Recomiendo:
0

La Ley de Economía Sostenible (LES) española y el Dividendo Digital

Fuentes: Kriptópolis

Es posible que el proyecto de Ley de Economía Sostenible sea más conocido por el gran público por la Disposición Final Segunda (anteriormente conocida como Disposición Final Primera) que, coloquialmente hablando, se suele denominar «Ley Sinde» (algo que sin duda debería desaparecer de la misma, pero ésa es otra historia). De hecho, hay muchos más […]

Es posible que el proyecto de Ley de Economía Sostenible sea más conocido por el gran público por la Disposición Final Segunda (anteriormente conocida como Disposición Final Primera) que, coloquialmente hablando, se suele denominar «Ley Sinde» (algo que sin duda debería desaparecer de la misma, pero ésa es otra historia). De hecho, hay muchos más asuntos en dicha Ley que merecen nuestra atención y que considero que deberían ser debatidos adecuadamente en la sociedad. También soy consciente de que otros antes que yo han tratado este tema, posiblemente con mayor profundidad y acierto, pero sigo pensando que no estamos haciendo lo suficiente.

Uno de esos asuntos estratégicos de dicha Ley es lo que se denomina el «dividendo digital» y me preocupa y mucho, que a pesar de lo que acabo de decir sobre su importancia estratégica, ningún grupo parlamentario haya presentado hasta la fecha enmienda o propuesta alguna al respecto…

El Dividendo Digital

Todos hemos sufrido la transición a la TDT (es decir, el paso desde la televisión analógica a la Televisión Digital Terrestre). Y digo sufrir, ya que dicha transición la hemos pagado entre todos con nuevos televisores, adaptaciones de antenas y decodificadores, que por desgracia algunos hemos tenido que pagar más de una vez, llevando a que algunos la denominen «Televisión De Tontos». El problema ha venido de la posible falta de planificación a la hora de poner en el mercado las «mejoras» introducidas en la tecnología TDT, lo que además se ha producido en un espacio muy reducido de tiempo y casi por sorpresa para los consumidores. Por ejemplo, en el peor de los casos y en orden casi sucesivo, hemos tenido que pagar:

a) La adaptación de las antenas y compra de decodificadores y/o televisores con TDT b) La compra de decodificadores, o televisores preparados para la TDT de pago. c) La compra de decodificadores o televisores con de TDT de alta definición (hace un año muchas de las televisiones en venta todavía no tenían TDT de alta definición). d) Las múltiples adaptaciones de las antenas por la reorganización de canales y las que nos quedan en el horizonte, hasta finalizar el proceso.

A estas alturas podemos hacernos una idea de lo que ha costado a la sociedad española la transición a la TDT y de lo que nos seguirá costando a todos durante un cierto periodo de tiempo. Si pensamos solamente en el coste de la adaptación de las antenas y de la compra de un televisor con TDT de alta definición y con capacidad de TDT de pago, podemos hablar de una media de 600 euros por familia, lo que no es poco para una época de crisis y más de 4 millones de parados.

Pero no todo iba a ser malo, gracias a la TDT se ha producido la liberación de parte de las frecuencias utilizadas por la televisión analógica, que consumía un ancho de banda mucho mayor que la TDT actual, lo que se denomina dividendo digital. Hay que decir que el espectro radioeléctrico es un bien público muy escaso y no todas las frecuencias sirven para cualquier uso, lo que limita todavía más sus posibilidades de utilización para ciertas aplicaciones. Afortunadamente, las características de propagación de esta banda entre 790 Mhz y 862 Mhz, que ha quedado libre con la TDT, hacen que sea óptima para servicios de banda ancha en movilidad, permitiendo una elevada cobertura y alcance, tanto en zonas urbanas como en rurales y con unos costes mucho bajos que lo que conocemos actualmente como banda ancha móvil (basada en tecnologías 3G o 4G).

Lo que dice la Ley de Economía Sostenible

El Proyecto de Ley de Economía Sostenible [PDF] nos da una pista de lo que se piensa hacer con este intersante dividendo digital en su Art. 52, y lo que pone no me acaba de convencer:

Artículo 52. Reorganización del espectro radioeléctrico en la banda de frecuencias 790-862MHz.

La banda de frecuencias 790-862MHz. se destinará principalmente para la prestación de servicios avanzados de comunicaciones electrónicas, en línea con los usos armonizados que se acuerden en la Unión Europea. Esta banda deberá quedar libre para poder ser asignada a sus nuevos usos antes del 1 de enero de 2015.

Los costes derivados de la reorganización del espectro radioeléctrico que es necesario realizar para liberar la banda de frecuencias 790 a 862Mhz., serán sufragados por la Administración con los ingresos obtenidos en las licitaciones públicas que se convoquen para asignar espectro radioeléctrico.

Desde mi punto de vista y tras la atenta lectura de este artículo de la Ley, veo tres cosas importantes para meditar:

a) Que este espectro va a ir a parar íntegramente a las operadoras mediante un sistema de licitaciones públicas, que ya han criticado algunos por ser claramente ventajoso para las operadoras,

b) Que tendremos otra reorganización de canales y frecuencias, antes del 1 de enero de 2015 (lo que puede implicar más gastos para los ciudadanos).

c) Que aunque la Ley dice que los costes de reorganización serán sufragados por la Administración, el caso es que dicha reorganización puede tener repercusión en los bolsillos de los ciudadanos, por ejemplo, si se necesita adaptar o sintonizar las antenas y equipos asociados a nuevas frecuencias.

Visto lo anterior, creo que vamos a pagar una vez por la transición a la TDT y volveremos a pagar otra vez a las Operadoras de Comunicaciones, por el uso que hagamos de estas frecuencias estratégicas que han sido liberadas gracias al esfuerzo económico de los ciudadanos. Algo que considero injusto si, al menos, una parte de este dividendo digital no revierte en la sociedad que lo ha hecho posible. Por mucho que lo intento, cuando pienso en este asunto, me cuesta pensar que no nos están «robando» algo que es nuestro y hemos pagado entre todos y lo que es peor, se ha realizado toda esta mudanza en un momento especialmente malo para la economía de las familias.

La idea sería la de liberar una parte de ese espectro para ser utilizado por hardware de comunicaciones de libre acceso, del mismo modo que que ahora usamos libremente los dispositivos WIFI, pero con una potencia unas 20 veces superior al WIFI. Estos dispositivos, que ya se denominan White Space Devices, permitirían aumentar el alcance WIFI a distancia de kilómetros y el ancho de banda a unos 80 Mb/s, al tiempo que permitirían reducir el consumo energético de las comunicaciones inalámbricas, lo que nos llevaría a otra dimensión de las redes y conexiones. Por ejemplo, nos permitirían con el simple coste del hardware, crear nuevas aplicaciones en automoción, navegación terrestre, seguridad, etc. No olvidemos en este punto, que considero que el futuro de Internet es inalámbrico, por lo que estas frecuencias del dividendo digital y el uso que se haga de ellas, es algo completamente estratégico y que debemos planificar seria y detenidamente.

Desde el punto de vista del Ministerio de Industria español, este dividendo digital, además de reducir la brecha digital entre las zonas rurales y urbanas, permitiría una mayor cohesión económica y social en el territorio español, contribuyendo al crecimiento económico, la generación de empleo y al incremento de la productividad. La realidad es que el pastel económico para las operadoras europeas de este dividendo, que se ha hecho posible con el esfuerzo de toda la sociedad, se cifra por la Comisión Europea entre 150.000 y 200.000 millones de euros, lo que supondría para las operadoras españolas, entre 12.000 y 16.000 millones de euros, algo que puede ser muy lejano a la idea de convertir ese espectro en un bien público y en un verdadero motor de competencia y cohesión social.

En los mentideros se que en el caso de España se ha ofrecido este espectro a las operadoras como compensación por la financiación de la televisión pública y si esto fuera cierto me pregunto ¿es comparable el mantenimiento de la televisión pública, sostenida artificialmente, con los beneficios económicos y sociales de la liberación de este espectro?.

Pero ya que estamos hablando de este asunto, también me duele enormemente, cuando veo como se desperdicia parte del espectro de la TDT con determinados canales que no voy a nombrar, pero que todos tenemos en la cabeza. Algo que demuestra lo relativamente poco han pagado las televisiones por disponer de parte de un espectro escaso y que es estratégico para dinamizar la economía y la salida de la crisis económica, según manifiestan miles de expertos.

El dividendo digital y el «super WIFI» de Barack Obama

Afortunadamente, no soy el único que piensa que al menos una parte de este goloso dividendo digital debería revertir directamente en la sociedad y sin la onerosa intermediación de las operadoras de telecomunicaciones. La White Spaces Coalitión, grupo que integra a empresas como Microsoft, Dell, HP, Google, Intel, Philips, Samsung, o Earthlink, piensan que la liberación de este espectro sería un revulsivo mucho más efectivo y que tendría más ventajas para la sociedad, que si se subasta a las operadoras. El mismo Presidente de los EEUU, Barack Obama, está convencido de la importancia estratégica de este «super WIFI social» abierto a todo el mundo y lo ha respaldado abiertamente hasta lograr la luz verde de la FCC.

Los americanos, de hecho, ya tienen un demostrador tecnológico del uso social y libre de esas frecuencias «white spaces» en la ciudad de Wilmington, en Carolina del Norte, donde, todo hay que decirlo, funciona de maravilla, sin interferencias con otros servicios de comunicaciones y permitiendo la aparición de usos públicos y privados que antes eran impensables, o muy complicados de lograr, como control de tráfico, el acceso a cámaras de seguridad, el control de humedales, la asistencia a mayores y enfermos y sobre todo, la conexión universal a Internet, sin el corsé y los precios de las redes 3G y todo ello, con un coste de despliegue y mantenimiento infinitamente menor que las redes tradicionales de telefonía.

Sinceramente, no me gustaría que Europa en general, o España en particular, sufrieran las consecuencias de una mala decisión tecnológica y más, ahora que otros países ya han tomado la decisión contraria. Algo que podría abrir una brecha digital muy complicada de cerrar y que afectará negativamente a las empresas europeas y a la sociedad en general.

Copyleft 2010 Fernando Acero Martín. Verbatim copying, translation and distribution of this entire article is permitted in any digital medium, provided this notice is preserved. Quotation is allowed.

Fuente: http://www.kriptopolis.org/ley-economia-sostenible-dividendo-digital