Probablemente los compañeros de Socialismo XXI y Xarxa Socialista Unificada de Catalunya no sean de todos conscientes de la emoción que los ciudadanos de izquierda que vivimos en Catalunya hemos sentido al leer su comunicado sobre la próxima diada. Gracias, mil gracias. Lleva por título: «Por una Diada en defensa de la Democracia, el autogobierno, […]
Probablemente los compañeros de Socialismo XXI y Xarxa Socialista Unificada de Catalunya no sean de todos conscientes de la emoción que los ciudadanos de izquierda que vivimos en Catalunya hemos sentido al leer su comunicado sobre la próxima diada. Gracias, mil gracias.
Lleva por título: «Por una Diada en defensa de la Democracia, el autogobierno, la República Federal y el Socialismo» y se afirma y razona en el escrito tesis y posiciones -es decir, solidarias verdades como puños- como las siguientes:
El gobierno de la Generalitat, el que ha apostado hasta el último momento por Eurovegas, lo mismo que el gobierno de doña Aguirre y Gil de Biedma, convoca a la ciudadanía a la manifestación de la Diada, una manifestación que tiene como lema «Catalunya (la de Mas y sus amiguetes corruptos), nuevo Estado de Europa (neoliberal)». Lo justifica, señala el comunicado, en defensa de su propuesta de Pacto Fiscal a negociar con el Gobierno de Rajoy.
Nos convoca, prosigue el texto de Socialisme XXI y XSUC, «el mismo gobierno de CiU que recortó el PIRMI provocando más pobreza y exclusión social, los mismos que agravan las desigualdades sociales quitando impuestos a los ricos y aumentando la presión fiscal a la mayoría en un ejercicio de expolio fiscal a los más débiles. Nos convoca el mismo gobierno que defendía las políticas de ajuste impuestas por Angela Merkel, la Comisión Europea y el BCE y las aplicaba «ejemplarmente» en Cataluña recortando en salud y educación a pesar de las protestas masivas de la ciudadanía. Nos convocan las mismas fuerzas cuyos parlamentarios capitaneados por el «ultraliberal» Duran i Lleida han votado a favor y endurecido la «Contrareforma Laboral» que ha provocado más desempleo y pobreza. Los mismos que votaron en el Congreso de Diputados a favor de la «Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria» presentada por el gobierno de Rajoy en cumplimiento del último Tratado de la UE o «Pacto Fiscal» que profundiza los recortes sociales y facilita la recentralización y disminución del autogobierno autonómico y municipal. Nos convoca el mismo gobierno cuyo Consejero de Interior Sr. Felipe Puig ha utilizado a los «Mossos» sistemáticamente contra las movilizaciones ciudadanas y que preconiza un brutal endurecimiento del código penal contra los derechos y libertades públicas. Nos convoca los mismos que, los mismos que se han beneficiado del episodio de corrupción del caso Palau y de tantos otros… «
¿Se pasan? ¿Alguna exageración? Nada de eso. Memoria bien acuñada y racionalismo temperado que diría Francisco Fernández Buey, quien por cierto, en tiempos del franquismo, silencio y represión, se manifestó repetidamente a favor de las libertades nacionales catalanas y el ejercicio del derecho de autodeterminación mientras algunos dirigentes actuales de CiU, que ya no eran niiños, estaban en la playa o de fin de semana en Cadaqués.
La contradicción, señala el comunicado, es «escandalosa, demasiado evidente como para permanecer ciegos, sordos y en silencio». Lo es desde luego. El Gobierno CiU de la Generalitat sostenido con los votos del PP, recuerdan, «cómplices ambos de las políticas de ajuste neoliberal que desde la UE someten a los pueblos de Grecia, Irlanda, Portugal, Italia y Estado Español a un brutal saqueo de recursos para asegurar la devolución de la deuda a la Banca alemana, francesa, y europea» (y española habría que añadir), reclama el reconocimiento de la independencia y soberanía de Catalunya como nuevo estado en la Unión Europea que bajo «la dominación de Angela Merkel y el Bundesbank, impone gobiernos tecnocráticos no electos, envía cónsules de la llamada «Troika» a imponer sus dictados con actitud neocolonial, desconociendo y sojuzgando las soberanías democráticas de las ciudadanías de los países que llaman despectivamente «PIGS».
¿Qué hacer entonces? Lo evidente, lo que hemos hecho siempre: la izquierda transformadora y federalista rechaza tamaña manipulación, «y llamamos a la clase trabajadora, a la ciudadanía democrática y solidaria, a las víctimas de los recortes del Gobierno de CIU a no participar en esa ceremonia de confusión que será utilizada por el gobierno de Artur Mas para seguir chalaneando con el Gobierno de Rajoy y continuar desmontando el «Estado de Bienestar» en Catalunya repartiendo sus despojos entre las «400 familias» de la gran burguesía catalana». Insisto: a no participar en esta interesada ceremonia de confusión
¿Se trata entonces de quedarse mudos y quedar con los amigos? No. La izquierda transformadora y federalista llama «a defender el autogobierno de Catalunya y de los ayuntamientos como instituciones que estén al servicio de los intereses y necesidades de la clase trabajadora y la ciudadanía». Para que no haya confusiones, señalan, se oponen «consecuentemente al proyecto recentralizador autoritario que se deriva del Pacto por el Euro Plus y la consiguiente reforma constitucional del artículo 135 que prioriza los objetivos de devolución de la deuda y reducción del déficit sobre el gasto público y social, así como del reciente Tratado de Estabilidad Presupuestaria o «Pacto Fiscal» de la Unión Europea».
Socialisme XXI y XSUC hacen un llamamiento a todas -¡a todas!- las fuerzas políticas «a denunciar y desvincularse de dichos tratados antisociales y antidemocráticos, a establecer una moratoria en el pago de la deuda exterior, su auditoría y apertura de una negociación y restructuración de la deuda compatible con el bienestar social y el desarrollo económico sostenible». Llaman a impulsar y participar «en un proceso constituyente desde abajo que culmine en una nueva Constitución donde la economía y sus instrumentos estén al servicio de las personas, que garantice el conjunto de derechos sociales, laborales y políticos, la igualdad efectiva, la profundización de la democracia, el respeto al equilibrio ecológico, en el marco de una república federal entendida como una «casa común libremente compartida» que tenga como garantía el derecho de autodeterminación».
El programa de la hora, como le gustaba decir a Sacristán (que también escribió a favor del derecho de autodeterminación de los pueblos), es tan claro como éste: «Frente a los juegos y maniobras divisionistas y de distracción de los poderosos, de las oligarquías, de las cancillerías europeas, y de las «400 familias» de la burguesía catalana, construyamos la alianza social de los de abajo, de la mayoría ciudadana víctima de la crisis y el neoliberalismo, con el conjunto de pueblos del estado español víctimas de la crisis y el expolio fiscal de sus élites».
Gracias, compañeros, gracias. Algunos pensábamos -erróneamente- que, de nuevo, nos habíamos quedado sin voz, sin palabra y sin discurso para insumisos razonables e indignados como gustaba decir al autor de Leyendo a Gramsci.
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