Greenpeace denuncia la muerte masiva de más de 225 mil abejas en España en las últimas semanas. La Unión Europea ha detectado ya millones de desapariciones. La extinción de estos animales provocaría crisis en ecosistemas agrícolas. Aunque en primera instancia pueda parecer una noticia local, el problema tiene rasgos globales. Hace unos días Greenpeace denunció […]
Greenpeace denuncia la muerte masiva de más de 225 mil abejas en España en las últimas semanas. La Unión Europea ha detectado ya millones de desapariciones. La extinción de estos animales provocaría crisis en ecosistemas agrícolas.
Aunque en primera instancia pueda parecer una noticia local, el problema tiene rasgos globales. Hace unos días Greenpeace denunció la muerte masiva de abejas de miel producto de una campaña de fumigación de árboles en tres regiones españolas.
Entre las regiones de Murcia, Valencia y Andalucía se calcula la muerte de más de 225 mil abejas, y la destrucción de más de 50 colmenas. El dato no es menor si se toma en cuenta que se trata de un animal cuya existencia está en camino a la extinción dentro de la Península Ibérica.
Tan dramática ha llegado a ser la situación de estos animales, que en los últimos años la Unión Europea (UE) realizó un estudio para determinar la mortandad de abejas en 17 países del continente.
El resultado es que durante el invierno las cifras de mortandad llegan hasta el 33%, un registro que diezma a la población y afecta a los apicultores.
De hecho, el último análisis del Laboratorio de Referencia de la UE para la Salud, detecto la desaparición de más de 30 mil colmenas entre los años 2012 y 2013, lo que representa una cifra incalculable de millones de abejas desaparecidas.
Problema global
En el 2010 la UE ya había emitido un comunicado advirtiendo el peligro de la desaparición de abejas y dando una serie de recomendaciones que, hasta el momento, no se han cumplido.
En Estados Unidos también se han emprendido investigaciones, aunque la más reciente de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) haya determinado que la desaparición de colmenas se deba principalmente a la presencia de un virus.
Esto sin duda alguna minimiza la mortandad de las abejas producida por el hombre. Los principales factores siguen siendo el uso de los plaguicidas en los campos de cultivo y la modificación genética dentro de la agricultura.
Las consecuencias más graves de este denominado «Síndrome de despoblamiento de colmenas» es que las abejas cumplen un rol importante en la estabilidad de los campos de cultivo gracias a su rol polinizador.
Esto sumado a una evidente caída en la generación de miel, producto de alto consumo a nivel mundial.
En el siguiente vídeo, apreciaremos las causas de desaparición de las abejas a nivel mundial: