Carlos Martínez, una de las bellas y admirables almas que consiguen que el milagro de Rebelión sea una realidad diaria y tangible, me escribió un breve correo el pasado 7 de noviembre. «Salvador, ¿te encargas tú de esto?». Se trataba de una carta que, en un excelente castellano, James Petras había enviado al colectivo editor […]
Carlos Martínez, una de las bellas y admirables almas que consiguen que el milagro de Rebelión sea una realidad diaria y tangible, me escribió un breve correo el pasado 7 de noviembre. «Salvador, ¿te encargas tú de esto?». Se trataba de una carta que, en un excelente castellano, James Petras había enviado al colectivo editor de Rebelión. Decía así:
Hola amigos
Quiero enviar un mensaje de solidaridad al sindicat de los profesores y maestros de Barcelona que van a huelga la próxima semana.
¿Tienen el correo electrónico de la presidente Rosa Cañadell?
Rebelion publico un entrevista con ella hace poco…
Gracias. Saludos
Jpetras
Me encargué, por supuesto. Como querían Los Panchos, lo dejé todo e, inmediatamente, le escribí. Le facilité el correo de la presidenta de USTEC, la compañera Rosa Cañadell, le agradecí su interés, le propuse una futura entrevista para Rebelión y le transmití mi máximo reconocimiento por su trabajo.
Petras me respondió casi a vuelta de e-mail:
Estimado Salvador
Muchas gracias por tu ayuda, ésta muy apreciada
Voy a mandar un copia de mi carta a USTEC
Cuando vuelva de Venezuela, después del 16 de noviembre, podrías llamarme para la entrevista
Un abrazo
Jpetras
Lo llamaré, le escribiré, por supuesto. Pero antes de ello, sólo un día más tarde, recibí copia de un correo que Petras había enviado a Rosa Cañadell. Decía así:
Estimada compañera Rosa:
Quiero mandar mi solidaridad al sindicato USTEC por su magnífica lucha defendiendo la educación pública, la calidad de la educación contra los ataques tanto de la derecha como de los socialdemócratas.
Otra vez los/as profesores de Catalunya están en la vanguardia en la Unión Europea frente a la crisis capitalista y contra los esfuerzas del capital de cargar la crisis sobre los hombros de los/as trabajadores
Hasta la victoria.
En solidaridad
James Petras
Petras no sólo había leído la entrevista a Rosa Cañadell publicada en Rebelión en torno a la huelga de enseñanza en Catalunya, un país «petit, molt petit» del Mediterráneo, del próximo 13 de noviembre -movilización que deseamos y esperemos que sea masiva, combativa, razonada, que cuente con el apoyo de estudiantes y familiares, y con el máximo respaldo ciudadano- sino que, además, había querido manifestar públicamente y con la máxima rapidez su apoyo solidario a la jornada de lucha y a las vindicaciones que la fundamentan.
¿Qué hay detrás de ello? ¿Qué puede explicar que un antiguo militante de los derechos humanos y líder estudiantil de la Universidad de Berkeley, un licenciado por la Boston University y doctorado por la University of California en Berkeley, cuyos campos de su investigación han sido múltiples y diversos, que ha recibido distinciones como la Western Political Science Association’s the Best Dissertation Award en 1968, la Career of Distinguished Service Award de la American Sociological Association’s Marxist Sociology Section y el premio Robert Kenny por el mejor libro de 2002, un profesor en el Chile de la Unidad Popular donde colaboró con el gobierno de Allende, un miembro del Tribunal Russel sobre la represión en América Latina, un activista que combatió las torturas y desapariciones provocadas por las dictaduras latinoamericanas, alguien que fuera director del Instituto de Estudios Mediterráneos de Atenas, profesor en la Universidad de Pennsylvania, director del Proyecto de Estudio del Desarrollo Latinoamericano en el Instituto de Administración Pública de la misma universidad, un escritor con más de 60 libros publicados en 29 idiomas, con más de 600 artículos publicados en revistas como American Sociological Review, British Journal of Sociology, Social Research, y Journal of Peasant Studies, y que ha publicado además unos 2.000 artículos en el New York Times, The Guardian, The Nation, Foreign Policy, New Left Review, Partisan Review, La Jornada y Le Monde Diplomatique, un profesor actualmente emérito jubilado de Sociología en la Binghamton University, SUNY, Nueva York, qué puede explicar, decía, que un intelectual con ese largo e impresionante currículum haya querido manifestar su apoyo explícito a esta convocatoria de huelga del próximo jueves 13 de noviembre?
Es razonable pensar que el haber vivido en España, en Barcelona si no ando errado entre otras ciudades españolas, y haber hecho trabajo de campo aquí, haya desencadenado su interés por la convocatoria de huelga pero es muy probable que estas motivaciones se complementan con otras razones más esenciales. De hecho, se agolpan los posibles motivos pero dos parecen ser muy relevantes: la solidaridad y el internacionalismo, dos motivaciones político-morales muy presentes en la historia de los movimientos obreros y socialistas revolucionarios de todo el mundo, dos vértices esenciales de nuestras señas de identidad. Que Petras, una vez más, en este época de la codicia y de la infamia, haya obrado en y desde ese marco imperecedero dice mucho él y nos enseña mucho a otros.
James Petras se suele describir a sí mismo como un «revolucionario y anti-imperialista» activista y escritor. Por eso no le pueden ser ajenos los versos finales de aquel poema -«1936»- que Luis Cernuda dedicó a un brigadista norteamericano que, después de escucharle una mañana de un lejano 1961, se acercó a él para hablarle de España y de la lucha republicana e internacionalista contra el levantamiento fascista:
Por eso otra vez hoy la causa te aparece
como en aquellos días:
noble y tan digna de luchar por ella.
Y su fe, la fe aquella, él la ha mantenido
a través de los años, la derrota,
cuando todo parece traicionarla.
Mas esa fe, te dices, es lo que sólo importa.
Gracias, compañero, gracias
por el ejemplo. Gracias por que me dices
que el hombre es noble.
Nada importa que tan pocos lo sean:
Uno, uno tan sólo basta
como testigo irrefutable
de toda la nobleza humana.
Gracias, compañero James Petras. Nada importa que tan pocos lo sean.