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La UE necesita nuevas acciones medioambientales en energía, agricultura, transportes y cambio climático

Fuentes: Ecoportal.net

«Señales Medioambientales de la AEMA», publicado ayer en Bruselas con motivo del acto de apertura de la Semana Verde, advierte de que se están multiplicando las pruebas sobre el cambio climático tanto en la tierra como en los océanos.

Las conclusiones del último informe anual de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) sobre las tendencias medioambientales en sus 31 países miembros apuntan a la necesidad de nuevas acciones en sectores clave como el cambio climático, la agricultura, la contaminación del agua y del aire, la gestión de residuos, los transportes, la energía y el cambio climático.

En este sentido, «Señales Medioambientales de la AEMA», publicado ayer en Bruselas con motivo del acto de apertura de la Semana Verde, advierte de que se están multiplicando las pruebas sobre el cambio climático tanto en la tierra como en los océanos, al tiempo que continúa la contaminación producida por nitratos procedentes de la agricultura y aumentan los residuos de embalaje.

«En vísperas del Día Mundial del Medio Ambiente del 5 de junio, los mensajes clave del informe de este año ponen de relieve la necesidad de seguir avanzando en la gestión de los impactos medioambientales, en particular, de la agricultura, el transporte y la energía, así como de inducir cambios en el comportamiento de los consumidores», ha comentado Jacqueline McGlade, directora ejecutiva de la AEMA.

En su opinión, estos objetivos pueden alcanzarse, por ejemplo, mediante el uso más extendido de instrumentos de mercado que gestionen la demanda e incorporen plenamente los costes medioambientales y otros costes ‘externos’ en los precios en el transporte; mediante una utilización más generalizada de subsidios con fines medioambientales en la agricultura; y, mediante el fomento de la innovación en el sector de las energías renovables. «Asimismo, el uso de instrumentos similares podría ayudar a resolver los problemas relacionados con los residuos y la utilización de recursos».

McGlade ha explicado que «los beneficios para el medio ambiente y la salud humana derivados de tales acciones serán multidimensionales, ya que afectan a cuestiones tales como el cambio climático, la contaminación atmosférica, la biodiversidad y la calidad del agua».

Esta última edición de «Señales de la AEMA» contiene una actualización de temas medioambientales concretos, centrándose en aspectos relacionados con la agricultura, la contaminación del agua, la protección de la naturaleza, los residuos de embalaje, la energía, el transporte, la contaminación atmosférica y el cambio climático. Además, ofrece una perspectiva medioambiental de la situación económica y social en Europa, incluyendo las tendencias demográficas y la utilización de recursos.

Perspectiva medioambiental

El informe sitúa al medio ambiente europeo en un contexto socioeconómico marcado por el proceso de Lisboa y los objetivos de desarrollo sostenible con los que el Consejo Europeo de Gotemburgo añadió una dimensión medioambiental a Lisboa en junio de 2001. Según el informe de la AEMA, la principal barrera al progreso de la protección medioambiental y la sostenibilidad es la naturaleza compleja, intersectorial, interdisciplinaria e internacional tanto de los problemas como de las soluciones.

La AEMA recuerda que la UE es la segunda economía mundial, por detrás de EEUU, y que los objetivos de crecimiento económico y protección medioambiental no son incompatibles. De hecho, Europa es líder en innovaciones tecnológicas medioambientales con, por ejemplo, materiales y procesos de producción más sostenibles, energías renovables y prácticas de tratamiento de residuos.

Más del 80% de los europeos vivirán en áreas urbanas de aquí a 2020, mientras que la población rural sigue en declive. Además, la población está envejeciendo, con lo que se espera que aumente la demanda de actividades de ocio y turismo con el correspondiente impacto sobre el medio ambiente. Por su parte, aumenta el consumo de energía, aunque a un ritmo menor que el PIB, y cada vez se explota más el potencial de ahorro energético gracias a energías más limpias como el gas natural y a la cogeneración.

Agricultura y agua

En el sector agrícola, el informe advierte de que continúa la contaminación producida por nitratos, contenido en fertilizantes y pesticidas químicos. Gran parte de la biodiversidad de Europa depende en cierta medida de la tierra agrícola, cuyo valor debe protegerse. Sin embargo, en 2003 las áreas designadas por los Estados miembros bajo las directivas de aves y hábitats cubrían menos de una tercera parte de las áreas agrícolas de alto valor natural, y la población de aves ha disminuido en las últimas décadas. En cualquier caso, el informe califica como positivo el cambio en la Política Agrícola Común (PAC) de la UE para dejar de subvencionar la agricultura intensiva en favor de medidas de desarrollo rural.

La porción destinada a estas medidas dentro de la PAC ha aumentado desde 1990, alcanzando un 13% en el período 2000-2002.

La principal causa de la presencia de nitratos en el agua es el uso de fertilizantes y pesticidas en la agricultura. Estas sustancias siguen perjudicando al medio ambiente, contribuyendo a la eutroficación de las aguas costeras y marinas y a la contaminación del agua potable y subterránea.

Además, según la información de que se dispone, los consumidores, no los contaminadores, son los que están sufragando la mayor parte de los costes que ocasiona la depuración de agua potable.

Residuos de embalaje

La prevención ha sido desde hace tiempo, según la AEMA, la principal prioridad de la política europea respecto a los residuos de embalaje. En este sentido, sólo cuando no pueda evitarse la producción de residuos deberá fomentarse a cambio la reutilización de residuos y su reciclado. Sin embargo, la cantidad de residuos de embalaje sigue aumentando (un 7% entre 1997 y 2001), aunque una proporción cada vez mayor se recupera mediante reciclado o incineración para la obtención de energía.

En 2001, todos los Estados miembros cumplieron el objetivo de reciclar al menos un 25% de todos los residuos de embalaje y la directiva revisada sube este objetivo a un 55%. El informe, no obstante, señala que la evolución general en la generación de residuos es insostenible y los actuales instrumentos políticos son inadecuados.

Energía, transporte y clima

En cuanto a la energía, su consumo sigue creciendo rápidamente en Europa, haciendo difícil el cumplimiento de sus objetivos sobre cambio climático. Según las previsiones, los planes nacionales de muchos Estados miembros no lograrán alcanzar los objetivos previstos. El sector para el que se prevé un mayor aumento de las emisiones es el transporte.

De hecho, en Europa, está creciendo rápidamente la demanda de transporte, especialmente el de carretera, con grandes implicaciones en el consumo energético, el cambio climático y la salud humana. Uno de los objetivos clave de la política de transportes de la UE durante estos últimos años ha sido desvincular la demanda de transporte del crecimiento económico, aunque de momento no se ha obtenido muchos resultados. Como consecuencia, aumentan las emisiones de dióxido de carbono y otros contaminantes.

Gran parte de la población urbana europea sigue expuesta a niveles de contaminación atmosférica superiores a los recomendados para la protección de la salud humana: la alta concentración de partículas en suspensión y de ozono constituyen las principales fuentes de preocupación. A pesar de la reducción de emisiones, los contaminantes siguen excediendo los niveles admisibles, por lo que se precisan medidas para limitar su impactos sobre la salud humana.

Asimismo, como consecuencia, el clima sigue cambiando tanto en Europa como en todo el mundo. Cada vez hay más pruebas sobre los impactos del cambio climático sobre la salud humana y del ecosistema. Por ello, el informe precisa que serán necesarias reducciones importantes de las emisiones de efecto invernadero para asegurar que la UE cumple con sus objetivos de emisiones a corto plazo.

El Protocolo de Kioto ha fijado como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de los países industrializados para el período 2008-2012 en un 5% por debajo de los niveles de 1990. Sin embargo, los estudios confirman que para mitigar el cambio climático a largo plazo serán necesarias mayores reducciones de emisiones. En cualquier caso, de momento, los glaciares retroceden y las especies marinas se están viendo afectadas.

En este contexto, la AEMA explica que debe sacarse un mayor provecho de la eficiencia energética y las fuentes de energía renovables para lograr un sistema energético más sostenible, aunque ello requiera cambios importantes en la economía. En la actualidad, la principal fuente energética son los combustibles fósiles (80%), una proporción que aumentará ligeramente en los próximos años.

Por su parte, a pesar de un aumento en términos absolutos (de un 12% en 1990 a un 14% en 2001), la energía renovable no aumentará su proporción significativamente, mientras que la contribución de la energía nuclear disminuirá.

El informe íntegro de la AEMA está disponible en: http://reports.eea.eu.int/signals-2004/en ( en Ingles)

AEMA – Agencia Europea de Medio Ambiente –