La negligente atención del embarazo y del parto causa la muerte de una mujer por minuto, 15 años después de que 179 naciones se pusieran de acuerdo para implementar un programa de salud sexual y reproductiva. Estadísticas como ésta, suministrada por la Organización Mundial de la Salud, concentraron el interés en la apertura del foro […]
La negligente atención del embarazo y del parto causa la muerte de una mujer por minuto, 15 años después de que 179 naciones se pusieran de acuerdo para implementar un programa de salud sexual y reproductiva.
Estadísticas como ésta, suministrada por la Organización Mundial de la Salud, concentraron el interés en la apertura del foro organizado en Berlín por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el gobierno alemán desde el miércoles hasta este viernes.
Más de 400 representantes de organizaciones no gubernamentales de 131 países participan en el encuentro que conmemora el 15 aniversario de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, realizada en El Cairo en 1994.
Aquella reunión «fue un hito en materia de políticas de planificación familiar», dijo a IPS Laura Villa Torres, de la Red de Jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos, de México.
«Hasta ese momento, las políticas demográficas en el ámbito local e internacional no eran democráticas y, a veces, eran hasta racistas, con medidas como la esterilización de mujeres pertenecientes a determinadas etnias», añadió.
El nuevo enfoque considera que la planificación familiar y la sexualidad es un derecho humano, no objetivos fijados por un Estado de forma autoritaria.
El programa de la conferencia de El Cairo se proponía universalizar el acceso a métodos de planificación familiar para 2015, en el marco de un enfoque más amplio sobre los derechos de salud reproductiva. También ofrecía estimaciones de los recursos necesarios para lograrlo, en el ámbito local e internacional.
También subrayó la importancia de la equidad de género y de mejorar el estatus de la mujer, no sólo como un fin en sí mimo, sino como factores esenciales para lograr un desarrollo sostenible.
Pero como suele ocurrir con los programas sobre políticas de desarrollo, los objetivos están lejos de alcanzarse.
«Sin duda que hubo avances, pero han sido desiguales y selectivos», dijo a IPS Gill Greer, de la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF, por sus siglas en inglés), con sede en Londres. «El derecho a beneficiarse de la mejor atención médica, en especial en materia de salud sexual y reproductiva, sigue siendo esquivo para millones de personas, en particular las más pobres y marginadas».
«Nadie debería morir por mantener relaciones sexuales. Sin embargo, es algo que ocurre todos los días», se lamentó.
La propagación del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), se cobra cientos de miles de vidas cada año. Más de 200 millones de mujeres no pueden acceder a anticonceptivos, la mayoría en los países menos desarrollados.
Además, unas 67.000 mujeres pierden la vida a causa de abortos practicados en condiciones inseguras y millones más sufren enfermedades o quedan lesionadas o con algún tipo de discapacidad.
Una forma de medir el fracaso de las políticas gubernamentales es la disminución de los fondos destinados a atender la problemática. «Entre 1994 y 2008 disminuyó de 30 a 12 por ciento el monto destinado a la salud sexual y reproductiva en el conjunto del presupuesto médico», señaló Greer.
El gobierno del ex presidente estadounidense George W. Bush (2001-2009) y, en especial, autoridades de la Iglesia Católica son responsables de la situación.
La condena del Vaticano a la educación sexual y el conservador enfoque de Bush contribuyeron al «resurgimiento de la oposición política contra el programa de la Conferencia de El Cairo, propiciando ataques contra su contenido», indicó Greer.
La actual crisis financiera internacional empeoró la financiación de los programas de desarrollo humano, porque el dinero se adjudica al rescate del sector industrial y bancario.
La degradación ambiental, acelerada por el cambio climático, la escasez de alimentos y las consiguientes migraciones masivas, acallan los pedidos de renovar los esfuerzos en materia de salud sexual y reproductiva.
Es un razonamiento equivocado, explicó la directora ejecutiva del UNFPA, Thoraya Ahmed Obaid. «Cada nuevo dólar que se invierta en planificación familiar, implica un ahorro de cuatro dólares en otros gastos», señaló.
«El costo de evitar embarazos no deseados, muertes durante el parto y salvar la vida de millones de recién nacidos asciende a 23.000 millones de dólares», apuntó, lo que los gobiernos gastan en defensa en 10 días.
La ministra alemana de Cooperación Económica y Desarrollo, Heidemarie Wieczorek-Zeul, llamó a los países industrializados a destinar uno por ciento de los paquetes de estímulo a atender necesidades en materia de desarrollo.
También criticó la terca aplicación de los principios de la economía de mercado, precisamente cuando una crisis financiera global los pone en duda.
El lema de las políticas mundiales debería ser, añadió, «lo que importa no es el mercado, estúpido, son las personas».