Apenas se deja ver. Viejo y enfermo, «Camille» deambula por los montes del Valle de Roncal abandonado a su mala suerte. No quedan más. Está solo. La soledad del último individuo, el que marca el final de una especie, un tiempo que nunca volverá. Hace unos días reapareció en la villa navarra de Garde. Tenía […]
Apenas se deja ver. Viejo y enfermo, «Camille» deambula por los montes del Valle de Roncal abandonado a su mala suerte. No quedan más. Está solo. La soledad del último individuo, el que marca el final de una especie, un tiempo que nunca volverá.
Hace unos días reapareció en la villa navarra de Garde. Tenía mala pinta. Frágil, alicaído, triste, débil. Nada que ver con aquel ser robusto, temido y respetado de antaño. La sarna asomaba sin disimulo por sus cuartos traseros y el cuerpo a su edad ya no es capaz de regenerar la piel afectada. «Camille», el único oso del Pirineo navarro, se acaba. Tiene los inviernos contados.
Faltan osos. Y no hay recambio. Levantamos ahora la mirada, ampliamos nuestro horizonte. Más de lo mismo. En todo el Pirineo occidental sólo encontramos otros tres ejemplares. Y los tres son machos: «Aspa Oeste», «Neré» y «Canelito» (el hijo de «Cannelle», la última osa pirenaica, abatida en un accidente de caza en 2004). Tras fracasar el intento francés de introducir una hembra en la zona, los expertos consideran a «Camille» y su familia técnicamente inviables en las condiciones actuales. Un cuarteto de plantígrados terminales.
El mundo a vista de oso. El poeta Jorge Riechmann se pone en la piel del oso, se asoma a sus ojos, y canta, cuenta, echa de menos. «Somos casi cuarenta millones de seres humanos. / No digo que sobre nadie. / Somos menos de noventa osos pardos. / Digo que faltan muchos». Un punto de vista, un mundo.
Catorce asociaciones ecologistas vascas han convocado para hoy una manifestación en Bilbao con motivo del próximo Día Mundial de la Tierra. La marcha partirá a las 12.30 del Sagrado Corazón y denunciará, en tono festivo, la explotación absoluta, irreversible e inhumana de este planeta. Su lema central: «Frente al cambio climático, menos CO2; menos y mejor energía; menos y mejor transporte; menos y mejor consumo; más y mejor biodiversidad y naturaleza». Más osos… Más vida.