La empresa de uno de los hombres más ricos del mundo, Carlos Slim, lo hizo: enojó a muchas nicaragüenses con el envío no solicitado de mensajes de texto con «los mejores chistes machistas». La difusión de los mensajes decía, explícitamente: chistes machistas para enojar a las mujeres. Muy pocas veces la publicidad cumple lo que […]
La empresa de uno de los hombres más ricos del mundo, Carlos Slim, lo hizo: enojó a muchas nicaragüenses con el envío no solicitado de mensajes de texto con «los mejores chistes machistas». La difusión de los mensajes decía, explícitamente: chistes machistas para enojar a las mujeres.
Muy pocas veces la publicidad cumple lo que promete, pero esta vez Claro, la compañía de uno de los hombres más ricos del mundo, Carlos Slim, lo hizo: enojó a muchas nicaragüenses con el envío no solicitado de mensajes de texto con «los mejores chistes machistas». La publicidad de los mensajes decía, explícitamente: chistes machistas para enojar a las mujeres.
El sábado 11 de agosto por la mañana y sin solicitarlo, Sigrid Meijer recibió en su teléfono celular un «chiste» que decía: -Que buenas han salido nuestras mujeres. -Porque limpian y cocinan. -No, porque no se rompen por mucho que las maltrates.
El remitente era el número 1411, de Telecomunicaciones Claro de Nicaragua. La «oferta» de suscripción diaria se extendía a tres meses. A Sigrid, y a muchas mujeres y hombres, el mensaje en cuestión no les provocó risa, más bien una indignación enorme.
En Nicaragua, en lo que va del 2012, la Red de Mujeres Contra la Violencia informa del asesinato de 48 mujeres a manos de sus parejas, ocho de las cuales fueron violadas antes de morir. La mayoría de víctimas (61,25%) están comprendidas en las edades entre 18 y 45 años.
Frente a esta realidad, a propuesta de un grupo de organizaciones liderado por el Movimiento de Mujeres María Elena Cuadra, y otro de la Corte Suprema de Justicia, la Asamblea Nacional aprobó en noviembre pasado la Ley integral contra la violencia hacia las mujeres, que penaliza, entre otros delitos, la misoginia.
Basándose en esta normativa, Sigrid envió una carta de protesta a Claro, demandando «una disculpa pública de la compañía para todas las mujeres en Nicaragua (y a los hombres también)».
Por su parte, la compañía le dijo que no le seguirían enviando los mensajes y aseguró que se trataba de negocios de un tercero que compraba los servicios de la red, por lo tanto, no tenían responsabilidad del contenido.
Ofendida por esta respuesta, el pasado lunes 13 muchas defensoras de los derechos de las mujeres recibieron, en sus correos, copia del intercambio epistolar entre Sigrid y la empresa.
La comunicación se tornó viral y el correo de Servicio al Cliente de Claro se llenó de protestas. También se sumaron otros reclamos como los «chistes» contra los homosexuales, así como el envío indiscriminado, con el mismo sistema, de mensajes pornográficos.
El blog de Consuelo Mora fue el primero en publicar íntegra la denuncia y le siguió el diario digital Confidencial, con un reportaje sobre la protesta con el título de «CLARO es Machista», lema con el que muchas personas habían «posteado» y «compartido» en sus páginas personales.
Como respuesta, en su página de Facebook la compañía volvió a declinar responsabilidad sobre el contenido de los textos, con el mismo argumento anteriormente utilizado, alegando- además- que los mensajes se envían solo con autorización de las personas usuarias y que se cancelan a petición de los mismos.
Tania Montenegro, una periodista feminista que apoyó con la divulgación pública de la denuncia, escribió en esa página: «Es impresionante que Claro se lave las manos de manera tan campante, publicitan «Envíe mensajes machistas» con su gran sello corporativo y ahora alegan ‘demencia’. Hay que tomar conciencia de que a través de «chistecitos» como este motivan la violencia en nuestra contra al fomentar los «deberes» de las mujeres y se haga mofa de aguantar maltrato».
«Estudios científicos en todo el mundo muestran que los motivos con que los hombres justifican la violencia son, en este orden: desobedecer al marido, contestar mal, no tener la comida lista a tiempo, no cuidar adecuadamente a los niños o al hogar, cuestionar al marido sobre dinero o sus amigas, ir a un lugar sin su permiso, negarse a tener sexo o expresar sospechas de infidelidad. Los derechos y la vida de las mujeres no son un chiste, que el Estado actúe ya, regule y sancione a Claro y este dé una disculpa pública nacional y envíe, por el mismo medio, mensajes a favor de nuestros derechos», sostuvo.
La Red de Mujeres Contra la Violencia, Católicas por el Derecho a Decidir, el Movimiento Autónomo de Mujeres, la Red de Masculinidad, entre otras organizaciones, apoyan la denuncia y piden a Claro tener una política de Responsabilidad Empresarial.
Frente a otras quejas contra la compañía -como la «Promoción Recibe Tips sobre Afrodisíacos por SMS y gana C$ 20.00», recibidos en muchos casos por escolares-, el comportamiento de la empresa ha sido señalado de misógino por algunas de sus clientes, como Gaby Baca, cantautora integrante de UNITE, una campaña internacional que aboga por la no violencia contra las mujeres.
«Es terrible que mientras los artistas y las Naciones Unidas a lo largo y ancho del planeta trabajamos para disminuir este problema que ya es tratado como endémico, empresas serias se presten a borrar nuestro gran esfuerzo», indica Baca.
Mientras tanto, algunos de los comentaristas en las redes sociales habían empezado a demandar de Claro el uso de sus redes para divulgar el contenido de la Ley Integral Contra la Violencia, mientras que varios abogados se han ofrecido para iniciar acciones legales basadas en la misma legislación.
Pero aunque la protesta fue masiva, hubo disensos, como el de Eliezer GR, quien escribió en la Web de la compañía: «ya están cayendo en lo ridículo con el tema de la mujer…. ellas son un tesoro, pero no hay que satanizar todo lo que envuelva a una mujer… vamos dando pasos de cangrejo».
Una periodista escribió en el mismo sitio: «No es que las feministas, yo lo soy, no tengamos sentido del humor. Es que también somos ilustradas y hemos estudiado a lingüistas como Stuart Hall, quien explica que las palabras crean emociones; estas, comportamientos, y estos, hábitos o costumbres. Por eso, no da risa que, tras la cobija de un chiste, se haga normal la violencia contra las mujeres».
Al final, como diría Truman Capote, no existe nada más peligroso que las plegarias atendidas, y en este caso a Claro se le cumplió su plegaria para hacer enojar a las mujeres, de paso, enojó a muchos hombres también.
Pero las movilizaciones mediáticas, a menudo tienen un final, sino feliz, al menos satisfactorio. Al cierre de esta nota Claro publicó una declaración oficial anunciando su solicitud a la empresa TIMWE (www.timwe.com/es) de la eliminación total y definitiva del segmento de contenidos «Chistes Machistas» para que no sean comercializados nunca más a través de su red.
La medida, anunció, es de carácter definitivo y manifiesta su compromiso por el respeto a los valores que defienden a las mujeres. También dijo que evalúa sus servicios para retirar contenidos similares. La decisión fue bien recibida por los y las cibernautas.