Ramón Tojeiro lamenta la actitud de quienes «prefirieron mirar para otro lado»
Imagen: C. TOIMIL
Ramón Tojeiro (Serantes, Ferrol, 1951) preside Agavida, organización que ya agrupa a víctimas del amianto de todo el país, aunque la inmensa mayoría de quienes la integran hayan estado vinculados al sector naval ferrolano. Quiere, dice, que «se haga justicia». Y que se reconozca que «las muertes que ha provocado el amianto podrían haberse evitado», porque «algunos ya tenían información suficiente sobre lo que estaba pasando», pero prefirieron mirar «para otro lado».
-¿Por qué no se tomaron medidas antes?
No se tomaron medidas antes porque el amianto les resultaba muy rentable, daba grandes beneficios a la industria. La realidad del amianto se mantuvo oculta porque era un gran negocio.
-Y eso primó sobre cualquier otra cosa…
Exacto. Como era un gran negocio, porque además era muy barato y se extraía con facilidad, se fueron tapando los daños que causaba y se siguió utilizando. Las empresas prefirieron ocultar la realidad, esconder lo que estaba pasando. Pero a ellos, a los que se beneficiaron del uso del amianto, no les faltaba información. Mire, voy a contarle algo…
-Dígame..
En el año 1935 ya hubo en Francia protestas por el amianto. Pero claro, ya entonces empezaron las presiones y los chantajes para ocultar la realidad. Como aquí, cuando decían que los daños en los pulmones de las víctimas del amianto eran producidos porque la gente fumaba. En España, en los años sesenta ya se sabía muy bien lo que era la asbestosis, pero se les ocultó a los trabajadores.
-¿En qué momento empezaron a cambiar las cosas?
En Ferrol hubo un momento que fue fundamental. Y fue cuando en los años noventa Rafael Pillado comienza a decir lo que pasa. Rafael Pillado fue quien dio la voz de alarma, y no le importó que lo presionasen. Esa es una de las cosas que habrá que reconocerle siempre a él. Toda la vida he admirado a Pillado por múltiples razones, para mí fue un ejemplo desde que era un chaval. Siempre ha estado defendiendo los intereses colectivos, el bien de todos. Pero lo que hizo por las víctimas del amianto es algo extraordinario. Eso hizo posible que las cosas cambiasen. Como la labor de Carlos Piñeiro.
-Cuyas investigaciones siguen siendo una referencia.
Sí que lo son, sí. Carlos Piñeiro también se volcó con nosotros, incondicionalmente. Él, como médico, demostró de forma científica que el amianto estaba causando un genocidio, cuáles eran sus verdaderos efectos. Carlos es, como Pillado, otra persona fuera de lo común.
-¿Cuántas muertes habrá provocado el amianto en Ferrolterra?
-Probablemente bastantes más de un millar. El problema es que muchas de ellas no fueron reconocidas como tales…