Después del trigo, maíz y arroz, el alimento que sostiene a la población mundial es la patata. Por ello, Naciones Unidas ha querido consagrar el 2008 como año de la patata. La importancia de este cultivo es ignorada por algunos gobiernos de la Unión Europea, como el español, que pueden decidir en breve la aprobación […]
Después del trigo, maíz y arroz, el alimento que sostiene a la población mundial es la patata. Por ello, Naciones Unidas ha querido consagrar el 2008 como año de la patata. La importancia de este cultivo es ignorada por algunos gobiernos de la Unión Europea, como el español, que pueden decidir en breve la aprobación de la patata transgénica: el nuevo engendro del laboratorio Basf.
Hemos oído hasta la saciedad que los transgénicos venían al mundo para luchar contra el hambre. Pues mentira: esta patata ha sido concebida para la producción de papel y quizá (hay dudas sanitarias al respecto) para la alimentación del ganado.
Si se aprueba la ciberpatata, se agudizarán los conflictos por la tierra. Por un lado, los pequeños agricultores que quieren producir alimentos; por otro, las agroindustrias sustrayendo tierras para cultivar capital. Ya conocemos las consecuencias que están provocando los agrocombustibles. Ahora aparece este nuevo peligro: la patata incomestible. Y en la Tierra no hay más tierra de la que hay.
Gustavo Duch, Director de Veterinarios sin Fronteras.
tel 616114005