De nuevo, los medios de comunicación sometidos a los intereses económicos braman con lo que han venido a denominar «la reelección indefinida de Hugo Chávez», autoproclamándose, como es habitual, defensores internacionales de una democracia y una libertad que no practican de puertas hacia adentro. El caso es que, cuando intentan equiparar la solicitud de enmienda […]
Es decir, que la enmienda pretende abrir la posibilidad de que el Jefe de Estado de Venezuela pueda ser reelegido, si así lo deciden los electores, no una sino tantas veces como el pueblo venezolano desee. Esto puede resultar un avance o retroceso para la democracia venezolana, según se mire. Pero sin ninguna duda la modificación constitucional seguiría dejando al pueblo venezolano en una situación infinitamente más soberana y democrática que al español, donde el Presidente de Gobierno puede ser reelegido igualmente de forma indefinida, pero donde el Jefe de Estado, llámese rey, es nombrado de forma vitalicia en base a privilegios hereditarios.
Y no es que yo quiera reelegir a Juan Carlos, que es todo lo contrario, pero en esta nuestra democracia tan ejemplar, no puedo. Quizá simplemente ocurra que los demás sigan nuestro ejemplo.