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Seis de las siete reservas de la biosfera de Asturias afectadas

La ola de incendios daña gravemente hábitats críticos de la Cordillera Cantábrica

Fuentes: Ecologistas en Acción
  • Ante los graves incendios que sufre Asturias, desde Ecoloxistes n’Aición manifestamos nuestra solidaridad con todas las personas afectadas y sus comunidades, así como con quienes han perdido medios de vida o vivienda.
  • Exigimos al Gobierno del Principado que establezca las medidas necesarias para reparar el daño social y ambiental promoviendo la recuperación de los ecosistemas afectados y evitando el lucro en los terrenos quemados.

En este sentido, reclamamos:

  • La puesta en marcha de mecanismos de reparación social que apoyen a las personas damnificadas y contribuyan a reconstruir de forma justa y sostenible las zonas afectadas.
  • La restauración de los acotamientos al pastoreo.
  • La aplicación inmediata de la veda a la caza en los concejos afectados por el fuego, incluida la suspensión de los controles del lobo.
  • La prohibición de la venta de madera y del cambio de uso de los terrenos quemados.
  • El establecimiento de medidas urgentes de restauración ecológica de las masas forestales afectadas.

Una vez más múltiples incendios devoran los espacios naturales de Asturias. Es un episodio que se repite cíclicamente, cada dos o tres años como mucho. No son habituales los incendios en verano, suelen producirse en primavera y otoño. Los efectos del cambio climático han generado unas condiciones (sequía y altas temperaturas) en las que los incendios tienen mayor virulencia. Si se añade que hay múltiples focos, dispersos en una orografía de difícil acceso y con condiciones meteorológicas desfavorables, concluimos que nos encontramos ante un desastre ambiental de gran envergadura.

Hay que lamentar que están localizados en espacios de un altísimo valor ambiental, donde encontramos hábitats críticos para especies protegidas. Seis de las siete reservas de la biosfera del Principado de Asturias están afectadas por el fuego: el Parque Nacional de los Picos de Europa, el Parque Natural de Somiedo, el Parque Natural de Redes, el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, el Parque Natural de las Ubiñas-La Mesa, y el Parque Natural de Ponga.

Ante la gravedad de la situación, y para favorecer la recuperación de los terrenos dañados, reparar los daños sociales y prevenir que se pueda obtener beneficio del desastre y favorecer la recuperación de lo terrenos dañados solicitamos:

La puesta en marcha de mecanismos de reparación social que apoyen a las personas damnificadas y contribuyan a reconstruir de forma justa y sostenible las zonas afectadas. Entre estas medidas, destacamos:

  • Un fondo de emergencia que cubra pérdidas materiales y productivas.
  • Un plan de empleo rural orientado a la restauración ecológica y la recuperación de infraestructuras.
  • Asesoramiento técnico y jurídico gratuito para las personas afectadas.
  • Alivios fiscales temporales para trabajadoras y trabajadores autónomos del medio rural.

Restaurar los acotamientos al pastoreo

Volvemos a repetir que Asturias no arde, la queman. La mayoría de los incendios tienen su origen en la intervención humana, en el 80% de los casos para producir pastos y eliminar matorral. El Principado de Asturias en 2017 eliminó los acotamientos, un recurso fundamental para desmotivar la principal causa, con lo que se puede aprovechar el terreno ganado con el fuego. Los acotamientos son una herramienta de gestión imprescindible para recuperar y regenerar las áreas afectadas por los incendios, por lo que debe prohibirse el pastoreo. Habría que eliminar incentivos perversos, como el que se calcule la ayuda de la PAC en función de la superficie de pasto de montaña que mantiene cada ganadero, para que estas ayudas no se cobren si son resultado de incendios.

Aplicación inmediata de la veda a la caza en los concejos afectados por el fuego

Ha de establecerse la prohibición de cazar en terrenos quemados, considerándolos zonas de veda debido a los incendios forestales. Esta medida se justifica para proteger la fauna y evitar que los autores de los incendios puedan aprovecharse de la situación para cazar. Las zonas que se han salvado del fuego son importantes lugares de refugio y alimentación de la fauna, por lo que el hacerlo extensivo a todo el concejo facilita la recuperación de las especies de la zona. Dado que los incendios han tenido lugar en espacios naturales de un alto valor ecológico, ya que albergan especies protegidas, en peligro de extinción o amenazadas, se hace imprescindible el fomentar las condiciones para su recuperación. Incluimos en este punto la suspensión de los controles al lobo, ya que se han visto afectadas zonas de cría y refugio de la especie. Dada la virulencia de las llamas es muy probable que hayan muerto muchos ejemplares y el censo en que se basa el programa de control del lobo no se corresponda con la realidad actual.

Prohibición del aprovechamiento de la madera y del cambio de uso de los terrenos quemados

Para desincentivar el que se produzcan incendios intencionados hay que evitar que se pueda sacar beneficio de los terrenos quemados o de los productos resultantes de la ignición. Es por tanto una medida indispensable para prevenir este delito.

Establecimiento de medidas urgentes de restauración ecológica de las masas forestales afectadas

Al tratarse de terrenos situados en espacios protegidos, es necesario restaurar los hábitats con las especies que los poblaban en origen. A pesar de que será difícil reproducir el ecosistema previo a la ignición, dado que se trata de espacios con una gran biodiversidad, hay que centrar los esfuerzos en recuperar los hábitats originales que mantienen especies tan vulnerables como el urogallo cantábrico o el oso .

Cómo evitar que se repita

Para evitar los fuegos antes de que inicien, hay que actuar sobre las personas y actividades que son las causantes mayoritarias de los incendios. Eliminar las malas prácticas agrícolas, ganaderas y forestales es un punto fundamental en la prevención. Además de evitar que nadie se pueda lucrar después.

También son importantes los medios de los que disponemos para luchar contra los incendios. Hace falta más vigilancia, más profesionalización e investigación y, sobre todo, que se empiece a dar al personal bombero forestal y a la guardería del medio ambiente el valor y las condiciones laborales que se merecen: sueldos y contratos dignos, formación y medios materiales para hacer su trabajo con todas las garantías de seguridad. Estos colectivos se vienen quejando en los últimos años de los recortes presupuestarios y de personal por parte del Gobierno del Principado.

Los ecologistas y sus leyes no son los causantes de los incendios

En un afán “incendiario” de la opinión pública, ha habido quien afirma que los ecologistas somos los responsables últimos de los incendios. Que nuestras leyes para proteger la naturaleza y la biodiversidad nos ha llevado a que el monte esté lleno de “maleza” y arda. El ecologismo no dicta las leyes, lo hacen los gobiernos nacionales y autonómicos votados democráticamente. Y aunque se adoptan medidas que favorecen al medio natural,  y se tiene en consideración la evidencia científica de qué es lo más apropiado, aún así, en los últimos tiempos hay que lamentar graves retrocesos en la protección del medio ambiente.

En cuanto a la limpieza de los montes, hay que matizar qué consideramos suciedad y qué es lo que hay que limpiar. No es posible ni conveniente eliminar la “maleza” (que pueden ser arbustos de pequeño porte, herbáceas y restos de materia vegetal), en un parque nacional o en espacios que albergan ecosistemas y especies singulares (Red Natura 2000, reservas de la biosfera) como si fuera un espacio doméstico. Este tipo de vegetación y los restos que hay en los montes, desempeñan un papel fundamental en los ecosistemas, ya que contribuyen a la biodiversidad y ofrecen refugio y alimento a numerosas especies de fauna y flora. Además, ayudan a proteger el suelo contra la erosión, mejoran su fertilidad mediante la acumulación de materia orgánica y participan en los ciclos naturales del agua y los nutrientes. Además, en muchas ocasiones son especies endémicas o que están amenazadas por su escasez. Por tanto, su presencia es esencial para mantener la salud y la resiliencia de los ecosistemas naturales y agrícolas y el mantenimiento de la biodiversidad.

Tampoco es posible ni conveniente crear un espacio en mosaico en toda la cordillera, ya que la fragmentación de hábitats es una de las principales causas del drástico declive de la biodiversidad. Un bosque o monte “limpio” puede ser tan vulnerable o más a los incendios que un monte “sucio”, por lo que se debe medir con mucho cuidado el tipo de acciones a acometer en el mantenimiento de los montes. Como principio elemental las tareas forestales de limpieza deben dirigirse a zonas intervenidas, degradadas o repoblaciones y realizarse con criterio y en la época adecuada.

Los montes y, en particular, las masas forestales y los bosques son un pilar fundamental para la preservación de la biodiversidad y para la lucha contra el cambio climático, además, son esenciales para la salud física y emocional de la ciudadanía. No es razonable plantear que para luchar contra los incendios hay que eliminar la vegetación sin más.

Desde Ecoloxistes n’Aición estamos dispuestos a colaborar en un debate social que nos haga avanzar ante este desastre para que deje de ser cíclico y el próximo incendio se trate de un evento excepcional.

Fuente: https://www.ecologistasenaccion.org/346604/seis-de-las-siete-reservas-de-la-biosfera-de-asturias-afectadas-por-una-ola-de-incendios-que-dana-gravemente-habitats-criticos-de-la-cordillera-cantabrica/