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La infanta Cristina -¿estigmatizada por la propia familia Real?- prosigue sus vacaciones en Bidart con asuntos pendientes

Fuentes: Rebelión

Según «Hola» y el diario global imperial, la infanta Cristina y el yernísimo están muy delgados. No puedo asegurarlo aunque tienen motivos para ello. O cuanto menos, para estar un pelín preocupados [1]. Tienen bula, por supuesto, pero por ahora no toda la del mundo. Además de esta decisiva información, el diario global y dependiente […]

Según «Hola» y el diario global imperial, la infanta Cristina y el yernísimo están muy delgados.

No puedo asegurarlo aunque tienen motivos para ello. O cuanto menos, para estar un pelín preocupados [1]. Tienen bula, por supuesto, pero por ahora no toda la del mundo.

Además de esta decisiva información, el diario global y dependiente titulaba el pasado 15 de agosto: «El fiscal descarta de momento pedir la imputación de la infanta Cristina». En letra más pequeña: «Las pruebas reunidas en el sumario del ‘caso Nóos’ son insuficientes» [2]. Luego, como regalo, una fotografía -elegida cuidadosamente- de una infanta arreglada sofisticadamente -no como persona joven con tejanos sino como «señora» de mediana edad- que sabe mirar a la cámara, pletórica de simpatía y felicidad. ¡Viva la vida! ¡Que no pasa ná!

Sin embargo hay otra información que también es posible. La fuente -nada sospechosa de izquierdismo- es RTVE.ES [3]. Aquí se sostiene o apunta un punto de vista algo distinto:

La Fiscalía Anticorrupción palmesana «no descarta que nuevas pruebas incriminen a la infanta Cristina en el marco de las pesquisas sobre las presuntas irregularidades cometidas a través del Instituto Nóos». Hasta el momento, matiza, hasta el momento, insisto, «no se han hallado elementos incriminatorios contra ella».

La posible inculpación de doña Cristina, la que sigue siendo ejecutiva de Caixabank, en los hechos investigados pasa por «la respuesta del informe que ha sido encargado a la Agencia Tributaria sobre los ingresos percibidos por Nóos y del resultado de las tres comisiones rogatorias libradas a Andorra, Suiza y Luxemburgo». Fuentes de la investigación han incidido en que «si algo sale de las comisiones u otras pruebas, nada está descartado». «Nada» es nada. Nos entendemos.

El fiscal que lleva el caso, Pedro Horrach, señaló el lunes 13 de agosto de 2012 en unos coloquios celebrados en Es Mercadal (Menorca) «que hasta el momento no hay pruebas que incriminen a la hija del rey Don Juan Carlos». Pero añadió, y el añadido es importante: «si bien la instrucción de la causa aún no está concluida y, por tanto, no hay nada definitivo».

Y hay más: los investigadores apuntan que la infanta, doña Cristina desde luego, «podría ser citada en el momento procesal oportuno e incluso podría resultar responsable civil subsidiaria al amparo del artículo 122 del Código Penal, que establece que quien hubiese participado de los efectos de un delito o falta -en este caso de la presunta actividad delictiva de Iñaki Urdangarin- deberá restituir o resarcir el daño provocado hasta la cuantía de su participación». ¿No es razonable?

Hay un probable corolario para el esposo de la Infanta, para el yernísimo al que se presiona según las crónicas para una «necesaria y conveniente separación»: las mismas comisiones rogatorias y el informe de Hacienda que determinarán la inculpación de su esposa «podrían posibilitar, a tenor de los datos que arrojen, que el ex balonmanista vuelva a ser citado a declarar por el juez instructor del caso Palma Arena, José Castro». ¿Razonable? También por supuesto.

Los investigadores del caso Nóos -una de las 26 piezas separadas de la compleja causa centrada en las supuestas irregularidades cometidas durante la construcción del velódromo Palma Arena. ¿Se imaginan las dimensiones de la probable estafa?-, permanecen pendientes de la respuesta de unas comisiones rogatorias «que prevén arrojar luz sobre el destino del dinero que desde el Instituto fue a parar a cuentas bancarias localizadas» en tres países europeos. De forma paralela, «tanto el magistrado como la Fiscalía Anticorrupción también se encuentran a la espera de que la Agencia Tributaria aporte al caso Nóos el informe que solicitó el juez en torno a los ingresos percibidos a través de Nóos por parte de los dos socios para poder cuantificar el dinero que presuntamente defraudaron por trabajos cuya realización no ha sido justificada, y a partir de ahí solicitar una fianza de responsabilidad civil millonaria» [4].

Visto lo visto, ¿no debería dar ejemplo doña Cristina, la hija del Rey? ¿No debería superar -ella y sus consejeros- extrañas e interesadas estigmatizaciones y colaborar solícita con la justicia? ¿No es acaso una de sus tareas reales? ¿Cuenta o no cuenta la verdad en los alrededores de la familia real? ¿O es que la infamia y dimensiones del entramado Nóos-Aizoon y afines es tan descomunal que lo mejor es el silencio, el olvido, el tirar palante, las playas de Biarritz y el exilio dorado en Washington?

Notas:

[1] El diario global-imperial apuntaba un romance -¡escandaloso!- entre la infanta Elena e Iñaki Urdangarin, a quienes llega a atribuir cuatro hijos. No es imposible que puede tratarse de un error.

[2] El País/Efe, 15 de agosto de 2015, p. 13.

[3] http://www.rtve.es/noticias/20120814/fiscalia-no-descarta-nuevas-pruebas-incriminen-infanta-cristina-caso-urdangarin/557007.shtml

[4] Según apuntaron fuentes del procedimiento a Europa Press, se señala en la información, «aunque el Ministerio Público está pendiente de poder analizar la documentación de Hacienda y a partir de ahí calcular la cantidad a la que podría ascender la caución que los fiscales pidan al magistrado», se estima que la cifra podría alcanzar al menos -¡al menos!- los dos millones de euros. Nada una propinita real.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.