La minería de oro en el llamado Arco del Orinoco se realiza desde hace años de manera informal, pero el gobierno venezolano la legalizó mediante un decreto en 2016. Crédito: Gentileza de Bram Ebus/Infoamazonia PUERTO ESPAÑA, 31 jul 2018 (IPS) – La tercera cuenca de América Ldel Sur, la del río Orinoco, históricamente degradada por […]
La minería de oro en el llamado Arco del Orinoco se realiza desde hace años de manera informal, pero el gobierno venezolano la legalizó mediante un decreto en 2016. Crédito: Gentileza de Bram Ebus/Infoamazonia
PUERTO ESPAÑA, 31 jul 2018 (IPS) – La tercera cuenca de América Ldel Sur, la del río Orinoco, históricamente degradada por actividades agropecuarias y extractivas, es ahora devastada por la búsqueda informal pero masiva de oro, según denunciaron científicos de Venezuela durante una reunión regional en Trinidad y Tobago.
El potencial impacto de esta actividad en el sudeste del Caribe se robó la atención del primer Congreso de la sección de América Latina y del Caribe de la Sociedad Biológica de Conservación, que reunió a más 200 biólogos y estudiantes de distintos países de la región en Saint Agustine, a las afueras de Puerto España.
En el cierre del Congreso, la noche del 27 de julio, se aprobó por unanimidad una declaración que llamó «la atención de la comunidad internacional», sobre una cuestión que, según se denunció, genera no solamente impactos sociales y ambientales sino también violaciones a los derechos humanos.
«La magnitud de los impactos de esta actividad minera es difícil de evaluar», se lee en el texto, que indicó la cuestión concierne no solo a Venezuela sino a todo el sudeste del Caribe y el noroeste de América del Sur, que es a su vez el sureste de Venezuela.
La Sociedad de Biología de la Conservación es una organización formada por más de 4.000 expertos de todo el mundo, con el fin de impulsar la protección de la biodiversidad.
Su sección de América Latina y el Caribe se creó en 2003 pero solo este mes se reunió por primera vez y eligió para hacerlo la pequeña nación de Trinidad y Tobago, formada por dos islas ubicadas frente a la costa venezolana, en un intento de conectar las culturas de los países insulares del mar Caribe con los continentales de América Latina.
La preocupación por la actividad minera en la cuenca del Orinoco se justificó en el documento final en que está causando deforestación, erosión del suelo y contaminación de las aguas, lo que tiene consecuencias directas sobre la biodiversidad y los servicios del ecosistema.
«Empresas mineras, el gobierno, los militares y distintos grupos armados se benefician de esta situación, que es controlada por bandas criminales, pero nadie se hace responsable de los daños sociales y ambientales, que son enormes», dijo a IPS José Rafael Ferrer, biólogo integrante de la Sociedad Venezolana de Ecología.
«El uso de mercurio, cianuro y otras sustancias fuertemente contaminantes está afectando cursos de agua en la cuenca del río Orinoco y a través de él es una potencial fuente de contaminación para el Mar Caribe», agregó.