Paca Blanco nos recibe en su casa de El Gordo (Cáceres). Es una vieja vivienda abandonada que adquirieron ella y su compañero con la intención de rehabilitarla con criterios y materiales bioclimáticos. Rodeados de retratos de especies amenazadas de la fauna ibérica que fascinan a nuestros hijos, mantenemos un diálogo en el que destaca la […]
Paca Blanco nos recibe en su casa de El Gordo (Cáceres). Es una vieja vivienda abandonada que adquirieron ella y su compañero con la intención de rehabilitarla con criterios y materiales bioclimáticos. Rodeados de retratos de especies amenazadas de la fauna ibérica que fascinan a nuestros hijos, mantenemos un diálogo en el que destaca la dignidad popular de la luchadora que tenemos delante que, con una expresión llana y directa, consigue iluminar una realidad escalofriante. Vivir de cerca con y contra la industria nuclear muestra la verdadera naturaleza de las relaciones entre el capital y las personas, y el papel patético de la Administración pública española.
Pregunta: En la actualidad se está desarrollando un debate acerca de la idoneidad de la energía nuclear como alternativa ante el agotamiento del petróleo y el calentamiento global…
Respuesta: Yo creo que no. La energía nuclear no tiene nada que ver con la energía del transporte, las centrales nucleares no pueden resolver el problema del transporte. Tendrán que hacer biocombustibles o lo que sea, pero no se puede poner energía nuclear en los coches. Tampoco creo que la energía nuclear sea la salvación para el cambio climático, ya que aunque no emite CO2, genera un problema enorme con los residuos radiactivos e implica el transporte de grandes cantidades de uranio y residuos por todos los países… De modo que tampoco es una solución para el cambio climático. Además, es una fuente de energía que es como el petróleo, también se va a acabar. Es absurdo que, para que las eléctricas sigan forrándose a ganar dinero, se mantengan unas centrales nucleares, y más las españolas, que están ya viejas, son obsoletas, y están creando un montón de problemas todos los días.
Pregunta: Hablando del parque nuclear español, vosotros estáis en una larga lucha por el cierre de la central nuclear de Almaraz y habéis puesto a menudo de manifiesto las deficiencias de las centrales españolas. ¿Cuáles son esos problemas?
Respuesta: Están dando problemas de todo tipo, sobre todo de sobrecalentamiento. Las centrales nucleares se han diseñado para que funcionen veinticinco años. A la de Almaraz, que es la que tengo más cerca y la que más conozco, en veinticinco años ya ha habido que cambiarle los dos generadores. Las tapas de las vasijas se agrietan, cuando no hay fugas de agua hay fugas a la atmósfera o tiene paradas programadas, cuando no son incidentes, son accidentes… Es un día sí y otro también, con lo que no hay ningún tipo de seguridad. Además, antes la central nuclear de Almaraz se paraba cada doce meses para hacerle una limpieza y una recarga de las barras de combustible. Ahora, estando mucho más vieja y desgastada, se la explota dieciocho meses seguidos. Están sometiendo a una presión tremenda a todas las piezas y todo el funcionamiento de la central. Como los ecologistas y los antinucleares andamos dando guerra con el cierre, no vaya a ser que… La central ya está amortizada y es ahora cuando están ganando muchísimo dinero, con lo que la van a intentar explotar todo lo que puedan.
Pregunta: Entonces, ahora no la limpian y cuidan como antes…
Respuesta: No la limpian ni la cuidan como antes.
Pregunta: Y eso se debe…
Respuesta: ¡A la superexplotación económica! La superexplotación económica explica los riesgos cada vez mayores a los que nos somete la industria nuclear. Si cada doce meses tú paras mes y medio la central, eso supone unas pérdidas económicas importantes. Y tienes que contratar a un personal, sobre todo ignorante de estos pueblos, que se quite el dosímetro de la radiación y entre donde hay una radiación excesiva. Entonces limpian, cargan el combustible… Ahora ni contratan, cada dieciocho meses, a la mitad del personal que contrataban antes cada doce meses, y si paraban mes y medio, ahora la central no está parada ni un mes. Todo esto significa que hay una sobreexplotación y cualquier día nos podemos llevar un disgusto.
Pregunta: Vosotros sabéis que se hace esto cada dieciocho meses porque sabéis cuándo se contrata a la gente en los pueblos…
Respuesta: Por supuesto.
Pregunta: No se sabe porque las autoridades o la empresa hayan informado de todo este asunto…
Respuesta: No, claro, se sabe porque contratan a la gente de los pueblos para la limpieza y recarga de la central. Eso lleva funcionando así unos años. Ahora que ya han amortizado la central, todo es recoger, recoger, recoger… a costa de lo que sea.
Pregunta: Has hablado también de recalentamiento…
Respuesta: El pantano de Arrocampo está sobrecalentado. Tú sabes que la central funciona tomando agua de este pantano y llevándola de un circuito a otro, para verterla de nuevo hirviendo y volver a coger agua y enfriar. Hay unas torres de refrigeración en el pantano para enfriarlo porque está hirviendo. Ahora tienen que invertir en otras veinte torres de refrigeración para intentar enfriar el pantano. También han gastado en un quinto motor diésel en previsión de las múltiples paradas por venir. Todo esto son parches que se van poniendo al funcionamiento de la central para intentar exprimirla al máximo hasta que se cierre. Y se nos somete a un riesgo tremendo a los ciudadanos. Y eso sin contarte que, como venimos repitiendo los ecologistas, la central está emitiendo isótopos radiactivos que producen cánceres, leucemia, malformaciones y un montón de otros riesgos para la salud. Sobre todo en la comarca de La Vera (Cáceres), hay muchísimos casos. Pero como nunca se ha podido hacer un estudio epidemiológico…
Pregunta: ¿Por qué no se ha podido hacer nunca un estudio epidemiológico?
Respuesta: Porque le dan largas. No lo aprueban. De todas maneras sería difícil porque la mayoría de casos de cánceres y leucemias los destinan a otros hospitales de otras provincias o comunidades autónomas y no al comarcal de Navalmoral de la Mata, que es el que les corresponde a los vecinos de la zona. Así consiguen que sea muy difícil averiguar la magnitud del problema. Lo que sí sabemos es que la Asociación contra el Cáncer de Jaraiz de la Vera es una de las más grandes que hay en España.
Pregunta: ¿Cuántos kilómetros calculáis que tiene el radio de máxima incidencia de la central?
Respuesta: No lo sabemos. La radiactividad ni sabe, ni huele, ni alarma. Puede que tú, que la has respirado, no desarrolles ninguna secuela, pero que les salga a tus hijos o nietos. La radiactividad es acumulativa e incide en la información genética. Es algo que no podemos controlar, y ellos lo saben. Las corrientes de aire dominantes llevan la radiactividad hacia el norte, hacia la comarca de La Vera, donde se concentran los casos de cáncer mucho más que en Campo Arañuelo, la comarca donde se ubica la central. En cuanto a las malformaciones, un director del Hospital Campo Arañuelo, en Navalmoral de la Mata, dijo que no le extrañaba que por aquí hubiera muchas malformaciones porque es que se casan entre primos.
Pregunta: En televisión, no hace mucho, pusieron un documental estremecedor sobre la incidencia de la central de Almaraz, dirigido por Mercedes Milá…
Respuesta: Pues no mostraba toda la importancia, todo el dramatismo que tiene lo nuclear. Hay un oscurantismo, un secretismo enormes.
Pregunta: Sobre todo cuando aparecen las conexiones entre lo civil y lo militar… ¿Hay energía nuclear exclusivamente civil o hay una relación que se quiere ocultar?
Respuesta: Nosotros pensamos que tiene mucho que ver la energía nuclear con el armamento. Todo es secreto, secretísimo. Te puedo decir por encima lo poco que vamos averiguando los ecologistas. Hay dos isótopos radiactivos del uranio, el 235 y el 238. El primero serviría para hacer bombas, el otro es el empobrecido, que serviría para fabricar las puntas de las balas y demás munición. El enriquecimiento del isótopo radiactivo para las centrales nucleares pongamos que está entre un veinte y un cuarenta por mil, para que me entiendas. Si se trata de hacer armas nucleares, el enriquecimiento alcanzaría un novecientos por mil. Se supone que en España sólo existía -o existe, porque a nosotros no nos dan explicaciones- la capacidad de enriquecer uranio para armas nucleares en la central nuclear de Vandellós I (Tarragona), que tuvo un incendio y dijeron que se llevaron el material, el plutonio de uso militar, a reciclar a una fábrica que hay en La Hague, en Francia, y que se llama COGEMA, la cual se dedica a reprocesar los residuos radiactivos. Parte de Vandellós I la desmantelaron y la llevaron a La Hague y ahí es donde enlazamos con el problema del cementerio nuclear. En Francia tenemos los residuos radiactivos de la central cerrada en Tarragona, que era la única que podía, según nuestra información, enriquecer uranio con propósitos militares. Ahora no existe Vandellós I, parte está en Francia y parte sigue donde estaba. Ahora, en España sólo existe una planta de enriquecimiento de uranio en Juzbado (Salamanca). Para ello hacen falta unas centrifugadoras.
Pregunta: Como las que comenzaron a utilizar hace poco los iraníes…
Respuesta: Claro. Y dicen que la planta de Juzbado sólo enriquece uranio para las centrales nucleares buenas, para uso civil… Eso es lo que nos cuentan. Pero usar la centrifugadora para hacer combustible de armas nucleares es una mera cuestión de cuánto se enriquece el mineral. Esa es la verdad. Y no hay manera de averiguar toda la verdad. Todo lo relativo al enriquecimiento de uranio es supersecreto. El Consejo de Seguridad Nuclear, que se supone que está para protegernos, los protege a ellos, a los que hacen negocio con la energía nuclear. Es imposible que podamos saber la verdad del cuento. Lo que sí sabemos es que se ha podido fabricar y se ha fabricado plutonio en Vandellós I; ahora bien, si está en Francia, está aquí o se lo han vendido a no sé quién, eso no lo vamos a saber nunca. Y también sabemos que en Juzbado se puede enriquecer el uranio tanto como se quiera. Y que los restos de ese proceso es el uranio empobrecido para las puntas de las balas.
Pregunta: Ese uranio empobrecido probablemente se venderá a EEUU…
Respuesta: Nosotros pensamos que sí. ¿Qué hacen con eso? ¿Qué hacen con todo ese uranio empobrecido? Eso es una barbaridad. Y la cantidad enorme de residuos radiactivos de todas las centrales que hay en el mundo, empezando por las colas de minería de las minas de uranio. Todas esas tierras son radiactivas, ya no sirven absolutamente para nada. Contaminan todos los alrededores.
Pregunta: Curiosamente, la mayor parte de minas de uranio están en África…
Respuesta: Y en Brasil y algunas repúblicas ex soviéticas…
Pregunta: En cualquier caso, en España hubo una moratoria nuclear…
Respuesta: Sí, es el mejor negocio del mundo. Para que tú no sigas construyendo un negocio, te pagamos como si lo tuvieras produciendo.
Pregunta: ¿Y quién paga eso?
Respuesta: Nosotros, con el recibo de la luz. Las eléctricas han hecho un negocio redondo por no llegar a construir las centrales de Lemóniz y Valdecaballeros.
Pregunta: Eso nos recuerda que Rodríguez Ibarra, el actual presidente regional de Extremadura, del PSOE [Partido Socialista Obrero Español], estuvo encerrado en Villanueva de la Serena en contra de la central de Valdecaballeros…
Respuesta: Pero es que entonces Ibarra no era presidente… Mira, la Comunidad Autónoma Extremeña es muy resignada. A la gente de izquierda nos ha costado mucho decir que Ibarra es un cacique. Y es que cuando lo digo, me responden que si defiendo al PP [Partido Popular]. Pero no, yo no defiendo al PP. E Ibarra es un cacique y ha hecho de Extremadura lo que podía haber hecho cualquier fascista, tranquilamente. Se ha sentado en su sitio y ha hecho cada cosa… Ahora mismo está vendiendo la región a cuatro empresas y la está vendiendo por parcelas. En el pueblo donde vivo, El Gordo, está prevista la construcción de un enorme complejo vacacional del estilo de Marina D’Or [ciudad de vacaciones que ha constado más de seis mil millones de euros de inversión privada en la costa mediterránea]. Es alucinante que este hombre, antes de retirarse, se termine de cargar este último reducto de medio natural bien conservado que queda en España que es Extremadura.
Pregunta: Se han barajado enclaves extremeños para la ubicación del futuro cementerio nuclear español, porque hay un grave problema con esto, ¿no?
Respuesta: Todas las centrales nucleares españolas mandan en camiones los residuos de baja y media radiación al cementerio de El Cabril, en Córdoba, a la sierra de los Pedroches. Todos los residuos, tanto de las centrales y de las plantas de enriquecimiento, como de los rayos equis o cualquier otra actividad radiactiva, van a El Cabril. Así que el uranio empobrecido se supone que también, aunque de algunos sitios creemos que no ha salido… La cuestión es que los residuos son tan peligrosos que El Cabril ya sólo los acoge de baja o de media. Todo lo que les suene a un poquito más, ya no lo cogen. De modo que nos hace falta un cementerio nuclear de alta. Lo llaman «Almacén Transitorio Centralizado», ATC…
Pregunta: ¿Transitorio?
Respuesta: Sí, porque dicen que es para ochenta años. Si los residuos tienen una vida de centenares de miles de años, es transitorio porque no se sabe qué va a ocurrir con esos residuos. Están buscando un emplazamiento para el posible cementerio nuclear. En cuanto acaben las elecciones [locales y autonómicas del 27 de marzo], el cementerio nuclear se pone. Mandarán a la Guardia Civil y lo que haga falta.
Pregunta: ¿Qué emplazamientos se barajan?
Respuesta: En Extremadura ya ha habido un voluntario. El alcalde de Mesas de Ibor (Cáceres), Alfredo Romero. Le hemos hecho este verano seis manifestaciones de miles de personas por la zona y él dice que sólo ha ido a pedir información… Pero claro, si uno no quiere una olla a presión, no va por las ferreterías preguntando. Si no quieres poner un cementerio nuclear, no te vas por toda Europa viendo las instalaciones similares pagado por Enresa [Empresa Nacional de Residuos], que es una empresa pública, que financiamos todos. Estos alcaldes se han ido de viaje por Europa, visitando cementerios nucleares para ver si les gustan para su pueblo, con el dinerito de todos nosotros. Se han dado unas vacaciones nucleares a costa del contribuyente. Otra cosa de la que os quería hablar es de la AMAC, la Asociación de municipios en Áreas de Centrales Nucleares de toda España. A ellos les viene muy bien que el ofrecimiento de Enresa de un cementerio nuclear, el ATC, se les quede dentro de los pueblos que ellos gestionan, porque Enresa ha ofrecido doce millones de euros anuales al pueblo que lo acoja. Lo han hecho como la oferta de un casino: «A ver, yo no quiero problemas, y como no quiero problemas, el pueblo que quiera, el alcalde que quiera, tiene doce millones de euros anuales por coger el ATC». Se ha abierto una lista de voluntarios, bueno, dicen que es para pedir información. A los que se apuntan, Enresa les manda la información y ya constan en una lista de posibles candidatos. Claro, en un pueblo de estos pequeños, con muy pocos habitantes, si se instala el ATC, ¿qué haría el alcalde con doce millones de euros? Ha venido Enresa a explicar por los pueblos cómo serían las instalaciones y parece que te entran ganas de comprarte un chalet en el cementerio nuclear, que lo venden con jardines, parques y todo lo que haga falta. Radiactivo pero vamos, bonito.
Pregunta: La polémica del ATC ha saltado, entonces, en una zona ya castigada por la industria nuclear, con la central de Almaraz, sus paradas, sus fugas…
Respuesta: Almaraz son, en realidad, dos centrales nucleares, Almaraz I y Almaraz II. Los explotadores de la central están pidiendo un aplazamiento de otros veinte años en el funcionamiento de las centrales, que ya han cumplido los veinticinco para los que estaban diseñadas, porque dicen que funcionan muy bien. Aseguran que están invirtiendo en motores diésel, torres de refrigeración, cambios de generadores, para poderlas explotar otros veinte años. Rodríguez Ibarra ha dicho que, a cambio de no obstaculizar la prórroga, quiere para su gobierno regional el dinero del IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido) que genera la nuclear. Y como no ha obtenido esos fondos, ha dicho que, a lo mejor, para el 2010 o 2011 la cierra. Pero Rodríguez Ibarra dice ahora una cosa y quién sabe, pronto donde dije digo, digo Diego. Lo que realmente cuenta es la presión popular. Lo mismo que se levantó la liebre con lo del ATC y todo el mundo salió a la calle diciendo que en mi pueblo no, no pasa igual con Almaraz, que lleva más de veintiséis años funcionando y se ha hecho invisible. Pusieron un parque natural al lado, Monfragüe, y la gente pasa por delante y no ve Almaraz. La ministra Narbona [Cristina Narbona, titular de Medio Ambiente] ha venido a inaugurar Mofragüe, que ya es Parque Nacional, y no ha visto Almaraz. Han puesto un hotel impresionante en Serrejón (Cáceres) cuyas ventanas dan directamente a la central nuclear, pero los turistas no la ven.
Pregunta: Se ha hablado de una fuga radiactiva importante en Almaraz hace unos años que pudiera estar relacionada con los casos de cáncer y malformaciones de los que hablábamos antes.
Respuesta: De eso no se puede investigar nada ni se puede saber nada. Lo que ocurrió es que hubo un serio accidente de fuga de agua radiactiva del circuito primario al secundario de 3,3 litros por minuto, que produjo emisiones radiactivas gaseosas al medio ambiente exterior, en julio de 1988. También hubo un importante episodio de contaminación radiactiva en junio de 1999, cuando abrieron la tapa de la vasija del reactor en plena fuga radiactiva. Pero los accidentes y paradas no programadas de la central se cuentan por decenas.
Pregunta: ¿Cómo accedéis a toda esta información que generalmente se callan la empresa y las autoridades?
Respuesta: Hombre, a nosotros nos pasan información los trabajadores.
Pregunta: ¿Y cómo ha evolucionado la posición de la gente que vive en las cercanías de la central?
Respuesta: Al principio había mucha más gente contenta, porque mientras duró la construcción de la central, generó muchos puestos de trabajo. Después, los puestos de la central se quedaron para los técnicos, y a la gente de la zona les quedaba lo que os he dicho antes, las tareas de recarga y limpieza. En aquella época, se les daba, por un mes y medio de trabajo, unas setecientas u ochocientas mil pesetas [entre 4200 y 4800 euros, aproximadamente] y con cuatro vacas, gallinas y qué sé yo, aquí la gente vivía. No consideraban los riesgos de su trabajo, no tenían ni idea de dónde se estaban metiendo. Era la vida fácil con poco más de un mes de trabajo al año y los ecologistas estábamos pirados.
Pregunta: Eso me recuerda la historia que contó el periodista alemán Günter Wallraff en su libro «Cabeza de turco», que se hizo pasar por trabajador inmigrante en Alemania y entró a limpiar sin protección alguna el reactor de una central nuclear…
Respuesta: Yo te voy a contar un caso que conozco. Mi compañero es de Milanes de la Mata, un pueblo que está al lado de la central nuclear. Uno de sus primos, hace un año o así, se suicidó porque dejaron de llamarle para trabajar en la recarga. Él solía decir que tenía excesivos chilindrines, vamos, que acumulaba tanta radiación que cuando le pasaban la máquina antes de entrar en la central ya daba un exceso y no le permitían participar en la recarga. Ya no valía para trabajar, ya no podía tener hijos… Estas cosas pasan continuamente por estos pueblos.
Pregunta: Vaya, sólo falta, entonces, que pongan por esta zona el ATC…
Respuesta: Desde luego, lo más horrible son los residuos radiactivos de alta. Llevan sesenta años investigando qué hacer con esos residuos, se les han ocurrido mil cosas y han sido mil fracasos. Y ahora se está investigando en el CIEMAT [Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas], en pleno centro de Madrid. Todavía están los residuos radiactivos de alta en las piscinas de las centrales porque no saben qué hacer con ellos, y eso es muy triste, que se siga generando un residuo peligrosísimo que no se sabe qué hacer con él. Ante tamaño riesgo, creo que lo más importante es cerrar el grifo, dejar de producir residuos, cerrar las centrales. Y si de verdad es una energía tan limpia, cuando sepan qué hacer con ellos las abrimos. Es que esa porquería está activa durante miles de años… ¿Qué clase de mundo les estamos dejando a los niños?
Pregunta: Y decías que ahora, después de las elecciones, decidirán dónde va el cementerio provisional, que al parecer no está exento de riesgos graves…
Respuesta: Hombre, date cuenta de que, sólo en el caso de Almaraz, tienes que sacar de la piscina los residuos acumulados desde hace veintisiete años, cargarlos en camiones y llevarlos al ATC. Y así con el resto de las centrales nucleares. Los residuos los tienes que coger, los tienes que manipular, los tienes que transportar.
Pregunta: Basta que haya un accidente y ya tienes contaminado para siempre el pueblo…
Respuesta: …y lo que no es el pueblo. Bueno, y aquí los medidores de radiactividad que tienen la obligación de mantener en funcionamiento todos los pueblos del entorno de la nuclear… no funcionan. No sabemos si es que se rompen solos, o son de mala calidad o es que los alcaldes no los ponen en marcha. Pero claro, es que la mayor parte de los alcaldes de la zona trabajan en la central nuclear, y en sus ayuntamientos los medidores de la radiación no funcionan. Y si preguntas por el plan de evacuación de la zona, nadie sabe qué es eso. Hablas con cualquier alcalde o concejal y nadie sabe qué es eso. Ahora, la central le ha dado a cada pueblo un todoterreno. Pero yo recuerdo que cuando llegué por estas tierras, les habían dado un SEAT Panda. Lo justo para que se fugaran el alcalde, el cura… También dicen que en caso de fuga radiactiva hay que llevarse las pastillas de yodo. Nadie sabe qué son esas pastillas ni dónde están, las farmacias no las conocen y los hospitales no las tienen. Todo es un completo desastre. El único hospital de la zona está dentro del campo de evacuación. Ahora mismo, un movimiento sísmico, un sabotaje, cualquier incidente… esta central es un peligro lo mires por donde lo mires. Y, además, para qué, ¿para producir electricidad? Bueno, pues está ya demostrado que la central no produce la electricidad que debiera. Y es innecesaria ya.
Pregunta: A menudo habéis denunciado las presiones que recibís los ciudadanos que os oponéis activamente a la central de Almaraz…
Respuesta: Yo te puedo contar que cuando vivía en Millanes tuve que cambiar de teléfono tres veces porque me amenazaban de muerte. Se me averió el coche en Navalmoral de la Mata y cuando volví a por él, me lo habían quemado porque llevaba pegatinas antinucleares. Sabemos que hay una lista negra en la central nuclear para que los empleados no compren en aquellos comercios o bares que se hayan significado en el movimiento antinuclear. A Máximo García, compañero de Jaraiz de la Vera, han llegado a ofrecerle dinero para después amenazarlo de muerte. Incluso, la compañía eléctrica ¡le ha cortado la luz! Este hombre tiene un hijo con cáncer en los huesos. En el Hospital del Niño Jesús, de Madrid, donde le han estado tratando durante muchos años, le dijeron que el chico había sufrido un exceso de radiactividad, que si vivía cerca de una central nuclear. Todas estas cosas llevan a exigir el cierre inmediato de la central. Hay que exigirle a Zapatero que cumpla con su promesa electoral de cierre paulatino de las centrales nucleares.