El estado norteamericano de la Florida es uno de los lugares más peligrosos del hemisferio occidental, debido a la violencia reportada diariamente por la prensa. En cada emisión de los diarios de ese estado, se pueden leer noticias de terror, donde la vida de los ciudadanos no vale nada. Asaltos en centros comerciales en pleno […]
El estado norteamericano de la Florida es uno de los lugares más peligrosos del hemisferio occidental, debido a la violencia reportada diariamente por la prensa. En cada emisión de los diarios de ese estado, se pueden leer noticias de terror, donde la vida de los ciudadanos no vale nada.
Asaltos en centros comerciales en pleno día, robos en residencias, trifulcas callejeras, muchas de ellas por temas de las drogas, choferes que atacan a otros en las autopistas, agresiones a policías, violaciones de mujeres y asesinatos, son cometidos a cada hora en el llamado Estado del Sol y el más reciente fue la masacre de 17 adolescentes, ocurrida en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, condado Broward, el 14/02/2018, ejecutada por un joven de 19 años con un fusil de asalto.
A pesar de esa alta peligrosidad, el Departamento de Estado ni Donald Trump, no han emitido alertas de seguridad para que los norteamericanos no viajen a ese estado, por correr riesgo su salud y vida, como ha hecho con Cuba, uno de los lugares más seguros del mundo, reconocido por agencias de ONU y por la asociación estadounidense de turoperadores Respect, (Responsible Ethical Cuba Travel).
El 29/09/2017 el Departamento de Estado, emitió una alerta recomendando a los estadounidenses no viajar a Cuba, porque podían correr el riesgo de ser víctimas de los misteriosos «ataques» que dicen haber sufrido 24 diplomáticos y sus familiares en La Habana.
En enero de 2018 reformuló la alerta, donde plantean a los visitantes «reconsiderar» sus viajes a la Isla.
Los estadounidenses tienen prohibido viajar como turistas a Cuba, algo que viola su libertad de movimiento.
Toda esa alharaca forma parte de una Operación diseñada por sus servicios de inteligencia, con el propósito de afectar el turismo, una de las más fuertes fuentes de divisas al país, e incrementar la guerra económica que estableció la Casa Blanca contra la Revolución, desde hace más de medio siglo.
El método de guerra económica es empleado constantemente por Estados Unidos, contra los países que tienen gobiernos no aceptables para ellos, ejemplos evidentes son Venezuela, Irán, Rusia y Corea del Norte.
La política sucia desarrollada por Estados Unidos es bien conocida y, como muestra de su poderío, aplican sanciones para intentar doblegar a los que no aceptan someterse a las órdenes del dictador de turno en el salón oval de la Casa Blanca.
En Cuba cualquier ciudadano camina por sus calles de día y de noche sin temer ser asesinado, asaltado o violado, la policía no porta armas largas y no existen tiroteos como ocurren en la Florida o Cancún, lugares para los cuales no existen alertas de seguridad.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), médicos y autoridades de salud pública estadounidenses, consideran que, desde hace muchos años, las muertes por armas de fuego representan una amenaza a la salud pública en ese país.
Por supuesto, todo tiene una marcado interés político y de ahí la reticencia de las autoridades de Estados Unidos de ver la violencia interna con armas de fuego, como un asunto de salud pública, porque una alerta como la establecida contra Cuba, afectaría la economía de la Florida.
Los datos son ilustrativos y según un estudio de Visit Florida, los turistas gastan aproximadamente 108 mil 800 millones al año en Florida, generando 11 mil 300 millones en impuestos estatales y locales. En un día unos 2,2 millones de visitantes llegan a ese estado y gastan un promedio de 300 millones diarios.
Para tener una idea de la diferencia abismal con Cuba, basta señalar que en la Florida desde el 2016, hay un tiroteo colectivo al año, cuando un hombre mató a 49 personas e hirió a 58 en el Pulse, un club nocturno de Orlando. En 2017 otro hombre armado asesinó a cinco personas e hirió a seis, en el Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale-Hollywood.
De acuerdo con informaciones reportadas por los CDC, posterior a la señalada masacre en Orlando, la relación de muertes por armas de fuego en la Florida, aumentó de 11,5 por cada 100 mil floridanos en el 2014 a 12,6 por cada 100 mil en el 2016.
El Departamento de Salud de la Florida reportó recientemente que las armas de fuego están entre las tres primeras causas de muerte, en personas de entre 10 y 34 años, en los años 2013, 2014 y 2015. Solo en 2016 hubo 38 mil 551 muertes por armas de fuego en Estados Unidos, algo que jamás sucede en Cuba.
Otro lugar para el que tampoco existen alertas de seguridad es el balneario mexicano de Cancún, muy frecuentado por estadounidenses y con varias cadenas de hoteles propiedad de empresas de Estados Unidos.
Pero a diferencia del Departamento de Estado, la Secretaría de Relaciones Exteriores de Alemania, publicó una advertencia de viaje para los alemanes que deseen visitar Cancún, donde recomiendan no quedarse durante las noches en la zona del centro, ya que «recientemente se han producido varios enfrentamientos violentos«, y añaden:
«En muchas regiones de México, hay conflictos armados entre las fuerzas de seguridad del estado y el crimen organizado, el número de crímenes violentos está aumentando, al igual que la violencia contra las mujeres, en particular en las regiones turísticas«.
Esa es la prueba de la doble moral yanqui y su marca pretensión de dañar la economía cubana, pero el turismo a la Isla crece porque la verdad prevalece y como dijera José Martí: «Nunca se acepta lo que viene en forma de imposición injuriosa».
Arthur González, especialista en relaciones Cuba-EE.UU., editor del Blog El Heraldo Cubano.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.