Asistimos a una gran ofensiva política y legislativa a nivel europeo organizada por la industria biotecnológica con el fin de doblegar la resistencia del movimiento anti-transgénico y extender sin límites los cultivos transgénicos por toda la U.E. provocando la desaparición de la agricultura ecológica. El Comité sobre Agricultura y Desarrollo Rural de la U.E. […]
Asistimos a una gran ofensiva política y legislativa a nivel europeo organizada por la industria biotecnológica con el fin de doblegar la resistencia del movimiento anti-transgénico y extender sin límites los cultivos transgénicos por toda la U.E. provocando la desaparición de la agricultura ecológica.
El Comité sobre Agricultura y Desarrollo Rural de la U.E. ha aprobado un documento sobre Biotecnología: Perspectivas y retos para la agricultura europea (1) que recoge todas y cada una de las necesidades y exigencias de la industria biotecnológica e ignora y rechaza las justas y legítimas opciones y reivindicaciones de la población europea y de todo el movimiento anti-transgénico. Este documento pasará a votación del Parlamento europeo durante el próximo mes de marzo y sino se rechaza (bastante improbable dada la desfavorable correlación de fuerzas de las posiciones anti-omgs) se convertirá en una directiva de obligado cumplimiento para todos los estados miembros de la Unión.
En lugar de reconocer y aceptar las graves consecuencias sociales y ambientales que han provocado 10 años de cultivos transgénicos por todo el planeta (India, Argentina, África, Méjico y en el propio estado español) el documento hace una apología triunfalista de los omgs como expresión de un nuevo paradigma tecnológico que contribuirá a una mejora extraordinaria para Europa en el terreno económico (3% de crecimiento anual) y una fuerte creación de puestos de trabajo (20 millones al finalizar el 2010). Y presenta una vez más a la coexistencia como una opción para regular la convivencia pacífica entre los diferentes sistemas de cultivo y facilitar la elección de agricultores y consumidores. Todo ello sin hacer ninguna referencia a la gran cantidad de casos de contaminación que han demostrado sobradamente la inviabilidad de la coexistencia y la desaparición de la agricultura ecológica.
La estrategia general del documento es el incremento de los omgs para la década 2006-2015 y la potenciación de la nueva generación de transgénicos: productos funcionales con características farmacéuticas, vacunas orales y semillas vegetales destinadas a bio-combustibles. Demanda a la Comisión Europea y a los estados miembros que incrementen los fondos públicos para la investigación y el desarrollo de nuevos productos en estrecha colaboración con las multinacionales del sector. En consecuencia se discrimina y se abandona a la agricultura local, tradicional y ecológica a la absoluta precariedad bajo la amenaza de su total desaparición, la biodiversidad vegetal se substituye por la uniformidad genética generadora de conflictos ambientales y desigualdades sociales. Se impone un modelo superindustrialista totalmente insostenible que impide el derecho a la soberanía alimentaria de los pueblos.
En una clara demostración de desprecio por la salud humana y ambiental e intolerancia frente las críticas de científicos independientes sobre los graves impactos de los cultivos transgénicos, se pide que se elimine la complejidad actual de los procesos de aprobación de los omgs y que se formulen solamente en base a criterios científicos y no posiciones políticas. Es decir, por un lado que se utilice la formulación de «equivalencia substancial» en lugar del principio científico de precaución y por otro lado se intenta presentar como única verdad científica la facilitada por las multinacionales, ya que nuestras críticas son solamente políticas !!!
Exige que se armonice las medidas de coexistencia para que los agricultores de la U.E. puedan escoger libremente entre los distintos tipos de cultivo con la clara intención de imponer y generalizar los omgs, en oposición al creciente rechazo de la población a los transgénicos y a la imposibilidad de la coexistencia. Se niega el derecho de cada pueblo y de cada estado a rechazar los cultivos transgénicos y se rechaza el legítimo derecho a declarar zonas libres de omgs, una opción que se ha desarrollado ampliamente por toda Europa.
Frente a esta estrategia totalitaria de la industria biotecnologica que cuenta con el respaldo y la colaboración de la mayor parte de los gobiernos de la U.E. como es el caso del gobierno español y catalán, solo nos queda la movilización y la desobediencia civil para seguir luchando hasta eliminar los transgénicos de todo el planeta y poder desarrollar nuestros proyectos de producción y consumo agroecológicos. Queremos hacer también un llamamiento al conjunto de organizaciones críticas contra los ogms para que se sumen en esta lucha.
Fuera transgénicos del planeta !!!
(1) Draft Report on Biotechnology: Prospects and Challenges for Agricultura in Europe. Committee on Agriculture and Rural Development (6.11.2006)