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La tregua margarita: ahora sí, ahora no

Fuentes: Rebelión

El nuevo anuncio a 10 de enero del 2007 de continuidad de la tregua iniciada en  marzo del 2006 ciertamente es un alivio, al menos hasta el mayo electoral. Pero es evidente que romper unilateralmente una tregua, que era permanente, para volverla a confirmar tras quebrarla es un absurdo, solo explicable por razones de oportunidad […]

El nuevo anuncio a 10 de enero del 2007 de continuidad de la tregua iniciada en  marzo del 2006 ciertamente es un alivio, al menos hasta el mayo electoral. Pero es evidente que romper unilateralmente una tregua, que era permanente, para volverla a confirmar tras quebrarla es un absurdo, solo explicable por razones de oportunidad en la coyuntura: darle un respiro a la izquierda abertzale de cara a las elecciones. Posiblemente el comunicado sea un arreglo interno entre duros y blandos pero no es una base para un proceso de paz.

También es evidente que Otegi estaba al tanto en su comparecencia un dia antes del comunicado de ETA, pero lo que ha logrado es poco: un respiro para quienes apostaron por la declaración de Anoeta del 2005, un margen pequeño para intentar cambiar la relación de fuerzas interna y por el momento…. una victoria pírrica, porque el comunicado de ETA es contradictorio con la Declaración de Anoeta y con la propia declaración de Otegi.

Me explico. La credibilidad de esta ETA como interlocutora ha caído en picado y el daño que le ha hecho a la Izquierda Abertzale enorme. Una tregua que pasa de indefinida (época de Lizarra) a permanente (marzo 2006) pero para saltársela sin más y sin preaviso en diciembre, y volver a decir, 11 días después, que es permanente…. Y solo mientras dure es infantil. Como lo es pensar que la bomba le iba a dar una nueva correlación de fuerzas. El IRA de la City no es la ETA de Barajas, porque la España post- Atocha de Zapatero y de Rajoy no es la Gran Bretaña de 1996. El tiempo corre muy en contra.

El comunicado además descubre algo que es contradictorio con Anoeta, una tregua gestionada unilateralmente en función del logro de objetivos no de paz (por ejemplo, un intercambio razonable del tipo de Paz por Presos) sino directamente políticos (autodeterminación y territorialidad). Objetivos que además son imposibles de lograr mientras ETA, precisamente, los vincule a si misma. Ese comunicado no es el reinicio de un proceso de paz porque, condicionándolo, difícilmente puede sentar a nadie en una mesa con confianza.

Este comunicado, está en sintonía no con el del primero de marzo del 2006, sino con los posteriores, que tutelaban crecientemente el proceso político.  Es parte de la crónica de una muerte anunciada a plazo, no ya del proceso de paz que ya no tenemos (si no media otro tipo de comunicado bien distinto  no parece probable un diálogo-negociación con vocación resolutiva, ni en el tema de  presos o juicios ni  en el proceso politico) sino de la propia tregua,  y es que no caben las treguas-margarita, ahora si y luego no.

Tenemos tregua momentánea pero no proceso de paz  ni proceso político, que están en suspenso. Y así no vamos  a ningún lado. Lo único que cabe es algún que otro gesto unilateral y de respiro o de ánimo social, de unas u otras partes e iniciar cansinamente el esfuerzo de reanudar discretamente nuevas garantías más sólidas que en el pasado. ETA no ha entendido en  qué época vivimos (no tiene margen, ni sentido, ni utilidad ni espacio) mientras que, como Saturno, le devora a la izquierda abertzale. Ambas han de saber que la sociedad les va a presionar hasta la extenuación. A la una para que lo deje en forma definitiva, y a la otra para que se lo exija, discreta o públicamente.

También hay que tener claro que esa es la secuencia. La actual dirección de la izquierda abertzale política es decisiva para buscar desmilitarizar el contencioso y para cambiar el liderazgo en el interior del MLNV, mutando el militar pro el político, eincluso  evitando, por sus secuelas, escisiones que serían malas para todos. Pero para ello tendrá que abrir una inmisericorde lucha de líneas interna.

O sea la bomba de Barajas primero, y la filosofía expresa del comunicado de enero después, se cargan por el momento los dos procesos (el de paz y el politico) y pone una autobomba de relojería en la propia tregua. Ya no bastan los respiros gestionados. Tendrán que reflexionar y volver a la suma de Anoeta y del primer comunicado de ETA, o serán los primeros paganos de sus propios errores.

* Ramón Zallo (publicado en Deia el 10 de enero del 2007 y en Noticias de Gipuzkoa el 11 de enero del 2007)