El pasado martes 12 de diciembre, las plataformas de Un Nuevo Modelo Energético y PAH La Rioja realizaron una jornada de visibilización en la que llevaban trabajando, de forma conjunta, desde hace más de un mes.
En La Rioja, según los datos del tercer estudio sobre pobreza energética de la Asociación de Ciencias Ambientales (2016), son más de 24.000 personas las que pasarán frío en su salón o su cocina y más de 23.000 que no podrán pagar a tiempo sus recibos de las compañías de luz o gas. Es por esto que, hace ya más de un mes que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de La Rioja se dirigió a la Plataforma por Un Nuevo Modelo Energético para sumar fuerzas y convocar conjuntamente una jornada de visibilización de la pobreza energética. Esta jornada se ha englobado en el marco de la campaña «las cinco de la PAH» para una ley de vivienda justa.
En las reuniones preparatorias se recordó aquellas primeras concentraciones en Logroño denunciando la pobreza energética, enfundándonos en mantas y con velas al pie del Parlamento riojano. En esta ocasión, más allá de pretender convocar a mucha gente un martes laborable por la mañana, se ha querido reclamar a los medios de comunicación que hagan de altavoz, algo que se ha conseguido, aunque siempre se espera más.
Ayer, miles de personas volvieron a oír hablar en radio o televisión de pobreza energética y del drama que supone para una sociedad, no ya esa pobreza, sino la POBREZA, en mayúsculas. Somos un país que bate récords en volumen de pobreza, en brecha abierta y en incumplimientos e injusticias sociales.
Tendemos siempre a vincular la pobreza energética con el coste de la energía como un primer escalón. No en vano, disfrutamos de la energía eléctrica más cara del continente según los últimos datos de Eurostat. Así mismo, en este país de récords, tampoco se puede olvidar el drama social de más de cinco millones de personas con temperaturas gélidas en sus casas durante los días fríos o las más de 7.000 personas que fallecerán este invierno por ello. Todo esto ocurre en nuestro país de récords. Un país en el que existe un «Bono Social» que reduce significativamente la factura de la luz y a la que puede acogerse una familia numerosa con ingresos de 10.000€ mensuales, pero no una pareja con unos ingresos conjuntos de 1.000€ al mes.
En fin, en este país de récords, sin duda alguna, también tenemos el de las puertas giratorias más engrasadas y jugosas de todo el continente, especialmente en sectores como el energético desde hace ya muchos Gobiernos y varios regímenes políticos. No es posible entender la coyuntura en la que nos encontramos sin estas puertas giratorias que rezuman lubricante: las renovables paralizadas y el autoconsumo penado, con el carbón ganando terreno, apostando por el gas como energía «limpia y de futuro», presiones brutales para mantener en la UCI pero artificialmente viva a la energía nuclear o la olvidada reforma energética de viviendas –edificios menos eficientes es igual a mayor consumo de energía o mejores cuentas de resultados de las grandes energéticas, todo cuadra–.
No hay que resignarse, hay otro modelo de sociedad, otro modelo de producir y consumir la energía pensando también en el bien común: energías más limpias –energía más limpia es la no consumida–, autoconsumo en los tejados de las viviendas para reducir la factura energética y una pérdida de poder del oligopolio en favor de la remunicipalización y/o socialización en cooperativas de las redes de distribución energéticas. Necesitamos plantas de producción más locales, más ciudadanas y también más rurales. Esto es algo que ya ocurre en otros rincones del mundo y algunos muy cercanos.
Los palos en las ruedas que siguen poniendo se acabarán rompiendo. La realidad de una cuarta revolución energética es imparable y además necesaria para evitar, entre otras cosas, que nadie pase frío los inviernos en su casa y para frenar el mayor reto al que se enfrenta la humanidad: el Cambio Climático.
Juange Iglesias es miembro de la plataforma por un Nuevo Modelo Energético
Fuente: http://www.elsaltodiario.com/pobreza-energetica/la-pobreza-energetica-tambien-tiene-solucion