dicen que los prejuicios se quitan viajando. Al igual que ocurriría con U2, les revolvió los esquemas el contacto con los verdaderos Estados Unidos, esa América que yace olvidada entre los polos mediáticos de Manhattan y Hollywood. Descubrieron que subsistían muchas corrientes musicales, ignoradas por la gran industria del entretenimiento. Y que los nativos, a diferencia de los que encontraron en su visita a Jamaica, podían ser afables».

Muy bonito, pero se ve el truco: para justificar sus tesis, el texto explota la manida contradicción entre el antiamericanismo político y el cultural. Desde el primer momento, los Clash abrazaron la cultura rocker, por tanto nunca fueron antiamericanos culturales. El autor manipula este malentendido para insinuar que el antiamericanismo político es paleto y pueril. Además, la comparación con Bono y compañía está muy cogida por los pelos: los estilos americanos que descubrieron los Clash no tienen nada que ver con el rollo arqueológico de U2. Lo que The Clash encontraron en EE UU fue a Sugarhill Gang y Grandmaster Flash (el grupo supo apreciar el primer hip hop por lo bien que conocían la música jamaicana). Como remate, tiene tela la última frase del fragmento de El País: viene a decir que si todos tuviéramos más dinero para viajar, conoceríamos mejor el mundo, descubriendo de primera mano lo brutos que son en Jamaica y lo encantadora que es la gente de Estados Unidos. En fin…

Fuente: http://www.ladinamo.org/blog/?p=661