Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Después de años de cabildeo para penetrar en los mercados europeos, la industria petrolera de arenas bituminosas de Canadá está abocada a lograr una victoria de los legisladores de la UE que se han mostrado dispuestos a abandonar un requerimiento que describe el petróleo de arenas bituminosas como más sucio que otros combustibles fósiles.
La UE acordó hace cinco años la legislación llamada Directiva relativa a la Calidad de los Combustibles (FQD), que debía entrar en vigor en 2010 con el objetivo de reducir un 6% hasta 2020 emisiones de combustibles para transporte. Sin embargo, gracias al fuerte cabildeo de la industria y el retardo gubernamental, el plan no ha se ha puesto en práctica años después.
Tanto el Financial Times como Reuters informaron el jueves de que es probable que la UE debilite el lenguaje del plan que aún no ha sido implementado, eliminando un requerimientode de que petróleo extraído de arenas bituminosas se califique de diesel de altas emisiones. Una mayor clasificación habría frenado, pero no impedido, las importaciones.
Un borrador redactado por la Comisión permitirá, si se implementa, que las compañías eviten penalizaciones por importaciones de arenas bituminosas. Según la nueva metodología, las compañías solo tendrían que realizar sus recortes de emisiones sobre la base de promedios de la UE para combustibles «producidos» -petróleo o diesel- no importa si proceden originalmente de crudo pesado o no, explica el Financial Times.
Uno de los combustibles fósiles más sucios del mundo, el bitumen produce hasta cinco veces más carbono que el petróleo crudo convencional. El proceso de extracción es extremadamente intensivo en consumo de energía, es destructivo para los ecosistemas y crea grandes depósitos de desechos tóxicos. Los grupos ecológicos han argumentado que las regulaciones propuestas en anteriores borradores de la Directiva de Calidad de los Combustibles ya eran demasiado permisivas y que las arenas bituminosas simplemente deberían permanecer bajo tierra.
El Gobierno de Canadá y la industria petrolera se han opuesto agresivamente a potenciales penalidades sobre importaciones de bitumen, y el Ministro de Recursos Naturales de Canadá ejerció presión en lo que respecta al asunto en conversaciones al margen en las reuniones del G7 en Roma el pasado mes, según Reuters.
Mientras tanto, manifestantes ecológicos se reunieron esta semana contra lo que se considera como el primer gran embarque de bitumen a Europa, que llegó a España desde Canadá.
«Las arenas bituminosas son letales para nuestro clima y deben mantenerse bajo tierra y fuera de Europa», dijo Colin Roche de Friends of the Earth en una declaración sobre la entrega». «Otorgar una línea de vida a esta peligrosa industria es exponernos a un desastre climático».
Fuente: http://www.commondreams.org/headline/2014/06/06-4
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