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La pandemia, Cuba y su sistema de salud pública (II)

Fuentes: Rebelión

A partir del triunfo de la revolución socialista en 1959, Fidel promovió un programa encaminado a desarrollar un sistema nacional de salud de carácter público. La Constitución de 2019 ratificó a la salud como un derecho de todas las personas.

Cuba para garantizar ese mandato tiene un sistema de salud pública extendido por todo el país sustentado en la atención primaria y en el carácter universal, gratuito y humano de sus servicios y concebido para la “prevención” de las enfermedades. La salud pública cubana ha obtenido extraordinarios logros solo comparables con los de países desarrollados: la esperanza de vida es de 80 años y la mortalidad infantil (2019) fue de 5 por cada mil en el primer año de nacidos.

Desde 1960, Cuba un pequeño y pobre país, con escasos recursos ha sufrido un despiadado bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por las Administraciones de los EE.UU., con el objetivo de ahogar económicamente a Cuba. Se calculan en unos 140 mil millones de dólares, los perjuicios que este bloqueo ha causado a nuestra nación. En ese mismo sentido las sucesivas administraciones de EE.UU., no le permiten a Cuba el uso del dólar y de igual manera le han prohibido a las instituciones financieras y a los gobiernos de países del resto del mundo que le presten financiamiento y realicen inversiones en Cuba.

Imaginemos por un instante cuál sería la situación económica de la Isla si no hubiera sufrido este inhumano bloqueo estadounidense por espacio de 60 años. Desde hace 6 décadas el Gobierno de los EE.UU., prohíbe que Cuba reciba créditos. Hasta naciones ricas como España e Italia, gestionan insistentemente con la Unión Europea enormes sumas de ayuda financiera para poder enfrentar los efectos de la pandemia. Muchos consideran como un milagro que la Isla, a solo unas pocas millas de los EE.UU. haya resistido firmemente las múltiples agresiones sin renunciar a uno solo de sus principios.

La economía de Cuba, así como su población han sido dañadas sensiblemente por los efectos de la pandemia de la Covid19. El turismo fuente principal de ingresos de Cuba se paralizó completamente y muchos de los productos que el país exporta han sufrido severas contracciones, así como las remesas que se reciben del extranjero. Más de 400 mil personas de los sectores tanto del sector estatal como del privado dejaron de trabajar debido a la enfermedad. A lo que se le une ahora el inhumano incremento del bloqueo económico de EE.UU., y la aplicación continua de sanciones de todo tipo contra Cuba, como prueba irrefutable de su inmoral y abusiva política hacia la Isla.

Históricamente los gobiernos de EE.UU., se han ensañado especialmente con el sector de la salud y han prohibido a la Isla solicitar créditos y comprar medicinas, insumos, instrumental médico, equipos y tecnología, inclusive con los destinados a salvar la vida a niños aquejados de enfermedades de alta letalidad. Esta política inhumana ha provocado que en medio de la pandemia se agrave aún más la falta de medicinas.

De igual modo sucesivos Gobiernos de los EE.UU., han mostrado su catadura moral con campañas dirigidas a lograr la deserción de colaboradores de la salud cuando cumplen sus honrosas misiones en otros países. En este mundo azotado cruelmente por la pandemia de la Covid 19, la actual administración de Donald Trump intenta desacreditar por todos los medios a su alcance la calidad humana y profesional y la vocación solidaria de los colaboradores médicos cubanos. EE.UU., con su poderosa maquinaria mediática trata de ocultar la inmensa y solidaria contribución médica de los cubanos para con otros países.

Pero pese a este permanente e indigno acoso, Cuba ha logrado enfrentar a la pandemia, acrecentar su solidaridad médica para con otras naciones y desarrollar y mantener uno de los mejores sistemas de “salud pública” (por no decir el mejor) entre los países subdesarrollados. Es el sistema socialista, la equidad social y su sanidad pública lo que le ha permitido a Cuba afrontar exitosamente los embates del nuevo corona virus.

El sistema de salud pública cubana no es perfecto y presenta aún deficiencias y carestías principalmente por una severa falta de recursos financieros y materiales. Reconocido por su altísimo prestigio mundial, se destaca por la proyección humana, su elevada base científico-técnica y la excelente calidad profesional, científica, técnica y humana del personal de salud y la de investigadores y técnicos con extraordinarios resultados médicos e innovaciones.

Pese a las dificultades económicas que aquejan gravemente a la población cubana, la nación socialista respondiendo a su naturaleza no aplicó una política económica de “choque”, mantuvo los servicios básicos y trata de sostener y aumentar su vitalidad productiva y de servicios y se apresta a realizar la unificación monetaria (eliminar una de las dos monedas que legalmente existen), para hacer más funcional su economía. Se extendió el teletrabajo y el trabajo a distancia. El gobierno garantizó que no hubiera despidos laborales y mantuvo los salarios a los trabajadores que se vieron obligados a paralizar temporalmente sus labores. De igual forma procedió con las trabajadoras madres de niños pequeños, las que pudieron permanecer en sus viviendas con garantía salarial.

Las autoridades nacionales suspendieron el pago de impuestos durante la etapa de la pandemia a los negocios privados y medianos y a las cooperativas. Se prestó atención especial a los segmentos más vulnerables, especialmente a los de la 3era edad. Ha sido reforzada ligeramente la distribución que el Estado hace cada mes de productos alimenticios y de aseo a precios subvencionados a todas las familias cubanas. A causa de la epidemia el sistema de educación suspendió la asistencia en todos los centros docentes del país, y continuó las clases a través de canales de televisión con alcance nacional. Esto permitió que todos los educandos del país pudieran seguir los programas de estudio.

Se ha programado el regreso a clases con las garantías sanitarias indispensables. Fue elaborado un programa nacional de actualización de conocimientos, lo que evitará que ocurran deserciones y bajas escolares. Deben señalarse los excelentes resultados en la atención a las madres embarazadas y a los recién nacidos. En el país como la casi totalidad de las familias son propietarias de sus viviendas, los cubanos no sufrirán como en otros países la terrible ola de desahucios que resultará por el no pago del alquiler o las hipotecas a causa de la crisis económica.

Países como EE.UU. y China avanzan vertiginosamente en el desarrollo y de la 4ta Revolución Industrial, situando en primer lugar a la Inteligencia Artificial (IA) y pugnan por ser los primeros en instalar la 5G para la informatización y las comunicaciones, elementos determinantes, ya que sustentarán el desarrollo del Internet de las cosas y de la economía.

Uno de los retos estratégicos de Cuba socialista gira en alcanzar lo más rápido que sea posible la soberanía científica-tecnológica. El país progresa velozmente en la “informatización de la sociedad” y promueve el desarrollo de las ciencias, las tecnologías y las innovaciones entre otras en las especialidades de la ingeniería genética y la biotecnología vinculadas al sector de la salud. El gobierno cubano está enfrascado en aumentar la cuantía y calidad de las inversiones tanto nacionales como las extranjeras en estos campos. De igual modo trabaja en la renovación, capacitación y permanencia del personal científico técnico. Muestra de la atención que le presta a la ciencia y a las innovaciones es la creación de Parques tecnológicos y la vinculación de las más de 60 universidades cubanas y los numerosos centros de investigación científica con las empresas y los municipios en la ejecución de numerosos proyectos económicos y científicos en todo el país.

Estas nuevas tecnologías aplicadas a la salud trasformarán todo lo que se hace en el mundo. Ya son una realidad los implementos y dispositivos de salud inteligentes conectados a las personas; la cirugía robótica de mínimo acceso, las máquinas y los equipos automatizados; la cirugía a distancia; la imagenología; la genética y la predictiva que permitirá prevenir enfermedades; la medicina de inmunización con nuevas vacunas; las terapias personalizadas dirigidas a realizar diagnósticos y tratamientos específicos; la telenseñanza; las consultas médicas “on line”; la nanociencia y la nanotecnología; la impresión de órganos 3D; las células madres etc… Así como las supercomputadoras (entre ellas las cuánticas) que trabajan a velocidades extraordinarias, utilizadas para procesar datos para las investigaciones científicas.

La impar y extraordinaria potencialidad del sistema de Salud Pública (aún no explotada totalmente), es el campo donde el país tiene las mayores posibilidades para desarrollar las ciencias, las tecnologías y las innovaciones y alcanzar así la soberanía científica y obtener mayores ingresos económicos. Cuba aumentando sus inversiones nacionales y extranjeras puede ser uno de los pocos países, capaz de rechazar los nocivos conceptos en boga en los países desarrollados que conciben a la salud y a las enfermedades solo desde puntos de vista mercantilistas y “tecnocientíficos” y trabajar por conjugar en el campo de la salud a los avances de la 4ta revolución industrial en la biotecnología, con valores como el humanismo y la solidaridad, y la prevención sanitaria. Ya Fidel inició este camino cuando luego del triunfo de la Revolución en 1959, con un profundo sentido humanista desarrolló el sistema de salud gratuita y universal en Cuba y se estableció la solidaridad internacional médica cubana para con países pobres que los necesitaban.