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La pandemia, Cuba y su sistema de salud pública (y III)

Fuentes: Rebelión

Por espacio de 56 años, más de 400 mil colaboradores de salud cubana han prestado con amor y humildad sus servicios en 164 países, generalmente en zonas intrincadas en donde hay poblaciones muy pobres que no tienen servicios médicos.

-Estructura del sistema de salud cubano

El sistema está estructurado de forma que sus instituciones y servicios médicos están distribuidos de manera igualitaria por todo el territorio del país. En primer término se basa en la atención primaria por el “médico de familia” para que cada uno, conjuntamente con una enfermera atienda a 120 familias. Están vinculados directamente a 426 policlínicos y estos a su vez a 284 hospitales con 90 mil camas y 100 salas de cuidados intensivos. Además existen 166 clínicas estomatológicas, 27 bancos de sangre, 142 hogares maternos y 197 hogares de ancianos. Existen a nivel de nación una docena institutos que comprenden a las principales especialidades médicas.

Históricamente el sistema de salud pública cubana se ha visto obligado a priorizar el enfrentamiento a las epidemias a causa de la introducción en el país en diversas ocasiones de gérmenes patógenos por las agencias de inteligencia de EE.UU. Para ello cuenta con Centros de Higiene y Epidemiología en todos los municipios y provincias. De igual modo ha extendido la especialidad de genética en todo el país, con magníficos resultados. Pese a las muchas dificultades materiales de todo tipo que afectan al sistema de salud pública, sus instituciones y al personal de salud se trabaja en beneficio del pueblo por lograr la categoría de Excelencia.

-Elevado número de médicos y de personal de salud con alta calificación profesional y espíritu solidario y humano.

Cuba socialista, con aproximadamente 100 mil galenos con alta calificación, es el país con mayor número de médicos por habitante del mundo (9 por cada mil) y más de 85 mil enfermeros (muchos de los cuales son licenciados de enfermería). El sistema de salud cubano creado por la Revolución, es reconocido en el planeta por su excelente calidad, y su extraordinario sentido humano y solidario. Muchos consideran a Cuba como una potencia médica y la respetan por su acentuado espíritu de solidaridad para con los países del III Mundo.

En cada una de las 15 provincias del país existe una universidad para estudiar la carrera de medicina. Es permanente el estímulo para que los ya graduados opten por pos grados, así como que los doctores en medicina se categoricen como de 1ero y 2do grado, y que los investigadores científicos alcancen la categoría de master o doctores en ciencias y los enfermeros la licenciatura.

De igual modo ha sido una tarea priorizada por el país elevar la calidad de la enseñanza de los estudios de las diversas carreras de ciencias básicas que son la base del desarrollo tecnológico.

-Cuba trabaja por continuar desarrollando la industria biotecnológica y de ingeniería genética dedicadas al desarrollo de fármacos para la salud humana.

Complementa la estrategia del sistema de salud de Cuba, la existencia del Grupo Empresarial de las Industrias Biotecnológicas y Farmacéuticas (BioCubaFarma) con elevada capacidad de investigación, innovación, producción y comercialización. Esta industria farmacéutica puede producir casi el 70% del Cuadro Básico de Medicamentos que necesita la población cubana. Produce 8 de las 11 de las vacunas para prevenir enfermedades en el país. En 2019 afectada por la falta de financiamiento a causa de la agravación del bloqueo por parte de EE.UU, solo pudo producir y ofertar por falta de insumos el 57 % del Cuadro Básico de Medicamentos del país. Como promedio faltaron en el año 47 medicinas, lo que ha afectado severamente a la población. Este año las afectaciones son superiores.

Agrupados en BioCubaFarma, se encuentran más de 30 excelentes empresas de investigación- innovación- producción-comercialización (con ciclo cerrado) tanto de medicamentos de última generación, como de equipos médicos de alto valor agregado que además de beneficiar en primer término a los cubanos también son exportados. Muchas de estas empresas se alistan para optar por la categoría de Empresas de alta tecnología. A ellas se le suman 65 unidades empresariales de base (UEB). Estas empresas cuentan con 20 mil trabajadores. De ellos 278 son doctores en ciencias y 1265 tienen la categoría de master.

Ejemplos de innovaciones únicas en el mundo con excelentes resultados son los siguientes fármacos: el Heber Prot-P, fármaco único en el mundo en la terapia del pie diabético. Capaz de evitar las amputaciones de los miembros inferiores de los diabéticos. Es una patente cubana premiada con la Medalla de Oro de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (Ompi). Alrededor de 300 mil personas en el mundo han sido favorecidas por este medicamento terapéutico; la vacuna terapéutica Cimavex-EFG, para el cáncer de pulmón avanzado de células no pequeñas. El Centro de Inmunología Molecular (CIM), creador de este fármaco y el Instituto Roswell Park contra el Cáncer, de Nueva York, firmaron en el año 2015 un acuerdo para un futuro uso de la vacuna en los Estados Unidos. Esa entidad científica y el CIM de Cuba anunciaron en septiembre de 2018 la creación de la Innovative Immunotherapy Alliance SA, la primera empresa de biotecnológica cubana-estadounidense.

Hace poco se firmó otro convenio entre la empresa SGinnovations Limited de Gran Bretaña, con la corporación BioCubaFarma para crear la empresa mixta BioFarma Innovations. Estos convenios son prueba del interés de corporaciones biotecnológicas extranjeras por establecer relaciones con el atractivo y prometedor sistema empresarial científico cubano.

El Heberferón, es otro medicamento único en el mundo, destinado al tratamiento del cáncer de piel creado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana. El fármaco inyectable elimina o reduce los tumores de piel no melanomas y puede evitar secuelas de cirugías en zonas como la cara, donde resulta complejo operar. Un logro de la industria farmacéutica cubana ha sido el Interferón Alfa 2B recombinante, con magníficos resultados en el tratamiento del coronavirus, el cual se ha usado en China y otros países.

En 2019 BioCubaFarma cumplió el plan de exportaciones con más de 300 productos a 43 países. Lograron introducir 37 nuevos productos en el mercado nacional. Crecieron en 73 el número de patentes otorgadas en el exterior. El número de publicaciones científicas ascendió a 232, de ellas 146 internacionales, 68 en revistas de alto nivel. El Google Scholar Metrics de 2020, ubica hoy a cinco revistas de Cuba, cuyo contenido está vinculado a la temática de la medicina, entre los 100 títulos más citados en idioma español. Paralelamente la industria cubana y las universidades trabajan en producir e innovar equipos médicos con alto valor agregado.

-Excepcional conexión interactiva del extenso sistema de salud pública con los numerosos centros científicos y las universidades del país.

Son reconocidos mundialmente los extraordinarios avances de Cuba en la biotecnología y la ingeniería genética. Dos de los aspectos que contribuyen a ello es la capacidad de la corporación BioCubaFarma de concentrar la investigación, innovación, producción y comercialización y el sorprendente vínculo (quizás único en el mundo) que existe entre el amplio sistema de salud pública y las numerosas instituciones científicas y las 60 universidades existentes, lo que permite realizar proezas como la de poder efectuar en estos momentos 102 ensayos clínicos de nuevos productos en 240 entidades de salud con miles de pacientes. De ellas, 75 son proyectos innovadores con patente cubana y 25 con potencialidad de convertirse en únicos en su clase en el mundo.

Entre las pruebas clínicas de nuevos productos biotecnológicos que se realizan están los destinados para los infartos del miocardio y enfermedades como el Alzheimer, el mal de Parkinson, la vacuna terapéutica Hebersavax para tumores de ovario, el biofármaco inmunomodulador para tumores de cáncer sólidos y otras que ya muestran excelentes resultados en humanos.

Se trabaja en el desarrollo de la nanociencia y la nanotecnología, las células madres, la robotización, la automatización y la tecnología nuclear entre otras, siempre con la acostumbrada vinculación interactiva con el extenso sistema de sanidad pública cubana.

La colaboración sanitaria cubana para con otros países.

En un mundo caracterizado por el egoísmo y la injusticia, Cuba, un país pobre y bloqueado, dando muestras de su perenne solidaridad y humanismo colabora con muchos otros países al ofrecer no lo que le sobra, porque económicamente no le sobra nada, sino parte de lo que como país necesita para sí. En su afán de ayudar a la humanidad ha enviado para contribuir a la lucha contra la Covid19, a 44 brigadas del Contingente Internacional de Médicos Especializados en el Enfrentamiento a Desastres y Grandes Epidemias Henry Reeve, con casi 4 mil especialistas sanitarios a 39 países. Ellos se unen a los más de 28 mil trabajadores de la salud que ya prestaban servicios de manera permanente en 59 naciones del mundo antes del comienzo de la emergencia generada por el nuevo coronavirus.

Por espacio de 56 años, más de 400 mil colaboradores de salud cubana han prestado con amor y humildad sus servicios en 164 países, generalmente en zonas intrincadas en donde hay poblaciones muy pobres que no tienen servicios médicos. Los colaboradores han atendido a mil 855 millones de pacientes, y realizado 348 millones de operaciones quirúrgicas. Esta solidaridad se hace sin tener en cuenta posiciones políticas o ideológicas, credos religiosos de sus gobiernos y pueblos. La colaboración es gratuita para los países pobres. Hay naciones con suficientes recursos económicos que contratan a colaboradores cubanos para que les presten este servicio.

En 2014 Cuba envío 256 integrantes del Contingente Internacional de Médicos Henry Reeve, para combatir el Ébola en África. La Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró que esta era la mayor contribución de personal de atención realizado por un país para ayudar a controlar la letal epidemia, catalogada como emergencia internacional. En esos momentos la revista estadounidense Time divulgó que “la personalidad del año 2014” eran los equipos médicos que habían atendido a las personas infectadas por el virus del Ébola en África.

Cuando en el 2005, el estado de Luisiana y en especial New Orleans sufrieron el destructor huracán Katrina, el gobierno de Cuba anteponiendo el sentido humanitario y solidario le ofreció desinteresadamente al de Estados Unidos, el envío de una brigada médica con mil 586 especialistas y 36 toneladas de medicamentos. El presidente Bush rechazó la colaboración a pesar de lo pavoroso de la situación y de la incapacidad de su administración de enfrentarla (las autoridades del Estado y de la ciudad aconsejaron que cada familia se salvara como pudiera).

Estas brigadas perennemente han prestado sus servicios con un alto espíritu de sacrifico y el único objetivo de salvar vidas en países que han sufrido devastadores fenómenos naturales como terremotos y huracanes. Muchas organizaciones y personas en todo el mundo propusieron al Contingente Henry Reeve para optar por el premio Nobel por la Paz en 2020.

En la década del 90 del pasado siglo, cuando Cuba socialista sufría la peor crisis económica de su historia (con una caída de un 33% de su PIB y del 85% de su comercio exterior) por la desaparición de la URSS y del campo socialista europeo y del oportunista recrudecimiento del bloqueo de EE.UU., el país dio una muestra excepcional y única en el mundo de solidaridad y generosidad, al invitar a Cuba para prestarle atención médica especializada y gratuita en instituciones de la salud, a más de 25 mil niños ucranianos (acompañados por sus familiares) afectados por la radiación a causa del accidente de la planta nuclear de Chernóbil.

La Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) creada por Fidel en 1999, ha graduado (sin costo alguno para sus estudiantes) a más de 20 mil médicos de 74 países. La selección la realizan las autoridades de cada país y solo se pide que sean jóvenes graduados de la enseñanza media y no posean recursos económicos para costear sus estudios. No se exige ningún requisito de carácter étnico, de género, religión, o filiación política. En EE.UU., formar un médico cuesta unos 300 000 dólares, si multiplicamos esta cifra por el número de los médicos extranjeros graduados por la ELAM, nos da la asombrosa cifra de 6 mil millones de dólares. Esto es parte de la desinteresada ayuda que ofrece Cuba al mundo.

Ernesto Escobar Soto. Escritor y periodista cubano.