Mariano Rajoy envió a Ángel Carromero, vicesecretario de las Nuevas Generaciones del Partido Popular, para que continuara con el plan de ataque contra el gobierno cubano trazado por los sectores y partidos políticos europeos y norteamericanos más reaccionarios, conservadores y neo-fascistas. El gobierno español del entonces presidente Aznar, bajo el asesoramiento yanqui, fue el artífice […]
Mariano Rajoy envió a Ángel Carromero, vicesecretario de las Nuevas Generaciones del Partido Popular, para que continuara con el plan de ataque contra el gobierno cubano trazado por los sectores y partidos políticos europeos y norteamericanos más reaccionarios, conservadores y neo-fascistas. El gobierno español del entonces presidente Aznar, bajo el asesoramiento yanqui, fue el artífice de la llamada Posición Común europea contra Cuba, ampliando así el bloqueo económico impuesto por los Estados Unidos desde hace más de medio siglo.
El tal Ángel no vino solo, en su viaje «turístico» lo acompañaba el sueco Jens Aron Modig, presidente de la Liga de la Juventud Demócrata Cristiana. Tanto el piloto español como el copiloto sueco resultaron ilesos en un accidente de tráfico que acabó con las vidas de los cubanos Oswaldo Payá , líder del Movimiento Cristiano de Liberación, y Harold Cepero, miembro también del MCL. Representantes de la gran familia del PP (tal y como ellos se autocalifican), viajaban en el auto.
El accidente, del pasado 22 de julio, ha supuesto un duro golpe para los familiares de los fallecidos y para aquéllos que financian la subversión en Cuba atentando contra la soberanía del pueblo cubano. Un duro golpe para aquéllos que a través del MCL han estado recogiendo regalitos, «donados» por gobiernos extranjeros, para continuar con su lucha «pacífica» .
Tan sólo a Mariano se le puede ocurrir enviar a un niñato a dar un paseo por Cuba y ponerlo a conducir un coche en el que viaja de pasajero el máximo representan te de la oposición «castrista». ¡Con las grandes esperanzas que tenían puestas en el señor Payá y con los malos hábitos que sus cachorros tienen al volante! Hostias, Mariano, entiendo que estáis con muchos recortes pero con el dinero que despilfarráis financiando el derrocamiento de la «dictadura castrista» ¿no habéis pensado en pagar a un chofer experimentado para que tus chicos se puedan tomar unos cubalibres tranquilos?
Y hablando de Esperanza…. ¿no habrá sido Esperanza la de la idea? No lo sé, pero lo que si está claro es que el angelito tiene el pie calentito (como dicen los cubanos). Vamos, que le gusta pisar el acelerador como a Fangio. Porque según los peritos el tipo iba a una media de más de 120 kilómetros por hora y en el tramo donde sucedió el siniestro la velocidad máxima era de 60. Cualquier día los ponen a pilo tar helicópteros por La Habana y espero que a Yoani Sánchez no le de por navegar en la red desde las alturas. Sería muy chic pero también muy arriesgado, con lo bien que ella está con su portátil sentadita en el Hotel Nacional siendo perseguida por el DTI.
Pero lo mejor del caso es que este accidente, según Regis Iglesias portavoz del MCL, le va a costar el poder al régimen. Vamos, que la muerte de Osvaldo Payá será la tumba de la Revolución Cubana. Ahora al muerto lo quieren convertir en sepulturero y en héroe. Un héroe al que ningún cubano conoce, excepto sus acólitos y aquéllos vende patrias que firmaron su «famoso» Proyecto Varela a cambio de una limosna o incluso de una cafetera, como le ofrecieron a la tía de mi esposa por estampar su firma en aquel importante papelito que iba a suponer, hace más de una década, la «transición democrática» en Cuba. Y claro, después de 59 años de luchas, desde el Moncada pasando por la Sierra Maestra, por la invasión de Playa Girón, por la Crisis de los Misiles, por la caída del Bloque Socialista, por el período especial, por los atentados terroristas y el bloqueo… hoy, después de todo eso, los «castro» y todos los «miserables» revolucionarios y «comunistas de mierda» estamos asustadísimos.
¡Puedo sentir como La Revolución Cubana se tambalea! Es más, confieso que ayer comencé a comprar provisiones para lo que pueda venir, he reforzado las ventanas de mi ca sa con placas de acero y me deshice de mi bandera del 26 de Julio. ¡Socorro, que alguien nos ampare… aunque sea la Iglesia!
Los medios de desinformación ya desinformaron, queriendo convertir un simple accidente de tráfico en un asesinato de la «malvada dictadura», el entierro de un opositor en una gran movilización del pueblo cubano contra su gobierno, la retención legal de los implicados en el accidente en un «secuestro» de la «Junta Militar comunista» . ¿Pero qué pasaría si el accidente hubiese sido en España? ¿Si el piloto y el copiloto perteneciesen al Partido Comunista de Cuba y los fallecidos fuesen políticos españoles que abogan por el derrocamiento de la monarquía y del sistema político de la nación ibérica? ¿Y si además esos supuestos cubanos estuvieran reclutando seguidores para su causa, dando soporte financiero y asesorando técnicamente para lograr su propósito? Bueno, la respuesta es obvia. Cárcel por conducción temeraria con dos fiambres de por medio, por conspirar y atentar contra la soberanía española, por violación de su estatus migratorio y quizás, al ser cubanos, también les caería una condenita extra por terroristas. Unos cuantos años a la sombra.
Por el momento el gobierno cubano ha movido ficha y ha enviado al sueco de vuelta a su casa después de presentarlo ante las cámaras para que aclarara lo sucedido en una rueda de prensa ante medios nacionales e internacionales . Pidió disculpas y confirmó, además, que no hubo un tercer vehículo implicado en el accidente. También reconoció que en su primer viaje a Cuba en el 2009 se reunió con un «economista» y un grupo de «periodistas» para entregarles equipos y dinero, y que en este segundo viaje sus tres objetivos eran reunirse con Osvaldo Payá y entregarle dinero, reunirse con jóvenes del MCL y acompañar al difunto señor Payá en su tour por la isla. Y todo eso con una visa turística que le tramitó su partido porque él, muy ingenuo, no sabía que fuera ilegal viajar a Cuba para esos menesteres. Y lo curioso es que el señor Modig, a la pregunta del periodista Iroel Sánchez, respondió que no sabía a que se dedicaban los dos organismos, Instituto Republicano Internacional (IRI) e Instituto Nacional Demócrata (NDI), que promueven el derrocamiento del sistema político cubano y con los que se reunió en Georgia.
¿Pero quién puede ser tan ingenuo para creer que este personaje no sabía que en Cuba y en cualquier otro país está penado por las leyes realizar actividades subversivas contra un gobierno? ¿Tampoco sabrá que en Estados Unidos hay cinco cubanos presos con injustas condenas de cárcel por alertar a las autoridades estadounidenses de los planes de atentados terroristas, desde su territorio, contra Cuba ? Cinco cubanos que no reclutaron a nadie, que no financiaron ni asesoraron a grupos que promuevan la caída del gobierno y que no recabaron ningún tipo de información que atentara contra la seguridad nacional. A ellos, que lucharon contra el terrorismo, les castigaron con las sanciones más severas, en un juicio corrompido, sin una sola prueba sólida, con un jurado popular atemorizado, prejuiciado y manipulado.
Cuba no aplicó todo el peso de la justicia sobre el señor Jens Aron Modig. ¿Quizás para evitar una posible presión internacional y las ya conocidas e incómodas consecuencias de la guerra mediática que este tipo de asuntos conllevan? ¿Pero hasta dónde llegará la benevolencia de la Revolución Cubana para con sus irrespetuosos enemigos del Partido Popular? Parece que el señor Carromero se ha quedado mudo y sospecho que desde la Moncloa le van a intentar llevar al púlpito de los mártires. ¿Una huelga de hambre? ¡No, Mariano, ni se te ocurra! Antes habla con los suecos y hazles caso, no seas cabezota que tú ya tienes bastante con la Merkel y con los cinco millones de parados.
rCR