– Ecologistas en Acción celebra el interés mostrado por las diferentes partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica en detener la pérdida de biodiversidad, pero considera insuficientes los compromisos adquiridos en la declaración de Kunming.
– La organización ecologista critica alguno de los aspectos incluidos en el Marco Global post 2020, que será ratificado en la segunda parte de la COP15 en mayo de 2022.
Finaliza la primera parte de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (COP15), que ha tenido lugar de forma virtual entre el 11 y el 15 de octubre. Bajo el lema “Civilización ecológica: construir un futuro compartido para toda la vida en la tierra”, representantes de todos los Estados miembros del Convenio sobre la Diversidad Biológica han intervenido para ratificar su compromiso de establecer un marco común para detener la pérdida de biodiversidad. Ecologistas en Acción, que ha asistido a las diferentes reuniones, destaca el firme compromiso verbal de las partes, pero lamenta la ausencia de contundencia a la hora de abordar las causas subyacentes de la crisis y la escasa autocrítica ante el evidente fracaso de las Metas de Aichi.
Declaración de Kunming
Los días 12 y 13 de octubre se celebraron las sesiones de alto nivel de la decimoquinta reunión de la cumbre, en la que participaron varios jefes de Estado y casi 300 ministros, que finalizó con la ‘Declaración de Kunming’. Esta declaración supone un paso positivo en las negociaciones, pero a juicio de Ecologistas en Acción queda lastrado por su falta de definición. En ella se reconoce que “estas crisis (pérdida de biodiversidad, cambio climático, degradación y desertificación de las tierras y los océanos) comparten muchos factores subyacentes impulsores del cambio” y demanda “acciones destinadas a transformar los sistemas económicos y financieros y garantizar la producción y el consumo sostenibles”, aunque no se definen cuáles habría que llevar a cabo para abordar las crisis mencionadas. Para Ecologistas en Acción la gravedad que supone el inminente colapso de los ecosistemas requiere acciones urgentes y específicas. Sin una reformulación radical del sistema económico, basada en el decrecimiento global del consumo de energía y materiales, con criterios de justicia social, de redistribución y que reconozca los límites planetarios, no será posible parar la pérdida de diversidad biológica.
Marco Global post 2020
Durante esta primera parte de la cumbre, los países y la sociedad civil han trasladado sus comentarios sobre el borrador del Marco Global Post 2020, que deberá aprobarse en la segunda parte de la COP. Este borrador debe incluir los objetivos y compromisos necesarios que permitan vivir en armonía con la naturaleza en 2050.
La Meta 3 del actual borrador establece como objetivo la declaración del 30 % de las zonas terrestres y marinas como áreas protegidas antes de 2030. Ecologistas en Acción considera inaceptable que solo se pretenda conservar el 30 % y se permita que se destruya el 70 % restante. Las últimas décadas han demostrado que, aun siendo importante la protección de espacios, esta es una medida insuficiente para detener la destrucción de la naturaleza. A lo largo de estos años ha existido un gran aumento en el número y extensión de áreas protegidas a nivel global. Al no contar con planes de gestión adecuados, han contribuido a una reducción de la biodiversidad. Ecologistas en Acción reclama la implementación de una gestión enfocada a la preservación en el 100 % de las zonas naturales terrestres y marinas.
Otro de los aspectos del Marco Global más criticados por las organizaciones ecologistas es el peso que se le ha dado a las “Soluciones basadas en la naturaleza” como parte de la Meta 8 para “contribuir a la mitigación y a la adaptación (al cambio climático) a través de enfoques basados en los ecosistemas”. La CBD Alliance, de la que Ecologistas en Acción forma parte, ha denunciado que esto “se está utilizando para las compensaciones de carbono y otras actividades muy perjudiciales para la biodiversidad y las comunidades que dependen directamente de ella (por ejemplo, forestación a través de monocultivos de árboles, a menudo alóctonos)”. Aunque el último borrador ha eliminado menciones explícitas a ese término, se define que estas prácticas deben contribuir con al menos 10 gigatoneladas de equivalente de dióxido de carbono (GtCO2e), perpetuando esta noción. La solución a la crisis climática debe estar basada en la reducción de emisiones y no en la instrumentalización de la naturaleza.
Ecologistas en Acción espera que las negociaciones que se realizarán hasta la segunda parte de la COP15 sobre el Marco Global Post 2020 permitan lograr avances muy sustanciales en esta importante estrategia, ya que el borrador actual continúa siendo muy insuficiente.
Financiación
Aunque durante la cumbre se han anunciado importantes aportaciones económicas, especialmente de la República Popular de China y del Estado de Japón, es vital que se logren compromisos económicos de otros países para asegurar la adecuada financiación de la convención y aumentar la prestación de apoyo financiero a los países en desarrollo, necesario para implementar el Marco Mundial post 2020. Esta es una de las asignaturas pendientes de la COP15.
Ecologistas en Acción desconfía del peso que se le está dando a la financiación privada y al papel de las corporaciones en el discurso económico tanto de la COP15 de biodiversidad, como en el borrador del Marco Global post 2020. La transformación integral o “Teoría del cambio” que plantea el Marco Global debe estar, a juicio de la organización ecologista, fundamentada en la movilización de fondos públicos, y así lo debería expresar la Meta 19 del documento.
La pandemia ha puesto sobre la mesa la urgencia de establecer medidas de protección de la biodiversidad y de parar la destrucción acaparadora de ecosistemas. También ha supuesto una movilización de recursos económicos fuerte para todos los países. En opinión de Ecologistas en Acción, se deben movilizar recursos económicos públicos de manera prioritaria para la conservación de la naturaleza.
Asimismo, es necesario revisar y cortar la inversión privada destructora de biodiversidad, el llamado lavado verde, y a la vez atajar las subvenciones que suponen causas indirectas de pérdida de biodiversidad y destrucción de ecosistemas. Muchos países europeos como Alemania y Holanda, participantes de la mesa de financiación de las sesiones de alto nivel de la COP, han reconocido estas cuestiones. Esperamos que el Estado español dé ejemplo de coherencia y presione para que la Unión Europea sea líder en inversión pública en protección de la naturaleza salvaje.
No se pueden permitir nuevos fracasos
La Cumbre Mundial sobre la Diversidad Biológica que ha finalizado hoy también ha permitido, tal y como lo han reflejado en los últimos años el estudio La Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica 5 y el Informe de evaluación Mundial sobre diversidad biológica y servicios de los ecosistemas del IPBES, visibilizar que no se han cumplido las metas de detener la pérdida de biodiversidad en 2010 y 2020, y que de estos fracasos es necesario aprender para evitar repetirlos. En este sentido, el actual borrador del ‘Marco Mundial de Biodiversidad post 2020’ es valorado por Ecologistas en Acción como una versión descafeinada del Plan Estratégico que se adoptó en la COP10 de Nagoya, Japón, en 2010 y que fracasó por el incumplimiento de los objetivos por parte de todos los gobiernos del mundo.
Las negociaciones para definir el Marco Global post 2020 se retomarán en enero en Ginebra y se llegará a un acuerdo en la segunda parte de la COP15 de Kunming en mayo. Ecologistas en Acción hace un llamamiento a la sociedad civil para que exija a sus representantes políticos que le den a este proceso la importancia que tiene. “No podemos permitirnos fracasar en 2030”, alerta Ecologistas en Acción, por lo que se debe considerar este acuerdo como la última oportunidad para detener la pérdida de biodiversidad. Es posible que para entonces se haya superado un punto sin retorno que reducirá la capacidad de los ecosistemas para propiciar los procesos y bienes que son esenciales, como el alimento, el agua dulce, las materias primas, las medicinas y los espacios de ocio, además de importantes activos culturales.