La denomina operación Chamartín, como en su momento fue la operación de la ciudad deportiva del Real Madrid, en la cual-según algunas investigaciones periodísticas- hubo sobornos de políticos de izquierda, significa el triunfo de la ciudad neoliberal frente a la ciudad social. Y ello por muchos factores: se desvían los recursos públicos hacia la rentabilidad […]
La denomina operación Chamartín, como en su momento fue la operación de la ciudad deportiva del Real Madrid, en la cual-según algunas investigaciones periodísticas- hubo sobornos de políticos de izquierda, significa el triunfo de la ciudad neoliberal frente a la ciudad social. Y ello por muchos factores: se desvían los recursos públicos hacia la rentabilidad del capital financiero y de la promoción urbanística especulativa, se refuerzan los modelos de segregación social del espacio urbano, se contribuye al uso intensivo del tráfico privado y lo más importante, se priorizan los objetivos públicos en el reforzamiento de la rentabilidad capitalista y no en la cobertura de las necesidades sociales básicas. La firma de la operación Norte ya ha sido celebrada con champán por el BBV y la constructora San José, lo verdaderos promotores del proyecto.
Pese a estos males tan evidentes, muchas veces reconocidos hasta por los propios promotores, se compensa esa cesión de recursos públicos por los empleos a crear a medio plazo y por la idea del progreso y modernización de la ciudad. El argumento del empleo a crear es el más determinante en países como España, un país con un 20% de desempleo, y en general en todos los países en desarrollo que es donde más se impulsa este tipo de proyectos urbanísticos. Los países más avanzados del capitalismo ya no implantan estos megos proyectos. Ni Londres, ni Zúrich ni Frankfurt están impulsado este tipo de desarrollo urbanístico que no pueden justificar ante la opinión pública a pesar de las presiones-sobre todo Londres- que tienen; pero si lo encontramos más a menudo en Estambul, o muchas ciudades Chinas o de Corea del Sur. Es decir, son proyectos que de alguna forma mantienen la lógica de un desarrollo desigual tanto a escala interna e internacional y donde el argumento principal para su justificación interna es la creación de empleo y la modernización.
Tras unos primeros balbuceos de resistencia por parte del equipo de Ahora Madrid a este proyecto tan criticado por los movimientos sociales urbanos de Madrid, asociaciones de vecinos y ecologistas, Manuela Carmena ha sucumbido con todo su equipo a la presión del capital especulativo ; es un incumplimiento de su programa electoral en toda regla y un reflejo de la debilidad de Ahora Madrid ya que como grupo político parece que no pueda hacer otra otra cosa diferente a lo que venían haciendo los equipos del PP. Prácticamente solo queda agarrarse al argumento tan frágil de la honradez en la gestión o acudir a la tan aburrida cantinela de la participación ciudadana. Pero atrás queda la idea de ciudad social, la idea de redistribuir el gasto hacia los pobres, la idea de castigar fiscalmente a los ricos, todo esto ha quedado atrás. Pero vamos a dar a Carmena la razón en una cosa: probablemente una política alternativa orientada a lo social y a lo común significaría la pérdida de votos y la imposibilidad de crecimiento electoral y ahí reside el liderazgo indiscutible de Manuela Carmena. Su proyección es de centro izquierda y eso en sociedades, como la española, con problemas muy fuertes de desarrollo, genera una idea de estabilidad y equilibrio político que incluso suscita el apoyo entre los más pobres.
Y todo esto hay que bendecirlo como Dios manda. Carmena antes de ganar las elecciones prometió un ayuntamiento laico y declaró muchas veces que ningún cargo del ayuntamiento iría a ninguna manifestación religiosa. Totalmente incumplida esa promesa electoral. Manuela Carmena se está caracterizando por obtener los apoyos de la iglesia católica, y de todas las religiones. Además organiza cenas, en las noches de Navidad, con el Padre Angel-el amiguísimo de Ana Botella- y algunos pobres al estilo «ponga un pobre a cenar en su mesa el día de Navidad». Y este año volverá a asistir a la misa y celebraciones de la Virgen de la Paloma, flanqueada seguramente por su fornido concejal de seguridad y la piadosa teniente Alcalde, donde el flamante Cardenal Osoro bendecirá a Carmena, bendición que ella aceptara, como ya hizo el año pasado, en nombre de todos los madrileños: de los cristiano y de los no cristianos. Quién sabe si agazapado entre el público se encuentre también el presidente de la promotora Madrid Distrito Norte (BBV y grupo San Jose), el Sr Antonio Béjar para agradecer a la Virgen de la Paloma los beneficios de esta magnífica ciudad de Madrid.
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