- En el marco de la campaña #AparcaLaSoja, Ecologistas en Acción y Rainforest Foundation Norway lanzan una investigación documental sobre los impactos de la agroindustria de la soja en Brasil.
- Las historias de vida recopiladas y los datos evidencian que el funcionamiento estructural del sistema agroalimentario es devastador y debe cambiarse.
Ecologistas en Acción y Rainforest Foundation Norway publican dos vídeos que retratan con diferentes testimonios los impactos del monocultivo de soja en la Amazonía y la sabana tropical de El Cerrado, dos biomas con las mayores tasas de deforestación de Brasil. Este trabajo documental se ha realizado en la época en la que tienen lugar las queimadas, incendios provocados para cultivar a posteriori soja y expandir pastizales para la industria de carne.
La investigación identifica la responsabilidad de la agroindustria en el incremento de los incendios ilegales y la violencia contra las comunidades locales. Otros impactos son el acaparamiento de tierras, la contaminación de agua y erosión del suelo, así como la pérdida de biodiversidad. Los testimonios recogidos en los videos señalan como infractores a empresas multinacionales como Bunge y Cargill, que compran la soja en las regiones devastadas de la Amazonía y El Cerrado y que son, a su vez, los principales proveedores de soja en el mercado europeo.
A pesar del gran malestar social por los incendios forestales en Brasil, la exportación de los granos de soja a la Unión Europea (UE) de enero a julio de 2020 ha aumentado un 75 % en comparación con el mismo período del 2019, según cifras de la Asociación Brasileña de Industrias de Aceites Vegetales (ABIOVE). Mientras que la importación de torta de soja aumentó en un 2.23 %.
Por su parte, un estudio publicado por la revista Science afirma que al menos el 20 % de la exportación de soja a la UE está relacionada con el uso ilegal de la tierra, así como el 17 % de la exportación de carne vacuna. Aún así, los mercados europeos han aumentado la compra de soja. En el caso de España, es el segundo importador de la UE de soja brasileña. En 2019 la importación de soja fue de 544 millones de euros. La mayor parte se utiliza para la elaboración de piensos.
Los incendios, impulsados por el desmantelamiento de las políticas de protección ambiental y el apoyo gubernamental a la agroindustria, son uno de los factores más importantes que aceleran la degradación en la Amazonía y El Cerrado. El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) contabilizó 125.031 incendios forestales en el país desde enero hasta el 12 de septiembre de 2020, el mayor registro desde 2010. Para el caso de la Amazonía en julio de este año se registró un aumento del 30 % comparado a 2019. En El Cerrado el incremento fue de un 6 %.
El monocultivo de soja no solo agrava la crisis climática y destruye la biodiversidad, sino que también afecta las comunidades campesinas e indígenas violando sus derechos humanos. La expansión de la frontera sojera ha implicado el desplazamiento y hostigamiento, tal y como documenta en su informe la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT). En 2019 se registraron 1.833 casos de violencia, 23 % más que en 2018 y la cifra más alta en los últimos cinco años. Según los datos de esta organización, solo los conflictos por la tierra afectaron la vida de 859 023 personas en Brasil.
La demanda presentada por Ecologistas en Acción y otras organizaciones contra el Gobierno de España por incumplir sus obligaciones climáticas también se justifica por los impactos de sus políticas comerciales y su acción exterior. Es incoherente que el gobierno español trámite la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y, al mismo tiempo, impulse la firma de un acuerdo comercial con los países del Mercosur que agravaría la deforestación y la emergencia climática.