Para Miguel Hernández y Josefina Manresa, in memoriam et ad honorem. Por la España republicana, fraternal, digna, resistente y antifascista que tan heroicamente representan. Para Pablo de la Torriente Brau, escritor y brigadista cubano, muerto en España en 1937, enterrado en de Montjuïc. Para Ahmed Kathrada, in memoriam, compañero de celda de Nelson Mandela en […]
Para Pablo de la Torriente Brau, escritor y brigadista cubano, muerto en España en 1937, enterrado en de Montjuïc.
Para Ahmed Kathrada, in memoriam, compañero de celda de Nelson Mandela en la cárcel de Robben Island.
Síntesis: el partido nacionalista catalán durante años financiado, según todos los indicios, por importantes empresas españolas, pretende separar Catalunya de España con una ley en el parlamento de Barcelona que los diputados de la oposición, representantes del 51% de los votantes en las últimas elecciones, no tendrán la oportunidad de enmendar, ni siquiera de conocer horas antes de su discusión. Este es el resumen del «momento Catalunya» que esta semana llegará a Bruselas y a las principales capitales europeas. Corrupción confesa en la trayectoria del partido hasta ahora mayoritario, división de la sociedad catalana en dos mitades, e intento de restringir la democracia parlamentaria para aprobar una ley que puede activar una dura reacción del Estado español. Se está buscando un momento de máxima tensión para compensar los desgastes que produce la cara fea de la política catalana. La nueva dosis de radioactividad tendrá efectos en un bloque independentista compuesto por cinco nódulos conectados de manera inestable: el presidente Carles Puigdemont, Artur Mas y su entorno, el partido resultante de la metamorfosis de CDC, Esquerra -gran beneficiaria de la situación- y la CUP anticapitalista. Las sinapsis entre esos cinco componentes se van a ver alteradas, pero el cráter Millet-Montull no va a enterrar la movilización soberanista, como tampoco lo hizo el cráter Pujol en el 2014. No habrá muerte súbita del soberanismo. Quien piense eso, mejor será que se lo quite de la cabeza.
Enric Juliana (2017)
Artur Mas, convertido en el «embajador volante» del proceso independentista, ha dicho en la Universidad de Harvard que Cataluña aspira a ser «la Dinamarca del Mediterráneo». Y yo digo: si la Generalitat ejerciera sus competencias de manera eficiente y, en vez de gastar montañas de dinero en chorradas y en corruptelas, hiciera una gestión seria y responsable de su presupuesto, Cataluña ya sería, desde hace años, una nación/región europea ordenada y ejemplar. Con la ventaja, además, que tenemos euros en los bolsillos, en vez de las engorrosas coronas danesas, que hay que cambiar para entrar o salir de aquel país frío y ventoso. Esconder la impotencia que provoca el estallido de los casos de corrupción y los durísimos recortes que ha sufrido la administración catalana con el argumento que todo esto no pasaría con la supuesta independencia es un inadmisible acto de irresponsabilidad política . Bajo las faldas de la Generalitat hay un millar de altos cargos, asesores, enchufados y subvencionados que cobran unos salarios estratosféricos y fuera de mercado. Son ellos, por motivos egoístas, quienes hacen el caldo del procesismo que les permite vivir los mejores años de sus vidas y de ninguna forma quieren renunciar.
Jaume Reixach (2017)
Las citas hablan por sí solas. Destaco la de Jaume Reixach porque habla con la claridad necesaria, sin dobles lenguajes, sin lengua je non sense. En el resumen de Juliana habría que añadir (aunque él también lo apunta) la división creciente y cada más enfrentada de la sociedad catalana (sobre la corrupción y asuntos próximos en .Cat, perdonen la autorreferencia, acaso puede ser útil: S. López Arnal (editor), El poder y la corrupción en Cataluña. Conversaciones con Rafael Burgos, Málaga, Ediciones del Genal, 2015).
E scribí la semana pasada, un compañero- amigo me ha llamado la atención sobre ello: «Un ejemplo de este fanatismo informativo, en este caso del programa 3/24, lo peor de lo peor, peor incluso de lo que podemos imaginar-conjeturar como pésimo: http://www.ccma.cat/tv3/alacarta/mes-324/entrevista-a-josep-maria-castella-membre-de-la-comissio-de-venecia/video/5657459/«. Mi forma de decir da pie a la confusión; mi crítico tiene razón. Disculpas. Quise advertir de la actitud del entrevistador, no de los razonamientos y posiciones del entrevistado (excelentes en mi opinión). El resto de mis palabras sobre este programa de permanente apología, sin límite y nada plural, del secesionismo catalán son correctas.
Una previa a las previas. Seguramente uno de los momentos que mejor representan el vigente «todo vale», lo que creen o dicen creer, lo que piensan o dicen pensar, el «sentimiento» y posición política de muchos líderes del secesionismo-soberanismo catalán son las palabras del presidente Puigdemont el pasado martes en una universidad usamericana (Harvard tal vez): las finalidades del secesionismo catalán están directamente relacionadas, aseguró, con las luchas del pueblo norteamericano por los derechos civiles. ¡Como han leído, con todo el rostro-cara del mundo y sin enrojecerse! Quina cara! Hay que grabarlas en nuestras mentes, no hay que olvidarlas. Por no recordar las otras aproximaciones del presidente a la España actual (entre fachosa, casposa, ineficaz y neofranquista) que sonrojan al más pálido. Quina vergonya! Más vergonzosas incluso las justificaciones de algunos/as «líderes de opinión». Patrícia Garbancho es un ejemplo destacado. En general, intelectuales orgánicos, muy bien remunerados, del mundo secesionista catalán. Y a costa del erario público en muchas ocasiones.
Las previas.
1. El juicio contra Millet sigue; el de la operación Pretòria también; la familia Pujol sigue haciendo de las suyas y el gobierno Junts pel Sì, con el apoyo cupaire, prosigue su proceso antidemocrático de desconexión sin mandato popular. La vida sigue igual ciertamente. En perjuicio de las clases populares, de aquí y de allí, las víctimas de un posible pero en absoluto deseable choque de trenes. Hay que evitarlo, hay que movilizarse, hay que señalar sus consecuencias.
2. El departamento de Salud disolverá Barnaclínic como empresa privada. Se ha comprometido. Habrá que ver cómo renace si renace (que seguramente será así para nuestra vergüenza), con qué fórmula jurídica. Barnaclínic es el brazo privado -una sociedad mercantil con capital 100% público- de un hospital universitario, de un gran hospital público que merece, por la labor de su trabajadores sanitarios, el mayor reconocimiento cívico (no tengo experiencia directa familiar desde hace unos 10 años). Lo que es incomprensible es la persistencia de esta arista privada: si usted tiene que operarse y no tiene dinero, a la lista de espera; si tiene que hacerlo y tiene unos «ahorrillos», en un par de semanas, en las mismas instalaciones y con el mismo personal médico, está listo.
3. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, prometió hace muy pocos días «no dejar de persistir» para alcanzar «la única Cataluña posible y viable: la que decidan los catalanes de hoy y del futuro». Los catalanes decidimos el 27S, en otras elecciones y en muchas de nuestras intervenciones políticas pero en fin hay que liarla sea como sea.
Las palabras fueron pronunciadas en el acto institucional de conmemoración del 125 aniversario de las Bases de Manresa, uno de los documentos emblemáticos del catalanismo político leído durante una asamblea de delegados de la Unió Catalanista. Puigdemont, que trazó paralelismos entre ese acontecimiento y el proceso soberanista actual, se mostró «absolutamente convencido» de que los delegados presentes en la asamblea de 1892 reconocerían el proyecto por un «Estado propio» como «la mejor manera» de defender las ideas catalanistas hoy en día. Veamos.
Los contrafácticos, sabido es, funcionan o suelen funcionar muy para cada uno y a favor de sus intereses políticos. Unos apuntes sobre un protagonista de esas bases manresanas, Enric Prat de la Riba (1870-1917). A los 22 años fue el secretario del comité que esbozó el programa nacionalista. Lideró su partido, la Lliga Regionalista (no había entonces problema en decir que Cataluña era una región), y lo condujo a la victoria en las elecciones de 1901. A lo 30 años fue presidente de la Diputació de Barcelona, fundó el Institut d’Estudis Catalans y fue presidente de la Mancomunitat de Catalunya en 1914. A la vista del derrumbe del imperio internacional de Castilla (¡de Castilla!), Prat de la Riba sugirió que reforzando su propia «unidad cultural», Cataluña podría contribuir a reforzar España y con ello a formar un nuevo imperio basado en la identidad cultural de cada uno de sus componentes (de los componentes de España). Lejos, pues, de la secesión, lo que proponía Prat de la Riba, desde una óptica netamente nacionalista desde luego, era una nueva relación con el resto de España con la finalidad de reforzarla. Si se quiere: una nueva fusión versus secesionismo o continuismo. El lema de Prat y su partido en las elecciones de 1916 fue «Por Cataluña y por una gran España» (sic). Para el historiador H. Kamen, en esta expresión, «gran España», «se contenían conscientemente las que él creía que eran las estructuras políticas de Gran Bretaña o el Imperio Austro-Húngaro» [1]. Por supuesto, uno podría sospechar -de nuevo Kamen- «que esa idea de colaborar con el resto e España era simplemente otro modo de proponer que Cataluña dominara la política y los asuntos de España». Miquel Roca lideró una operación así hace 30 años. Sin éxito aunque hubieran otras formas de gobernar España por parte de la burguesía catalana nacionalista.
4. Vale la pena no olvidar (la semana que viene o la otra toca hablar del tema) las papeletas exhibidas por la CUP para su referéndum secesionista: en catalán y en aranés. Preguntados por la exclusión del castellano, una representante -Eulàlia Reguant- del colectivo «Países Catalanes menos Andorra y L’Alguer» (¡Francia prepárate»), lo justificó en estos términos: el nuevo estado que «fundaremos» se construirá en base a ambos idiomas, al catalán y al aranés. ¡Castellano a la cuneta! ¡Para que luego nos quejemos de la falta de diversidad!
5. ¿Va la cosa ahora de ocupar-asaltar sedes de partidos que no están a favor de referéndum secesionista como hicieron un grupo de jóvenes de ARRAN esta misma semana? Vale, sea así, supongámoslo aunque no lo admitamos. ¿Por qué entonces los jóvenes «revolucionarios de los Países Catalanes» no ocuparon la sede de CiU cuando la formación sumó sus votos al PP y al PSOE impidiendo un referéndum general sobre el apoyo o no al TTIP, un asunto central para una fuerza que se dice anticapitalista y antiEuro? ¿Por qué no se ocupan las sedes de ERC y PDCat cuando no nos permiten decidir sobre los permanentes ataques a la educación pública, a la sanidad pública, a los jóvenes universitarios con pocos medios, a los sectores más desfavorecidos, a su planificada aniquilación (Mas-Colell dixit) del Estado asistencial? ¿Aquí no vale el «programa de su hora»? ¿Por qué no? ¿Porque no son asuntos patrióticos y el tema es y será PATRIA, PATRIA, PATRIA para una fuerza esencialmente nacional-patriótica? (Por cierto, dos diputados de la CUP, sus nombres son conocidos, llamaron -a grito pelado- facha al diputado de CSQES, Coscubiela (ICV, el ex secretario de CONC) por la posición que mantuvo su grupo en la votación de condena (hubieron, se ha sabido, disensiones internas en CSQES aunque, finalmente se acordó mayoritariamente votar a favor de la condena). En el lenguaje secesionista «facha» viene a ser todo aquel que no es secesionista. El firmante de este texto por ejemplo, o tantos otros, incluidos algunos mártires del catalanismo, que no lo fueron (para estos se reserva el término botifler)
6. De género y de clase. De Jessica Mouzo Quintáns (http://ccaa.elpais.com/ccaa/2017/03/27/catalunya/1490642095_108328.html) Datos recogidos por la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), a partir de los resultados de la Encuesta de Salud de Cataluña (ESCA): la ansiedad y la depresión es el quinto trastorno crónico que más se detecta en la ciudad. Algo más de una de cada cinco mujeres (el 21,8%) declaran padecer alguna de estas dolencias (que duplica a la de los hombres: 11,9%). Existen evidencias de que hay desigualdades en salud entre hombres y mujeres, y no solo por las diferencias biológicas, señala ASPB, también por las desigualdades asociadas a los roles en el núcleo familiar y en el mundo laboral. Si bien las mujeres viven, de media, más años que los hombres en Cataluña y en el resto de España, los indicadores de salud y calidad de vida muestran peores resultados en el caso de las mujeres: declaran un peor estado de salud, padecen más trastornos crónicos y peor salud mental. Los dolores de espalda, la artrosis y la artritis, y la tensión arterial alta son los otros trastornos crónicos más predominantes entre el colectivo femenino.
El informe, es la arista «clase social» que no conviene olvidar, también revela una variación de la prevalencia de los trastornos crónicos según el tipo de trabajo, es decir, con la clase o el grupo social: del 36% de las mujeres en trabajos no cualificados al 10,7% en las mujeres directivas. En el caso de los hombres, el trastorno crónico es más frecuente entre las clases manuales y supervisoras (un 20%); en directivos apenas alcanza el 9%, el sector más beneficiado.
Dos apuntes para el cierre de este apartado. 1. Uno de los mayores hallazgos lingüísticos de la década en el ámbito de la teoría argumentativa: ¿por qué Oriol dio a su hermano Jordi 500.000 euros? Respuesta del encausado: porque me incomodaban. «Incomodar» es la palabra. Como han leído, no la olviden. 2. No entro en el proceso de unidad de Podem, En comú Podem, En comú podem i no podem, Podem i en comú o no tant, ICV, EUiA, etc, etc. Allá cada cual con sus cosas y sus acuerdos que sé que no son fáciles. Pero si alguien del núcleo dirigente de estas formaciones .Cat y soberanistas, con amplios nudos secesionistas hegemónicos, o de la nueva formación si es el caso, si alguien del colectivo, decía, va al ágora pública y diserta sobre la nueva izquierda y las nuevas formas de hacer política que nos avise: será el mejor chiste de la década, nuestra risa resonará en los cielos y en toda la tierra. ¡Las críticas a los viejos partidos reproducidas tal cual, sin apenas comas de diferencias, por las «nuevas» formaciones que promueven una «nueva» izquierda! Con pensar con J,J. (hablo de Nuet claro está) estará en la dirección de la nueva formación está dicho todo.
Sobre el tema de hoy y el protagonista.
No hace falta explicar el «promete, incumple, compara». Miembro de ICV, eurodiputado con los votos estafados a los electores de IU (el mío entre ellos), se fue del partido, de su partido, cuando le convino y prometió a su secretario general, Joan Herrera entonces, no apoyar a ninguna otra formación electoral en las elecciones de 2015 . Engañó como era habitual en él. Fue, nada menos, el cabeza de lista de Junts pel sí, el tinglado montado por el hijo político del gran estafador y defraudador.
Como responsable de Exteriores, aparte de intervenciones gloriosas que no deberíamos olvidar, llegó a comparar ante familiares de las víctimas del fascismo (yo soy una de ellas, no acudí al encuentro organizado) el actual gobierno del PP, ninguna simpatía con él por supuesto, con los gobiernos del franquismo. Sin inmutarse y sin saber o sin querer saber de qué hablaba cuando comparaba situaciones muy distintas (que, insisto, no trazan ninguna apología del gobierno Rajoy).
Pero lo dicho y repetido ahí queda… y dándoselas de progre. ¡Menudo progre!
Pero veamos ahora las otras características de su praxis política discursiva, recordemos el efecto performativo-ejecutivo del lenguaje:
Supongamos que observando la presencia del gran manipulador y defraudador en algunas manifestaciones del 11S de los últimos años sostengo que todos los asistentes a esas manifestaciones secesionistas son unos corruptos y unos sinvergüenzas. ¿Qué opinión les merecería mi consideración? ¿Una burrada? De acuerdo. Cero absoluto.
Supongamos también que observando la presencia de personas de los alrededores y proximidades de Artur Mas, sostuviera que todos los asistentes a las manifestaciones del 11 S de es tos años son unos vividores, que han sacado tajada persona-muy personal del 3, del 4 o del x por ciento. ¿Qué pensarían de este comentario? ¿Otra burrada y ya van dos? De acuerdo, otro cero.
Supongamos que tomando nota de algunos gritos de las personas asistentes -«bote, bote, español el que no bote»- señalara el insulto antiespañol generalizado de todos los manifestantes contra personas que no piensan o sienten como ellos. ¿Qué pensarían en este caso? ¿Lo mismo? De acuerdo. Más ceros, se van acumulando.
Supongamos que observando la presencia de diez o quince militantes y cargos de Plataforma por Cataluña en esas manifestaciones de las que hablamos señalara que, dado que eso es así y que nadie puede olvidar el pensamiento profundamente reaccionario, xenófobo y racista (y fascistoide, esta vez sí) de esa formación, todos los manifestantes son de la misma cuerda, unos fachas o pro-fachas más o menos disfrazados, incluidos algunos diputados/as que acostumbran a usar estos términos. ¿Qué pensarían? ¿Que he perdido el juicio? De acuerdo. El quinto o sexto cero absoluto.
Supongamos que recordara las manifestaciones a favor de la secesión catalana de la Liga del Norte italiana y que, «por tanto», señalara el carácter xenófobo y neoliberal profundo de todos los manifestantes de los últimos 11S. ¿Que pensarían? ¿Que he vuelto a decir otra barbaridad? El séptimo cero, no el séptimo cielo de Sisa.
Volvamos a suponer. Supongamos que observando y oyendo algunos gritos y consignas de grupos secesionistas de estas manifestaciones contrarios no sólo al gobierno Rajoy sino a España y a lo que llaman Madrid o Estado español, afirmara que el odio antiespañol es visceral en el movimiento separatista, que para ellos es lo mismo Machado, Ruano, Lorca y Matilde Landa que Franco, Queipo, Mola o Fraga. ¿Qué pensarían? ¿Que matiz es concepto y que la ausencia de matices en mi afirmación es de vértigo? Vale, de acuerdo. El octavo cero.
Supongamos, voy llegando a las notas de cierre, que recordando compases iniciales y compases finales hablara de manipulación generalizada, que han pasado del cuento del derecho a decidir al objetivo de la secesión, manipulando todo lo que han podido y un poco más, confundiendo a unos y a otros, sobre todo a gentes de buena fe, y, además, todos, sin excepción, ha sido programa compartido. ¿Valdría como crítica urbi et orbe? ¿No necesitaría unas cuantas precisiones? Las necesitaría, aunque sea parcialmente verdadero lo afirmado en algunos nodos.
Supongamos, por fin y para no agotar su paciencia, que tomando pie en agresiones de algunos sectores a sedes de partidos o colectivos no secesionistas, afirmara que el movimiento separatista, recordando para calentar motores de odio viejas acciones de Terra Lliure, es esencialmente violento aunque en ocasiones guarde sus formas para no asustar mucho al personal, que basta rascar un poco para darse cuenta de las dimensiones de la fiera-serpiente. ¿Qué pensarían en este caso? ¿Que confundo, una vez más, una parte sin duda existente con el todo? ¿Que así no hay forma, que con argumentos o descalificaciones así no vamos a ninguna parte? Pues de acuerdo, vale, tienen razón. Décimo cero. No paso curso.
Pues si es así, y todas las críticas son apuntadas son pertinentes, ¿qué pensar entonces de la afirmación del conseller de Exteriores, todo un responsable político en activo del gobierno secesionista de Junts pel sí, cuando afirmó en el Parlamento catalán el 21 o 22 de este mes de marzo que los manifestantes convocados por Societat Civil Catalana el pasado domingo 19 de marzo eran unos 10 mil falangistas, sin matices, sin comentarios y mu feliz de conocerse a sí mismo como català-molt-català? ¿Vale en esta ocasión? ¿No es también un insulto inadmisible? ¿Los ciudadanos que forman parte de la base de Ciudadanos, incluso del PP, también del PSOE y de colectivos con banderas republicanos, los hubo también aunque pocos, son todos ellos unos falangistas? ¿Se puede formular un insulto así y seguir como si no se hubiera dicho nada? ¿Todo vale cuando hablan e insultan? ¿Todo vale cuando lanzan sus palabras con veneno? ¿No admiten que pueda haber ciudadanos que nada tienen que ver con el falangismo, que son más bien antifalangistas de probada trayectoria, que han sido perseguidos y golpeados por la Falange en sus carnes o en las de sus familiares (asesinados incluidos), y estén en desacuerdo con el llamado proceso-procesismo y puedan manifestarte contra lo que consideran un golpe institucional y antidemocrático del gobierno secesionista con sus diversas y conocidas prolongaciones?
¿Vale aquello entonces de que quien no está conmigo está contra mí y que como yo soy o digo ser demócrata catalán, los demás son unos fascistas o unos falangistas, todos ellos? ¿Estará insinuando el conseller Romeva que los opositores, los contrarios al secesionismo (éste antidemocrático en sus últimas operaciones y estrategias) somos falangistas? Nosotros, los que luchamos contra el fascismo y tenemos familiares, más de uno, asesinados por el fascismo español, en un caso por falangistas sevillanos, ¿somos partidarios de Falange?
¡Pero qué se ha creído don Romeva, pero qué se han creído todos ellos!
PS. Recomendaciones. 1. «La Comissió de Venècia també afirma que el Govern ha d’obeir (obedecer) el TC». http://politica.e-noticies.cat/la-comissio-de-venecia-tambe-afirma-que-el-govern-ha-dobeir-el-tc-109007.html 2. C.J. Villarejo, «La fortuna de los Pujol proviene de la actividad política.» http://www.eldiario.es/catalunya/opinions/fortuna-Pujol-proviene-actividad-politica_6_625447465.html 3. También este libro, una joya, del ingeniero y activista antinuclear Paco Puche, Amianto. Una epidemia oculta e impune, Madrid, Los Libros de la Catarata, 2017. Cataluña es una de las comunidades españolas más castigadas; este debería ser uno de los grandes asuntos del país. El libro de Puche se abre con una cita de Remi Poppe, un ex diputado holandés: «A excepción de la pólvora, el amianto es la sustancia más inmoral con la que se haya hecho trabajar a la gente; las fuerzas siniestras (…) sacrifican gustosamente la salud de los trabajadores a cambio de los beneficios de las empresas».
Nota
1) Henry Kamen, España y Cataluña. Historia de una pasión, Madrid, La Esfera de los libros, 2014, pp. 212 y ss (traducción de José C. Vales).
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