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La sociedad del ex preso cubano, Víctor Rolando Arroyo

Fuentes: Rebelión

Víctor Rolando Arroyo llegó a España el 7 de septiembre de 2010, tras ser puesto en libertad por las autoridades cubanas. Actualmente recibe del Gobierno español 740 euros para el alquiler de la vivienda donde reside, más 580 euros para comida y gastos. Mientras tanto, centenares de miles de personas no perciben un céntimo y […]

Víctor Rolando Arroyo llegó a España el 7 de septiembre de 2010, tras ser puesto en libertad por las autoridades cubanas. Actualmente recibe del Gobierno español 740 euros para el alquiler de la vivienda donde reside, más 580 euros para comida y gastos. Mientras tanto, centenares de miles de personas no perciben un céntimo y sobreviven gracias al apoyo económico que reciben de sus familias.

El señor Arroyo afirma en el diario ABC que todavía se asombra cuando ve por televisión al Gobierno de Zapatero respondiendo «sin brutalidad» a las críticas que le hace la oposición, obviamente esa expresión pretende descalificar, de paso, a la democracia popular cubana. Él se autodenomina ex preso de conciencia, ¿pero de qué conciencia?

El señor Arroyo elude la brutalidad con la que son arrojados a la exclusión social millones de personas en España. No se molesta en averiguar. No le preocupa.

El señor Arroyo sortea la brutalidad que el Gobierno Zapatero (o el Gobierno que sea) utiliza contra toda organización antifascista que disienta adecuadamente del régimen español. Tampoco le preocupa.

El señor Arroyo no menciona la brutalidad de la que son objeto, presos políticos o comunes sometidos a régimen FIES y otras vejaciones denunciadas reiteradamente. Es obvio que no le quita el sueño.

El señor Arroyo es ciego y sordo ante la brutalidad de las torturas que denuncian constantemente los independentistas vascos. No le provoca problemas de conciencia.

El señor Arroyo rehúsa reconocer la brutalidad de banqueros y empresarios. Son sus amigos.

El señor Arroyo evita mencionar la brutalidad con la que el mundo rico explota al mundo pobre. No le causa pesadillas, duerme a pierna suelta.

El señor Arroyo elude, rehúsa, sortea, evita, se hace el loco. No tiene otra. Participa de la brutal sociedad burguesa. Su sociedad.

Blog del autor: http://jmalvarezblog.blogspot.com/

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