El número estimado por algunas fuentes asciende a 300.000 casos «El robo de bebés comienza desde el momento que a la primera mujer se le quita un hijo para dárselo a otra familia», afirman Luna García y Ana Ferrer, coordinadoras de SOS Bebés Robados en la Comunidad Valenciana. La mayoría de los afectados eran familias […]
El número estimado por algunas fuentes asciende a 300.000 casos «El robo de bebés comienza desde el momento que a la primera mujer se le quita un hijo para dárselo a otra familia», afirman Luna García y Ana Ferrer, coordinadoras de SOS Bebés Robados en la Comunidad Valenciana. La mayoría de los afectados eran familias de izquierdas y, en muchos casos, matrimonios jóvenes que habían tenido su primer vástago. Se beneficiaron del tráfico de bebés -que se realizaba en hospitales públicos y clínicas privadas- religiosas, ginecólogos y matronas, entre otros. Existe testimonio de los robos hasta finales de la década de los 80 y principios de los 90. Empezaron por motivos políticos, y terminaron realizándose los robos por razones económicas. «Llegó a pagarse por los bebés a plazos, y cantidades desorbitadas», explican Luna García y Ana Ferrer. Critican que las asociaciones no hayan recibido ningún tipo de apoyo gubernamental ni judicial.
-¿Cuándo surgen y de qué modo empiezan a organizarse las asociaciones de Bebés robados?
Aquellas familias que sospechan o tienen claro que sus bebés no murieron, así como los adoptados con irregularidades en su documentación, o aquellos que constan como biológicos cuando no lo son… Estas personas van conociéndose a través de redes sociales, en concreto Facebook, y se van organizando para poner una denuncia conjunta ante la Fiscalía en Madrid. A esta denuncia, presentada en febrero del 2011, se suman cerca de 300 familias de todo el estado. Además, las personas encargadas de informar y asesorar a nuevas víctimas, que se van sumando según la distribución geográfica y, por otro lado, la descentralización de los casos de Madrid, que se distribuyen por provincias, hace que surjan asociaciones de Sos Bebés Robados a lo largo y ancho de toda España, en representación de comunidades autónomas y, en el caso de Andalucía, por provincias.
-¿Existe una coordinación entre las diferentes asociaciones?
La relación entre las diferentes asociaciones se lleva a cabo principalmente entre las presidentas de cada una de ellas. Se comparan fechas e información, así como a través de la Coordinadora X-24 (formada por diferentes asociaciones de Bebés robados y en la que se busca soluciones a problemas que se nos presentan, se trata de buscar nuevas salidas y nuevos horizontes que nos hagan llegar más allá de lo que hasta el momento se nos ha permitido, en este Estado y con esta Justicia…)
-¿En qué periodo se produce -cuándo empieza y finaliza- el fenómeno de los «bebés robados» en España? ¿Fue algo específico del franquismo?
El robo de bebés comienza desde el momento que a la primera mujer se le quita su hijo para dárselo a otra familia. Ni qué decir tiene que en el franquismo bastaba en muchas ocasiones, por no decir en casi el 100%, ser de ideales opuestos al régimen. Pero los que se beneficiaron en la época franquista no abandonaron sus ocupaciones. Tanto religiosas, ginecólogos, como matronas y todos aquellos de los que se rodeaban… Si en un principio los robos empezaron por unos motivos o ideales políticos, más tarde pasaron a ser económicos, de ahí que se llegase a adoptar pagándose los bebés a plazos y por unas cantidades desorbitadas. No podemos dar desde ninguna asociación fecha concreta de finalización de esta barbarie, pues tenemos casos que llegan hasta finales de los 80 y principios de los 90.
-¿Cómo y dónde se producían estos robos?
Estos robos se produjeron tanto en clínicas privadas como en hospitales públicos. En la mayoría de los casos, los mismos médicos que trabajaban en unos, también lo hacían en los otros.
-¿Tenéis cifras de niños afectados? ¿De qué familias procedían?
El número estimado algunas fuentes es de 300.000 casos. Y la procedencia de esos bebés, en su gran mayoría, es de familias de izquierdas. En muchos casos (un elevado porcentaje de los casos) se trataría de matrimonios jóvenes y de su primer bebé. En otros casos, afecta a un bebé que se lleva muy poco tiempo respecto al hermano nacido anteriormente, o es el pequeño de una familia con muchos hijos. Por otro lado, tenemos los casos de partos de gemelos, en los que solían decir, mayoritariamente, que el que había «muerto» era el de mayor peso. Un menor número de casos hace referencia a madres que murieron durante o después del parto. Por último, tendríamos los casos de madres que han sido coaccionadas a dar a sus bebés en adopción, fueran o no menores de edad, pero estando bajo la tutela de los padres, que eran quienes tomaban la decisión y daban la autorización. En la mayoría de estos casos, las madres permanecían encerradas en centros gestionados y dirigidos por órdenes religiosas, que garantizaban el anonimato de la madre gestante y de la familia pudiente a la que pertenecía, asistiendo en muchas ocasiones los partos en estos mismos centros o en centros clínicos u hospitales cercanos a estas residencias.
-¿Qué personas/instituciones participaban en el secuestro de bebés? ¿Quién se beneficiaba, en concreto?
Disculpa la rectificación, pero en ningún caso hubo secuestro, pues ni se informó a las familias ni se les solicitó dinero a cambio de la liberación. En cuanto a personas e instituciones, como te hemos comentado, principalmente los beneficiarios económicos fueron personal sanitario (ginecólogos, matronas…) y como institución religiosa, las monjas o religiosas que gestionaban o dirigían tanto zonas de maternidad dentro de hospitales públicos, como clínicas privadas. Además de estas personas, también se beneficiaba quien se encargaba de registrar partos no asistidos, alterar fechas, falsificar datos, registrar nacimientos donde no los hubo, etcétera. Se han beneficiado todos los que han podido de una manera u otra, siempre a costa del engaño a una familia y con el consiguiente robo de su bebé.
-¿Por qué se ha insistido en un personaje, Sor María Gómez Balbuena?
Por su alta influencia y repercusión en la Comunidad de Madrid, así como la comunicación-relación que tenía con otras comunidades en España a través, principalmente, de congregaciones religiosas. «Sor Marías» ha habido en toda España. En cada provincia o cada comunidad tenían un nombre pero les movían los mismos intereses. Quedarse con los hijos nacidos vivos de mujeres fértiles, para entregárselos a mujeres infértiles, que con dinero creían poder conseguir lo que tanto anhelaban.
-¿Habéis recibido algún apoyo de gobiernos e instituciones? ¿Y del aparato judicial? ¿Se ha sustanciado alguna responsabilidad/condena hasta el momento por los secuestros?
¿Apoyo del gobierno? Eso es una utopía… Cuando sabemos de antemano y vemos en los resultados que todas sus promesas de ayuda son nubes de humo, cuando sabemos que en muchos casos, familiares de los que hoy en día están gobernando, han estado metidos en las tramas de robos de bebés… Sabemos que su interés por reconocer las tramas, identificar a los implicados y resolver el problema es nulo. En cuanto a otros partidos políticos, sí que hemos recibido apoyo y representación. Han llevado nuestra causa para que sea tratada en las Cortes, aunque nada que no interese a la mayoría absoluta se llevará a investigación o a la búsqueda de responsables. ¿Apoyo del aparato judicial? ¿Justicia en estos casos? Prácticamente la totalidad de los casos denunciados están cerrados, bien por «falta de pruebas» o por prescripción de los delitos. Asimismo, por mucho que digan que han imputado a alguien, por ahora lo único que se ha hecho es llamar a declarar y poco más…
-¿Cuáles son vuestras principales acciones reivindicativas? ¿Qué demandan principalmente las asociaciones?
Solicitamos el reconocimiento de Delito de Lesa Humanidad, ser reconocidos como Víctimas, Justicia, tener acceso a la documentación que se nos deniega, transparencia en las investigaciones y que se investigue a fondo cada uno de los casos, y se lleguen a hacer las exhumaciones que sean necesarias… Hoy por hoy, además, las asociaciones hemos solicitado ayuda al Parlamento Europeo, por la indefensión judicial que estamos sufriendo todas las víctimas por parte del Estado Español.
-¿Qué personas se dirigen a vuestras asociaciones? ¿Cuáles son sus principales demandas y cómo les ofrecéis ayuda?
Las personas que se dirigen a nuestras asociaciones, ya sean adoptados, hijos falsos o familias, buscan asesoramiento e información de los pasos que deben seguir y la documentación que deben solicitar. La atención es a través del teléfono, vía correo electrónico y vía redes sociales. No disponemos de una oficina donde poder atender a las personas, dado que siendo una asociación sin ánimo de lucro en la que no se pagan cuotas, y que no recibe ningún tipo de ayuda económica, nos es imposible disponer de un local. Aún así, siempre que deseamos hacer una reunión de socios, algún partido político y en especial sindicatos, nos han cedido sus locales las horas que los hemos solicitado, sin cobrarnos nada.
-Por último, ¿Qué tratamiento han dado los medios de comunicación a los hechos que denunciáis?
En principio, todos los periódicos y revistas en los que han salido nuestros temas, lo han tratado con delicadeza pero al mismo tiempo remarcando la dureza de cada caso. En cuanto a la televisión, no podemos decir lo mismo. En ocasiones y en alguna cadena o programa, algunos personajes han querido reflejar que estas tramas no existieron, que los cuerpos de los bebés desaparecen y no dejan rastro; han dicho también que las madres realmente dieron a sus hijos en adopción y ahora se arrepienten… Y un sinfín de necedades que sólo aquellos que quieren encubrir algo o han sido pagados para ello se atreven a decir. A pesar de ello, cada vez que salen nuestros casos en televisión, se produce un «efecto llamada» y empezamos a recibir una avalancha de gente nueva que busca información.
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