Pedimos a los políticos que no acepten chantajes de la Coalición de Creadores Los ciudadanos y ciudadanas de este país – y de muchos otros – llevamos unos cuantos años pidiendo a las industrias del entretenimiento que reconviertan su negocio, para que lo adapten a la era digital, sin pretender que paguemos el anacronismo y […]
Pedimos a los políticos que no acepten chantajes de la Coalición de Creadores
Los ciudadanos y ciudadanas de este país – y de muchos otros – llevamos unos cuantos años pidiendo a las industrias del entretenimiento que reconviertan su negocio, para que lo adapten a la era digital, sin pretender que paguemos el anacronismo y el desbocado afán recaudatorio de su gestión.
Concretamente pedimos: productos culturales a precios asequibles (para entendernos, dejar de pagar 25 euros por trozos de plásticos también llamados cds); pedimos que se adapten al streaming (visionado y escucha online); que se adapten también a las descargas con precios sensatos, de manera que se pueda contabilizar quién es el beneficiario real (el autor o intérprete de lo que se descarga) para que pueda efectivamente cobrar él y no sólo los intermediarios o «los de siempre».
Y esto que pedimos no es a cambio de algo, sino que es lo que van a tener que hacer las industrias del entretenimiento, o desaparecerán del mapa mientras que seguirá habiendo música y cine sin ellos y ya está.
Aldo Olcese, presidente de la Coalición de Creadores, una coalición que, a pesar de su nombre, reagrupa los principales lobbies de presión de las industrias del entretenimiento, pero ningún a creador [1], la semana pasada en una rueda de prensa indicó que «Va a haber centenares de portales competitivos y se van a ver con carácter inmediato (…) en cuanto haya un marco regulatorio con reglas del juego claras y transparentes» [2] como presión hacia los parlamentarios que próximamente deberán votar en el Parlamento la aprobación o supresión de la Disposición Final Segunda de la Ley de Economía Sostenible. Ésta prevé el cierre de páginas web sin las debidas garantías judiciales, medidas que la sociedad civil lleva rechazando desde su comienzo [3].
Esto es un chantaje, o mejor dicho, un farol inaceptable y deseamos pensar que nuestros políticos no se van a dejar enredar con ello.
Veamos:
1) – Como se ha dicho antes, la «creación de portales competitivos» es lo que las industrias tienen que hacer para adaptarse a la era que están viviendo, no es un regalo que hagan a nadie. Además, se debe recordar al señor Olcese que hay industrias que ya lo hacen (iTUNES, Spotify, NetFix…) sin pedir a cambio leyes que coartan la libertad de expresión y las posibilidades de inversión de los ciudadanos [4].
2) – Una falta de comprensión del nuevo medio han demostrado en los últimos años tanto la Coalición de Creadores, como el Ministerio de Cultura: llevan ya dos años empeñándose en crear el-Gran-Portal-en-el-que-está-toda-la-música y esto es grave. No sólo es grave porque demuestra cómo lo digital les ha destabilizado: desean seguir siendo los que tiene en sus manos toda la producción cultural, cuando ya no es así; el-Gran-Portal-en-el-que-está-toda-la-música es Internet, señores, y seguirá siéndolo con vosotros o sin vosotros, no vais nunca jamás a poder abarcarlo todo. Sino que también es grave, porque sus experimentos de reconversión se están sufragando con el dinero de todos, el dinero del ministerio de cultura [5]. Estamos pagando el alocado y carísimo intento de crear un contra-internet (es que ¿a quién se le ocurre hacer una web que valga casi un millión de euros??!!), un lugar donde los contenidos otra vez los controlen y cobren ellos.
3) – Por último esta maniobra deja una vez más en evidencia los verdaderos objetivos de la Disposición Final Segunda de la Ley de Economía Sostenible. ¿Por qué anunciar un bienvenido cambio de rumbo emprendedor como contrapartida de una ley represiva? Porque lo que se persigue no es una mejora de la situación económica de creadores y emprendedores de a pie, sino un sistema legal que impida la libre competencia y deje el poder económico y de decisión en las manos de los lobbies que lo están perdiendo.
Un país democrático no acepta chantajes. ¿Sus gobernantes sí? La cultura de un país no es género para mercadeo.
NO a la Disposición Final Segunda de la Ley de Economía Sostenible No al cierre de WEBs No votaremos los partidos que regalen nuestro futuro a una industria que no quiere reconvertirse
[1] http://es.wikipedia.org/wiki/La_Coalici%C3%B3n_de_Creadores_e_Industrias_de_Contenidos [2] http://www.elconfidencial.com/ultima-hora/2010/10/industria-cultural-prepara-oferta-legal-amplisima-20101008-374175.html [3] http://wiki.manifiestointernet.org/wiki/P%C3%A1gina_Principal [4] http://red-sostenible.net/index.php/NotaPrensa8 [5] http://www.tuexperto.com/2009/11/20/el-gobierno-gasta-1-millon-de-euros-en-la-web-de-promusicae/