«Trias ultima la privatización total de Serveis Funeraris de Barcelona. El Ayuntamiento prevé obtener 26 millones por el 15% de su participación en la empresa». Son los titulares de un artículo de Camilo S. Baquero [CSB] en El País de 6 de septiembre de 2013, edición de Cataluña [1]. Explico sucintamente un asunto que no […]
«Trias ultima la privatización total de Serveis Funeraris de Barcelona. El Ayuntamiento prevé obtener 26 millones por el 15% de su participación en la empresa». Son los titulares de un artículo de Camilo S. Baquero [CSB] en El País de 6 de septiembre de 2013, edición de Cataluña [1]. Explico sucintamente un asunto que no debería pasar desapercibido:
1. En 2010 el gobierno municipal barcelonés -alcalde: Jordi Hereu (PSC-PSOE)- ultimó la privatización de «Serveis Funeraris de Barcelona (SFB)». El grupo Mémora alcanzó entonces el 85% de las acciones. Don Maragall, el de la «Nova Ezquerra Catalana» (¡ay que me parto, quin riure!), era uno de sus hooligangs neoliberales más destacados. Hereu a su lado, siempre a su lado!
2. ICV-EUIA, formaba parte del consistorio, se opuso -¡esta vez sí!- a la escalada privatizadora. ERC, que no estaba en el gobierno, dio su voto a favor.
3. Mémora, empresa líder en Barcelona, ha tenido ganancias en los últimos ejercicios de entre 10 y 12 millones. Su «entrada» en SFB se remontan a 1998. Activa también en Portugal y en otras ciudades de España, se hizo con el 49%. Doce años después, sumó otro 36% de las acciones (el Ayuntamiento se quedó con el 15% restante). El grupo facturó unos 163 millones de euros en 2012. Según una portavoz del consistorio, informa CSB, «en los últimos ejercicios, la ciudad no ha recibido dinero por concepto de dividendos desde 2011». ¿A pesar de las ganancias de Mémora? A pesar de esas ganancias. ¿Por qué? Nadie responde.
4. La coalición de CiU no solo dio en aquellas fechas su voto privatizador a favor, recuerda CSB, sino que, de la mano del PP, su más que fiel aliado, «solicitó que la empresa se vendiera completamente». Sin restos públicos, a degüello. ¡Privatizar siempre ha sido su programa de la hora!
5. Tres años después, los convergentes quieren ahondar en el camino y dar la estocada anti-pública final. El 6 de septiembre, en el Consejo de Administración de BSM, el equipo de don Trias notificó su intención de vender al mejor postor el 15% de acciones. Esperan -o dicen que esperan- obtener unos 28,4 millones de euros (26 millones netos). Veremos la cifra final.
6. Se pondrá entonces punto final al más que relativo control que el Ayuntamiento podía tener sobre la política tarifaria de los servicios funerarios en la ciudad que estará pues en manos privadas.
7. La argumentación del Consistorio es de manual de economía ultraortodoxa: «busca profundizar en la liberalización de los servicios funerarios, en consonancia con las legislación vigente, otorgando más margen a la iniciativa privada, siempre y cuando se garantice la prestación del servicio». Bazofia neoliberal.
8. La ordenanza reguladora de los servicios funerarios establece, siguiendo la ley de 1996, que las empresas «tengan un cupo de funerales gratuitos o de beneficencia para las personas sin recursos y otros subvencionados para aquellos que tienen ingresos menores al mínimo necesario para declarar renta». En 2013, el precio de una ceremonia subvencionada es de 75 euros. En lo que va de año, comenta CSB, «se han realizado 384 entierros de beneficiencia», según datos de la propia la empresa, y otros 18 se han pagado con subvención.
9. En 2010, cuando la privatización del 85%, Mémora y el Ayuntamiento de Barcelona llegaron «a un convenio de regulación de estabilidad de precios en el que, además, creaban la llamada tarifa ciudadana» (que reunía todos los servicios esenciales). Asciende en 2012 a unos 2.220 euros más IVA; un entierro-tipo cuesta en Barcelona unos 3.000 euros más IVA. El precio reducido (que ya es un pastón) es unos 900 euros menos que el normal (que no es nada normal).
10. Con la venta de las acciones, si la ciudadanía barcelonesa en pie de rebeldía contra la privatización total de la muerte no lo impide, «el acuerdo de la tarifa especial quedaría sin efecto». Con la venta sin restos, se coloca bajo criterios de mercado nada menos que los servicios funerarios y la ciudad de los prodigios y los desastres antiobreros se quedará sin instrumentos de política pública para preservar la tarifación social en SFB. Nada, un asuntito sin importancia.
11. Jordi William Carnes, del PSC, no hablo ahora de CiU, primer teniente de alcalde del consistorio cuando se cerró la venta del segundo paquete accionario, se inventó un argumento que pasará a la historia universal del razonamiento falaz en su expresión más impura e infame [2]. Justificó que el «consistorio de izquierdas» se quedara sólo con el 15% de las acciones del modo siguiente: «se ha demostrado [¡demostrado!] que la mejor forma para expresar el carácter servicio público en la colaboración publico-privada es que el sector publico tenga una participación minoritaria».
¿A qué todo lo señalado hasta el momento es elegante, chick, postmoderno, neoliberal, etc? ¿A qué está más que justificado en la botiga más sofisticada del món?
Eso sí, tras la decisión tomada sobre la privatización, Trias y una parte sustantiva de consistorio estarán presentes-muy-presentes en la «cadena» del 11S, la «vía catalana» hacia la… ¿»independencia»? (¡qué inmenso rubor, señora Leonor!) y siguen, desde luego, entusiasmados con la multinacional Barça-Qatar, esas «300 personas y una estación de televisión» en sin duda singular «y épica definición» (como diría Pepe Escobar) del príncipe saudí Bandar Sultan. ¡Nada menos!
PS: Por otra parte, don Trias sigue sentando cátedra urbi et orbe. El pasado lunes, 9 de septiembre, entrevistado por RAC1, comentó con su verbo tan singular: «En España sólo Barcelona podía competir con Tokio y Estambul» [3]. Más en concreto: «Tokio y Estambul son ciudades espectaculares, contra las que sólo puede competir, en España (¡sí, habló de España, se le escapó!), Barcelona». ¿Y eso por qué? Porque la marca Barcelona -todo es cuestión de marcas en su mentalidad neoliberal fanatizada- es «más potente que Estambul y casi tan potente como Tokio». Ganar los Juegos, ha añadido, es muy difícil. «Es una carrera dura, larga. La diplomacia olímpica funciona diferente. Es gente que tiene una visión que no es la de los Estados es una visión de lo que le interesa al olimpismo». ¿Y qué intereses deben ser estos «intereses especiales» de los miembros del COI? ¿Qué será eso del «olimpismo»?
Parece, además, que hay indicios de acuerdos entre élites de aquí y de allí. Miren si no: «Creo que el visto bueno del Comité Olímpico Español no ha de ser difícil… Nos presentamos para el 2022, pero nuestro planteamiento abarca 2026 y 2030». Añadió también que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, le ha dicho que apoyará sin fisuras la candidatura de Barcelona si la «millor botiga del món» se llegara a presentar.
Notas:
[1] http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/09/05/catalunya/1378408472_535941.html
[2] ¡Si el gran lógico Luis Vega Reñón hubiera reparado el paso….! Lean su reciente libro: La fauna de las falacias. Trotta, Madrid, 2013. ¡No se lo pierdan!
[3] http://www.publico.es/467098/trias-en-espana-solo-barcelona-podia-competir-con-tokio-y-estambul
Salvador López Arnal es miembro del Front Cívic Somos Mayoría y del CEMS (Centre d’Estudis sobre els Movimients Socials de la Universitat Pompeu Fabra, director Jordi Mir Garcia)
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.