Cinco objetivos y cinco principios comunes para otras tantas fuerzas políticas abertzales y de izquierda. La defensa de Euskal Herria y su construcción, el logro de la paz y los derechos, el impulso a un modelo económico soberano, justo y ecológico y la oficialidad del euskara marcan la hoja de ruta que compartirán en lo […]
Cinco objetivos y cinco principios comunes para otras tantas fuerzas políticas abertzales y de izquierda. La defensa de Euskal Herria y su construcción, el logro de la paz y los derechos, el impulso a un modelo económico soberano, justo y ecológico y la oficialidad del euskara marcan la hoja de ruta que compartirán en lo sucesivo la izquierda abertzale, EA, Aralar, AB y Alternatiba. Una unidad de acción estratégica y nacional que supera muchos años de distanciamiento.
COMPROMISO PARA LA ESTRATEGIA NACIONAL
En Ficoba de Irun, a apenas 50 metros del puente sobre el Bidasoa que marca la muga, quedó sellado ayer un acuerdo político que rompe fronteras. No solo las geográficas, sino también las barreras de todo tipo (estratégicas, tácticas, ideológicas, sectoriales…) que han separado durante años a las diferentes fuerzas políticas abertzales y de izquierdas, provocando enfrentamientos políticos y rivalidades electorales. Ahora, el cese definitivo de la lucha armada de ETA ha contribuido a allanar el camino a un acuerdo que tiene precisamente como uno de sus pilares el impulso a la paz y los derechos civiles por las vías del Acuerdo de Gernika y la Declaración de Aiete. No obstante, va más allá y fija también objetivos comunes en materias como la socioeconomía o el euskara, en los que tampoco existía unidad de acción con anterioridad.
La firma del texto tuvo un carácter solemne y sobrio a la vez. Unos 200 representantes de las cinco fuerzas políticas (izquierda abertzale, Aralar, EA, AB y Alternatiba) se reunieron en Irun para dar lectura al texto, en las tres lenguas del país, y pasar a suscribirlo. De ello se encargaron líderes de ambos lados de la muga. En concreto, Rufi Etxeberria y Anita Lopepe por parte de la izquierda abertzale; Pello Urizar y Miren Urrestieta, de EA; Peio Etxeberri-Aintxart y Mertxe Colina, de AB; Patxi Zabaleta y Rebeka Ubera, de Aralar; y Oskar Matute y Amaia Agirresarobe, por Alternatiba.
El texto se define textualmente como «compromiso para la estrategia nacional». Concluye con la afirmación de que «nos comprometemos a desarrollar un trabajo en común, basado en el respeto mutuo, para materializar los objetivos y los principios señalados en este acuerdo».
La síntesis no ha sido fácil entre cinco fuerzas con tan diversas sensibilidades, trayectorias, dimensiones y ámbitos geográficos. Este acuerdo se perfila en realidad como un raíl común por el que ir avanzando. Así, por el momento el acuerdo estratégico no incluye una marca común, más allá del título del documento y su logotipo, ni alude a colaboraciones electorales, aunque ya es sabido que las cuatro fuerzas con presencia en Hego Euskal Herria comparecieron juntas a las últimas elecciones estatales bajo la denominación de Amaiur y demostrando un gran tirón popular.
«Ser más eficaces»
En los pasillos de Ficoba se agolpaban periodistas entre los que se oían casi por igual el euskara, el castellano y el francés. Cuando se les permitió entrar a la sala, esperaban ya sentados los cerca de 200 asistentes al acto. Todos ellos acabaron aplaudiendo con fuerza el documento al que dieron lectura, intercalándose y empleando alternativamente las tres lenguas, los representantes de las cinco fuerzas políticas que luego se encargaron de la firma.
La introducción subraya el motivo por el que han dado este paso. Quieren «redoblar esfuerzos y ser eficaces a la hora de impulsar la construcción nacional y la transformación social». Explican que lo hacen en un nuevo tiempo político y también en una coyuntura marcada por la crisis económica, ante la que «reivindicamos el vínculo y la dimensión de las diferentes luchas». En este punto, los cinco remarcan que «estamos convencidos de que superaremos los desacuerdos y las divisiones que han existido en los últimos años entre las diferentes fuerzas políticas, y de que tenemos la ocasión de construir una acumulación estable de fuerzas independentistas y soberanistas, de izquierda».
Se marcan cinco objetivos: reivindicar que Euskal Herria es una nación con los mismos derechos que el resto; impulsar la superación del conflicto político y la violencia mediante las hojas de ruta de Gernika y Aiete; promover un modelo económico soberano, justo y ecológico; construir Euskal Herria «superando este marco jurídico que divide nuestro pueblo y definiendo una estrategia que se adecúe a los nuevos tiempos»; y reivindicar el reconocimiento, la oficialidad y la normalización del euskara en todo el país.
Todos los derechos
Recorrerán este camino a través de cinco principios comunes. El primero es «la defensa de todos los derechos humanos para todas las personas», incluido el derecho a decidir. Para ello, las cinco fuerzas aliadas «nos esforzaremos en dar curso a un diálogo sin exclusiones con los demás agentes políticos, sociales y sindicales que nos permita dirigirnos a la autodeterminación».
Junto a ello, defenderán y emplearán los principios de la pluralidad democrática, la igualdad, la democracia y el internacionalismo.
El acuerdo fue respaldado con su presencia por exdirigentes referenciales de cada fuerza, en sus diferentes épocas. Así, Itziar Aizpurua, Tasio Erkizia o Eugenio Etxebeste (izquierda abertzale) se sentaron esta vez junto a Julen Madariaga, Iñaki Irazabalbeitia o Txentxo Jiménez, de Aralar; Unai Ziarreta, de EA; Jakes Borthairu, de AB… Se les unió el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, entre otros muchos electos de Bildu.